C-26 Esta es la noche

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En el Bowling

Iban por el quinto tiro ya y Lauren prácticamente estaba barriendo el suelo con cada una de ellas por las siguientes sencillas razones: Camila cada vez que iba a tirar lo hacía haciendo un paso de baile distinto antes de soltar la bola, de más está decir que sus tiros no tenían buen destino.

Kara no tenía mucha fuerza ni tampoco práctica, tiraba la bola con dos manos y casi siempre tiraba los palos del medio. El de Juliana y Valentina era otro tipo de problema. Desde que llegaron al lugar no se habían podido sacar las manos de encima. Juliana se sentó y tirando de su mano obligo a Valentina a sentarse arriba de ella, no quería espacio entre ellas, Juliana necesitaba estar pegada a su novia todo el tiempo, no importaba si no había aire para respirar o sino tenía agua para beber, si tenía a Valentina cerca Juliana se sentía viva.

Esa era una de las razones por la que Lauren iba ganando, la morena y la rubia se paraban lanzaban la bola lo más rápido posible y volvían a su lugar, una arriba de la otra.

— Mami tengo sed – la más pequeña del grupo si necesitaba algo de beber

Valentina atinó a moverse de su cómodo lugar, evidentemente Juliana en su otra vida debió haber sido mueble, pero su novia la freno

– Deja bonita, ya voy yo – le dejó un corto beso a su novia – Vamos bicho bolita – agarró la mano de su niña y ambas se dirigieron a la cantina.

— Voy con ustedes – las siguió Camila.

Lauren que venía de hacer su tiro, una chuza nuevamente, siguió la mirada de su amiga y llegó exactamente a donde sabía que iba a llegar, a la espalda de Juliana Valdés

– A veces me canso de ser jodidamente buena en este juego – trató de llamar la atención de la fotógrafa – V... V... ¡VALENTINA! – Gritó para que la rubia volteara a verla – En serio V ¿Qué demonios estás esperando para comerte al bomboncito? Juro que cada vez que se tocan sale una onda expansiva capaz de voltear todos los pinos de una sola vez – la latina no se equivocaba en su descripción.

— No sé qué me pasa L – necesitaba hablarlo con alguien – No puedo dejar de mirarla, de tocarla, de besarla... Nunca me había pasado nada igual... Necesito... Necesito que... — de repente miró a Kara y luego su amiga.

— ¿Qué? No me mires así V... NO NO y NO – al parecer Lauren había adivinado las intenciones de Valentina.

— Por favor Lauren. Por esta noche nada más. Por favor – rogaba Valentina

— Valentina ¿sabes cuánto tiempo llevo sin poder tocar a mi futura esposa?... DIAS... ¿oyes bien?... llevo DIAS. Si Kara se queda con nosotras esta noche Camila y ella me van hacer ver la estúpida película del pescado ese... Mencho y...

— Nemo – la corrigió la rubia

— Bueno ese – aceptó la corrección girando los ojos – Y después van a querer hacer palomitas y así sucesivamente hasta que todo termina en esas dos quedándose dormidas en el sofá y yo tratando de dormirme sola en mi cama y sin haber tenido mi ejercicio nocturno preferido – explicó Lauren pausadamente de manera que su amiga entendiera su necesidad.

— Cuido a Tlacoyo durante una semana – ofreció a modo de intercambio la fotógrafa. Las ex cheerios eran su única opción ya que el resto de sus amigos estaban en Miami.

— Nop – se negó la latina.

— Dos semanas y durante tu luna de miel – La rubia subió la oferta – Por favor L necesito esta noche a solas con Juliana, todavía tengo que contarle lo de anoche... me voy a tener que desnudar ¿entiendes? ¿De verdad quieres que tu sobrina vea a su madre desnuda rogándole a su otra madre que no la deje? ¿Eso quieres Lauren? – Valentina apelaba a todo lo que podía.

Cuando, donde y como diga el amor (Juliantina) CORRIGIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora