»13. ¡¿Quién eres?!«
EL TIMBRE DE LA CASA retumba por cada rincón del lugar, interrumpiendo a la pelirroja en sus actividades hogareñas. Limpia sus manos en el delantal que cuelga de sus caderas y antes de acercarse por completo a la entrada mira el reloj, sintiendo como su ceño se frunce en extrañeza nada más verlo. ¿Quién sería a tan altas horas? Sin darle muchas vueltas y pensando en que probablemente podría ser alguien de S.T.A.R. Labs, se apresura a la puerta y la abre con una amplia sonrisa, encontrándose a cierto morocho con mirada jovial y sonrisa sincera esperándola del otro lado de la puerta. Inevitablemente, Barry percibe cómo un nudo se atora en su garganta, aún sintiéndose para nada familiarizado con la novedosa presencia de Sabrina Bennett inundando el lugar. Era extraño, demasiado, pero definitivamente podía acostumbrarse a la mirada maternal con la que la mujer siempre lo recibía cada que se lo topaba de frente. Era... Familiar y cálido, aún a pesar de jamás haber convivido con ella, o al menos él recordarlo así.
—Barry, cielo. —La sonrisa del velocista se tuerce pero no pierde magnitud—. ¿Qué haces aquí a estas horas? Es algo tarde. ¿Quieres pasar?
—En realidad, sólo vengo de paso. Busco a Kailan.
—Oh. —Una mueca que demostraba algo de angustia se planta en su rostro—. Ella no está, fue al departamento que su padre le dejó. —Allen suspira pesadamente, imaginándose lo que podría estar pensando la mujer—. No me gusta nada que esté sola allá, y si tú pudieras...
—Claro. —Acepta sin duda alguna a su petición a medias.
—Eres un Sol. —Suspira aliviada—. Sé que mi hija debería de cuidarte de ti, y a pesar de eso tú la cuidas tanto como ella lo hace.
—Quiero muchísimo a Kailan, es algo que me nace. —Admite. Calla durante unos segundos, dudando, antes de dar un paso hacia ella—. ¿Puedo abrazarla?
La mirada de Sabrina se suaviza—. Sabes que puedes tutearme... Ven aquí.
Sabrina lo jala hacia sí y lo abraza como si estuviera abrazando a su segundo hijo, al niño pequeño que perdió a sus padres con tan sólo once años y que solía refugiarse entre sus brazos cuando visitaba a Kailan por las tardes. Barry, en cambio, siente como sus ojos se aguan inconscientemente pues en realidad jamás había compartido un momento así con Sabrina, y no podía dejar de comparar esa calidez que se desprendía de ella con la de su madre, esa que sintió durante sus meses en Flashpoint.
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HOME TO YOU » BARRY ALLEN/THE FLASH (2)
FanficGUARDIAN'S LOVE I; SEGUNDO LIBRO DE LA TRILOGÍA "YOU" Era imposible que un ser humano estuviera tan roto, que lo hubieran lastimado tanto como él se sentía en esos momentos de pena. Barry Allen consiguió derrotar a uno de sus peores enemigos con in...