Déjate amar

Capítulo 6

Nota : Quieren un capítulo más esta semana ? Solo tienen que comentármelo 😊

Los días pasaron. Me convertí en un zombie. Solo me levantaba para preparar las comidas, hacer las tareas de mi hogar y salía a hacer las compras en un pequeño mercado no muy lejos de casa. No vi a Hoseok después del incidente en el supermercado con mi marido y no contestaba las llamadas de Yuna. Un mes después de mi salida del hospital, saliendo de casa para ir de compras, me topé con mi mejor amiga en frente de la puerta. No dijo nada. Solo me empujó y entró, tomando mi brazo para obligarme a seguirla. Se sentó en el sofá y me dijo :

- No pienso irme de aquí hasta que me contestes.

- Yuna...

- Desde hace un mes, no tengo noticias. ¡ Hasta pensé que tu puto marido ya te había matado !

- Claro que no... solo no tuve tiempo de contestar al teléfono...

- No me vengas con eso. Tengo el numero de Hoseok desde tu visita al hospital y me dijo que te vio en el supermercado con tu marido y no te ha visto desde esta vez. ¿ Porqué ?

- Ya no hago mis compras allá.

- ¡ Sunhee ! ¿ Realmente no vas a dejarnos ayudarte ?

- ¿ Ayudar ? No necesito ningún tipo de ayuda...

- ¡ Claro ! Y yo me llamo Santa Claus.

- Por favor, Yuna...

Mi amiga suspiró. Se levantó y acarició mi mejilla que empezaba a mojarse con mis lagrimas.

- Solo queremos ayudarte, Sunhee. Me tienes muy preocupada... y este tal Hoseok no para de enviarme mensajes para saber como estás...

- Yo... yo...

- Estoy de vuelta.

La voz me hizo estremecer. Mi esposo volvió temprano. Miré a Yuna y rogué con mi mirada a mi mejor amiga que se vaya. Lo hizo, lanzando una mirada de puro odio a mi marido. En cuanto Yuna salió, mi marido me agarró del cabello y me encerró en su cuarto, gritando que había dicho cosas que no debía a mi amiga. Intenté golpear la puerta para poder salir pero no abrió hasta volver completamente borracho para pegarme, violarme, gritarme... estaba harta... totalmente harta... no podía más... mi cuerpo y mi mente se negaban a seguir con eso... perdí la consciencia y cuando la recobré, ya estábamos de mañana. No me levanté. Solo me arrastré hasta el teléfono en la sala y llamé el numero de Hoseok. No contestó y dejé un mensaje antes de ver todo negro.