Flor del Desierto

Prologo

Uzumaki Naruto, el ninja hiperactivo número 1 de la Hoja, caminaba hacia las elevadas murallas de la Aldea de la Hoja, con un Sasuke inconsciente colgado sobre su espalda. Él fue el último del escuadrón de recuperación enviado para recuperar al Uchiha que huyo con el fin de ir tras el poder del Sannin traidor Orochimaru, el rubio, a pesar de estar sangrando a mares de sus enormes heridas mientras apenas se aferraba a su conciencia, estaba sonriendo como un idiota. Había cumplido su misión, así como su promesa, después de todo, Uzumaki Naruto nunca había retrocedido a su palabra y esta vez no sería la excepción.

Cuando las puertas de la Aldea se hicieron visibles en los orbes azules del rubio, sus heridas finalmente pasaron a cobrar factura sobre los límites de su ya agotado cuerpo, lo que lo llevó a caer al suelo de golpe, completamente inconsciente.

Mientras tanto, Temari iba saltando de árbol en árbol por el sendero que conducía a la Aldea de la Hoja, su siempre presente abanico de batalla estaba colgado de su espalda, usaba un kimono violeta de batalla, haciendo resaltar su cuerpo curvilíneo. Llevaba el cabello recogido en sus cuatro colas de caballos habituales, a la mayoría le resultaba impropio de una mujer joven como ella, sobre todo porque le restaba importancia a su aspecto. Pero para una kunoichi tan seria como era, era una necesidad. Las apariencias no te ayudan en la batalla, y seguro que nunca fueron útiles durante los asuntos de shinobi, a ella le enseñaron eso de la manera difícil muchas veces en el pasado.

Aun saltando entre los árboles, pudo divisar con sus ojos verde azulados como dos figuras estaban tumbadas en el suelo, parecían inconscientes, pues ninguno de los dos parecía mover un solo musculo, por lo cual sin pensarlo de un fuerte salto se dirige al par de cuerpos.

Shikamaru había sido tomado y llevado por los médicos de su Aldea, los médicos ofrecieron sus servicios a la rubia de Arena, pero esta se negó, pues no presentaba heridas y decidió regresar a la Hoja a paso tranquilo, por si un nuevo enemigo aparecía. De hecho, la rubia de la Arena recordó que el genio perezoso se había empeñado en volver a su Aldea lo antes posible, supuso que quería saber antes que nadie cuando era que regresaría su equipo, ya que se notaba la preocupación en su mirada. Ese pensamiento la llevo a recordar cuando vio a su hermanito, el cual nunca había tenido ni un rasguño durante casi toda su vida más joven, yaciendo medio muerto en el suelo después de su batalla con ese rubio de marcas de bigotes en el rostro, nunca se había sentido tan preocupado como lo había hecho en ese momento.

Ella podría relacionarse con el Genin de pelo de piña que quería acercarse a sus compañeros de escuadrón caídos tan pronto como fuera humanamente posible. Cuanto Temari aterrizo cerca de los cuerpos inconscientes, se agacho para mirar mejor y se dio cuenta que eran a quien debían recuperar, encima del rubio que venció a su hermanito, ella volteó al Uchiha para colocarlo boca arriba en el suelo. Los ojos entrenados de la rubia al instante analizando, viajando y centrándose en la herida en forma de espiral que le marcaba cicatrices en el pecho al igual que quemaduras de alto grado eran evidentes en su pecho, ella podía discernir con una simple mirada que sus heridas de ninguna manera ponían en peligro la vida.

Entonces, dejando de lado ese pensamiento, volvió toda su atención al rubio que yacía a su lado. Sus ojos se abrieron en su totalidad al ver una enorme mancha en el suelo de color carmesí, ni siquiera necesitó girarlo para darse cuenta de que estaba al borde de la muerte, la cantidad de sangre debajo de él era una clara prueba. Instantáneamente se arrodillo a su lado, ella lo giró con todo el cuidado del mundo, solo para ver dos enormes heridas profundas en el cuerpo del rubio, una en su pecho cerca de su corazón y otra en su hombro izquierdo, se arrancó la cinta que llevaba en la cintura a manera de obi, que sujetaba su abanico, para inmediatamente presionar el paño sobre la herida abierta en su pecho. Se comenzó a preocupar cuando sus manos comenzaron a llenarse de sangre, las telas que había arrancado y ahora presionaban el pecho del rubio no eran suficientes, pues ya habían absorbido todo lo que podían, la respiración del rubio lentamente comenzó a disminuir, odiaba no conocer Ninjutsu médico, pues en estos momentos le sería realmente útil, estaba a punto de gritar por ayuda, pero cuando escucho pasos detrás de ella, giro la vista para ver al equipo médico acercándose con rapidez.