C-7 Juliana ella es Kara. Juliana este es Hipo

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— ¿Como que tu no abriste entonces quién? Oh dios mio ¡Kara! Cuantas veces te he dicho que tu no debes abrir la puerta... — se frenó al llegar a la puerta y se encontró con una imagen que le derritió el alma.

La mismísima Juliana Valdés estaba de rodillas enfrente de Kara y ambas se miraban con fascinación sin decir palabra alguna, se inspeccionaban tratando de descifrarse.

— Hola – fue la morena quien rompió el hielo – soy Juliana y ¿tú? – la morena le extendió la mano a la niña.

— Hola – dijo Kara agarrando la mano de la mujer – me llamo Kara y él se llama Hipo – dijo la niña señalando a su peluche

— Vaya encantada de conocerte Hipo. Que nombre tan genial – la morena soltaba la mano de la pequeña para agarrar una de las patas del peluche y sacudirla con energía.

Valentina y Lauren, se habían quedado admirando la escena desde atrás.

— Eres la niña más bella que he conocido – le decía Juliana a Kara haciendo que la pequeña se sonrojara – y tú — ahora le hablaba a Hipo – eres el Hipopótamo más Bello que he conocido ¿estás rellenito ehh? Le tocaba la panza al muñeco– este último comentario dibujó una sonrisa en las 2 adultas e hizo que la pequeña soltara una suave risita.

— Todos dicen que soy el pequeño reflejo de mi mamá — estas palabras hacen reír a la basquetbolista.

— Mmmm yo creo que eres aún más bella que tu madre, y ¿sabes por qué?– Juliana se acerca al oído de la niña como si lo que tuviera que decir fuera un secreto – Porque tu risa es de esas risas que son capaces de llenar millones de almas.

Kara la miró y preguntó — ¿el alma? ¿Qué es eso?

— El alma es lo que tenemos por todo aquí adentro — Juliana tocó el pecho de la niña – Nos hace sentirnos vivos, nos hace sentirnos felices, llenos. Y muchas personas dicen que la risa es el sonido del alma – agregó la morena.

— Ahhhh – respondió Kara y se quedó pensando — ¿Hipo tiene alma? – preguntó con curiosidad sacudiendo a su muñeco.

— Pues a ver, déjame ver – Kara le dio el peluche, cosa que asombró a su madre y a su tía ya que la niña no dejaba que nadie toque su tesoro.

Juliana apoyó su oído en la panza de Hipo.

— Mmm si, si, escucha, la puedo sentir – hizo que Kara apoyara el oído también — ¿lo sientes? – le preguntó a la niña.

— SIIIIII — respondió entusiasmada. Agarró a Hipo y se lo llevó a su madre y tía para que ellas también escucharan. Después de que cada una lo hizo, Kara volvió a donde estaba Juliana que no había dejado de seguirla con la mirada.

— ¿Quieres comer conmigo? – preguntó rápidamente Kara

Ante esta pregunta Valentina reaccionó y se apuró a decir

– Kara no creo que... — pero fue interrumpida por la morena

— Me encantaría – y sin esperar invitación agarro la mano de la niña y se adentró en la casa rumbo a la mesa.

Juliana eligió una silla y se sentó. Kara se quedó pensando su próximo movimiento, miro las otras sillas, sentó a Hipo en la silla de al lado de Juliana y finalmente ella terminó trepándose ágilmente arriba de la morena.

Valentina y Lauren seguían pasmadas por la interacción de Juliana y Kara, y solo reaccionaron con el grito de la niña.

—MAMI ¿Cuándo comemos? – preguntaba Kara desde las piernas de Juliana

Cuando, donde y como diga el amor (Juliantina) CORRIGIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora