GUARDIAN'S LOVE I; SEGUNDO LIBRO DE LA TRILOGÍA "YOU"
Era imposible que un ser humano estuviera tan roto, que lo hubieran lastimado tanto como él se sentía en esos momentos de pena. Barry Allen consiguió derrotar a uno de sus peores enemigos con in...
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»25. Compromiso. «
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—ELLA SE LLEVÓ A H.R.
Barry asiente cabizbajo ante aquella afirmación, con un sentimiento de derrota caótico y escuchando la voz de Cisco provenir desde donde siempre colocaba su traje, en aquel maniquí blanco al fondo del córtex. Sentía una ligera molestia y tristeza monumental que hacía a sus huesos temblar, y la peor parte era que aquellos sentimientos los reconocía completamente ajenos, más específicamente provenientes de una chica pelirroja, menudita y con una mirada verde ahora fogosa, que se intercalaba entre el color natural de sus ojos y las chispas escarlatas que salían a la luz cada que sus poderes se descontrolaban.
Flash había regresado a los laboratorios junto a Vincent en un dos por tres, y lo primero que se encontró en el córtex fue la mueca contraída en el rostro de Kailan, cubierto de pequeñas gotas perladas de sudor al igual que Cisco, que junto a ella intentaba recuperar la respiración. Recuerda haberse encogido en su lugar, cambiarse la vestimenta lo más rápido posible, y volver a su posición para contarles con puntos y comas lo que había sucedido en el puerto, viendo de manera inevitable cómo el rostro de Kailan perdía color y comenzaba a deformarse, apoyándose en el agarre que Julian le ofrecía y que él mismo deseaba poder apartar para ser él quien sostuviera a la guardiana en aquel momento de tensión. Pero era conocedor de que poco podía hacer para apartar a aquel rubio de su chica, más aún después de lo que había ido a contarles y la manera en la que nacían emociones contrariadas dentro de las entrañas de la menor de las Bennett.
—Pensaba que todo esto del juicio por combate tenía ciertas reglas —comenta con confusión clara Caitlin, acomodada a un lado de Vincent, viendo a su mejor amigo caminar hacia el escritorio principal.
—Las cuáles aparentemente ellos rompieron cuando intentaron engañarla. ¿Son o no unos genios? —farfulla Kailan sin poder evitarlo, sin querer hacerlo. Barry se encoge en su lugar.
—Eso no fue muy inteligente, ¿o sí?
Su mirada cae sobre Julian, que tenía cierta mueca prepotente en su rostro que le causaban arcadas al otro. Lo peor era no escuchar a Kailan regañar al rubio por su comentario, y es que Barry estaba seguro de que la pelirroja se encontraba completamente de acuerdo con Julian respecto a sus pensamientos.
