C-25 El efecto Carvajal

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Departamento de Valentina – Sábado por la mañana

Valentina abría sus ojos de repente. No había podido dormir más de dos horas de corrido, se despertaba, daba vueltas en su cama y miraba el maldito reloj que a cada rato parecía burlarse de ella. Y la rubia sabía porque le pasaba eso. No había podido sacarse a Juliana de la cabeza.

Cuando llegó de la comisaría, Sam y Shane le dijeron que la morena estaba con su hija, y a Valentina le volvió el alma al cuerpo, fue a la habitación y ahí estaba durmiendo prácticamente aferrada a la más pequeña. ¿Se acuerdan cuando en una de las películas de Superman se está cayendo un avión y el súper héroe tiene que tratar de frenarla con todas sus fuerzas? Bueno exactamente la misma fuerza tuvo que hacer Valentina para evitar que su propio cuerpo fuera hasta la cama de su hija agarrara la morena y se la llevara a su propia habitación. Pero se frenó, primero por lo adorable que se veían las dos juntas y segundo porque había un ejército de seis hipopótamos infectados defendiéndolas, era prácticamente imposible lograrlo.

Ahora ya estaba despierta

– Vamos Valentina, vamos tienes que decirle la verdad – la rubia se trataba de dar ánimos a ella misma. El tiempo que no pudo dormir se la pasó pensando en cómo contarle a su novia que fue víctima involuntaria de un acoso. – Solo te paras frente a ella, la miras a los ojos y le dices "Juliana te estuve siguiendo... ¿Por qué?" Seguramente va a preguntar ella haciendo esos pucheros que hace para que te den ganas de comerle la boca a besos. ¡Valentina! Tienes que concentrarte – dio una palmadita en la cara.

— A mí más bien me dan ganas de desnudarla, hace mucho que no nos muestra sus cuadraditos — decía Camila nostálgicamente mientras caminaba y se sentaba en la cama de su amiga.

— ¡Camz! ¿Qué haces aquí? – Preguntó curiosa la rubia – ¿Lauren y tu saben que tienen casa propia cierto? – esta pregunta no era broma, Valentina estaba empezando a sospechar que la pareja ya no tenía donde vivir.

— Era tarde anoche y nos quedamos aquí – explicó como si nada – Además Lolo dijo que quería estar presente cuando le contaras a Juls lo de anoche – Valentina se tapaba la cabeza con la almohada. Lauren también sabía que esto no tenía buen final — ¿Tú también piensas que es mala idea invitar a mi boda a Alex y sus amigas? – preguntaba la bailarina refiriéndose a las detenidas que conocieron en la celda la noche anterior.

— ¿Qué voy a hacer Camz? – Ignoró la pregunta – A Juliana no le va a gustar nada nada que la haya seguido. ¿Cómo se lo voy a decir?" Juliana, cariño, bebe... rompí la promesa, te mentí, no confié en ti" Si claro le digo eso y me quedo soltera antes de poder terminar de explicarle.

— Valen – agarró las manos de su amiga – tal vez tengas que probar confiando en ella a partir de ahora – intentó de hacerla razonar.

— Tu no entiendes Mila yo...

— ¿Tú crees que yo no pasé lo mismo con Lolo? – Interrumpió la excusa de su amiga – Cuando Lauren empezó a trabajar en el estudio, no había pasado ni una semana y ya había dos tipos que querían tener algo con ella.

— ¿Qué hiciste? – De ser por Valentina ella ya hubiera mandado a instalar cámaras de vigilancia por toda la oficina.

— Cuando me lo contó me puse como loca. Me enojé con ella y me fui a dar clases. Cuando volví y la vi durmiendo en el sillón esperándome, supe que esa era mi Lolo y de nadie más – suspiró morena – Sólo lo supe. Cuesta, pero hay que tratarlo, por el tu bien y por el de ambas como pareja – terminó de contar sacándole una sonrisa a la otra chica – Deberíamos ir a la cocina, esas dos juntas con Kara no puede ser nada bueno.

Cuando, donde y como diga el amor (Juliantina) CORRIGIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora