GUARDIAN'S LOVE I; SEGUNDO LIBRO DE LA TRILOGÍA "YOU"
Era imposible que un ser humano estuviera tan roto, que lo hubieran lastimado tanto como él se sentía en esos momentos de pena. Barry Allen consiguió derrotar a uno de sus peores enemigos con in...
*Nota: prepárense para otro capítulo demasiado largo. ¡Disfruten!
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»39. Dolor y un rayo de esperanza. «
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KAILAN SIGUE LLORANDO. No tan escandaloso como antes, pero aún sigue llorando, con los ojos perdidos en un punto inexistente en el suelo. Habían abandonado la celda de Caitlin después de que ella los mandara en busca de Wally West, y eso era lo que tenían planeado hacer. Sin embargo, Barry sabía que la pelirroja simplemente no tenía las fuerzas suficientes para seguir tan pronto. Se ocultaron en la oficina que Julian tenía en Iron Heights y decidieron quedarse ahí los cuarto, hasta que ella lograse calmarse lo suficiente como para poder escuchar qué había pasado con su mejor amigo y, después de otra ronda de lágrimas, pudiera también ir en busca del menor de los West.
—¿Qué pasó? —susurra la pelirroja, acomodándose mejor entre los brazos de su humano. Julian traga grueso.
—¿Estás segura de-?
—Necesito saber —interrumpe de golpe al de cabello rizado—. No puedo seguir si no sé qué le sucedió a mi mejor amigo.
Julian asiente en medio de un suspiro y, tras intercambiar un par de miradas con Cisco, se decide a hablar—: Habían pasado apenas dos días desde que Savitar te asesinó. Barry estaba vuelto loco, nadie lo reconocía, y el único que parecía comprenderlo más que cualquier otro ademas de Sabrina, era Vincent. Él estuvo a un lado de Barry cuando moriste, y él mismo sufrió al verte pálida y sin vida. También se volvió loco. Así que fue en busca de Savitar junto con Wally, y mientras Wally peleaba contra él, Vincent se quedó tratando de enfrentarse a Caitlin. A pesar de que no sabemos exactamente qué pasó, estamos seguros de que ella jugó con sus sentimientos, se atrevió a hacerle creer que todo estaría bien, aún convertida en Killer Frost, porque para cuando Allen y yo llegamos... Vincent estaba sobre el suelo, sus labios azules y pálido, como si fuera una escultura de hielo... Lo besó y ese fue el beso que acabó con su vida.
Kailan se cubre la boca con ambas manos, tratando de ahogar un sollozo. Barry baja la cabeza y continúa acariciando sus brazos por cada espasmo que siente que le da a su guardiana, mientras Cisco y Julian mantienen los ojos puestos en el suelo. Kailan no creía que, saber tanto de un futuro después de ella, le dolería de esta manera. Ella creía, de todo corazón, que podría ver a su amigo de cabello de abuelo, que lo abrazaría y le diría que todo estaba bien, que se encargaría de mantenerse con vida, que no tendría que volver a vivir sin ella. Y ahora... Él había muerto por su culpa. ¿Cómo se supone que se vivía con eso?
