Cuando, donde y como diga el amor (Juliantina) CORRIGIENDO

C-17 Yo ya te pertenezco

- Hola – saludo Valentina. - Estas muy bonita – halagó a la morena que simplemente llevaba puesto un pantalón ajustado negro acompañado con una remera del mismo color y su pelo suelto totalmente lacio.

- Valentina – tomó su mano y la beso – si algún día dejo de sonreír, por favor recuérdame este momento. Al lado tuyo las demás somos simples espectadoras de tu belleza – Subió su cabeza y se encontró con los ojos más hermosos que alguna vez puedan existir y en los cuales quería perderse durante toda su vida.

Valentina se ruborizó ante las palabras de Juliana, pero en ningún momento rompió la conexión visual.

- ¿Te hicieron sufrir mucho? Se lo pesados que pueden ser cuando quieren – pregunto la fotógrafa que al parecer estaba al tanto de la hostigación que iba a sufrir la morena.

- ¿Tú sabias? – La rubia asintió – Oye, pudiste haberme avisado que un comité me iba a estar esperando. Preferiría tirarme a un pozo lleno de estrellas de reality que volver a pasar por lo mismo. Por cierto, tu hija ha heredado tu mirada asesina – Le dijo en voz baja a Valentina mirando de reojo a la rubia pequeña.

- Bueno al menos algo de mi hay en ella, últimamente es toda una mini tú. Por cierto, tienes prohibido seguir enseñándole a conquistar chicas – por fin lo dijo.

- ¿Prohibido? Pero si yo no le enseño, la niña tiene un don nato, caen rendidas a sus pies. Yo sólo soy como el profesor Xavier de los X-men, sólo entreno su talento.

- Si solo la entrenas entonces supongo que "Juliana dice que debemos ayudar a damiselas en peligro" es parte del entrenamiento ¿cierto? – pregunto Valentina alzando su famosa ceja.

- Al parecer la parte de: "no le digas a tu madre lo que yo dije" no la capta muy bien todavía – se defendió la morena mirando a su hija que se escondió detrás de sus abuelos.

- Y el jueguito de ponerle puntos a las mujeres... ¿Lo inventó Kara también? – Era Lauren la que esta vez se metía en la conversación. La venganza del 9 se hacía presente.

La ojiverde se ganó una mirada de "si te agarro te mato" por parte de la deportista – Eh...

-Alguien se acaba de ganar un 8 – comentó Mariana

- A propósito – interrumpió Valentina – ¿porque yo no tengo puntaje? - la curiosidad mató a Tlacoyo.

- Kara cariño ven aquí– Juliana llamó a su hija cariñosamente esquivando la pregunta de la rubia mayor. Que esta niña no sabe cuándo cerrar la boca.

- No mami mejor me voy a dormir que ya se me pasó la hora permitida, ¿cierto, mamá? – Kara no iba a caer en las garras de su madre.

- Si mejor ve a dormir pequeña cobarde – le dijo Valentina a su hija – y no creas que tú te vas a escapar de la respuesta, sea como sea me vas a decir mi puntaje – presionó a la morena.

- ¿Sea como sea? Mmm eso me gusta – insinuó Juliana sin darse cuenta que todavía estaba rodeada de gente.

-Valen si no quieres que tu padre vuelva a interrogar a Juliana será mejor que se vayan – apuró Lucia al ver la cara de su marido ante este último comentario de la morena.

- Sí, creo que es mejor que nos vayamos – Anunció Valentina a su acompañante – Adiós a todos – se despidió la rubia.

- Hasta luego –se despidió Juliana, esquivando la mirada del hombre mayor

- ¡Espera mami! – Kara corrió y salto hasta su reciente madre – ¿Mami, aunque esté prohibido me vas a seguir enseñando a conquistar chicas? – le susurró la pequeña a la mayor