Familia

180 24 2
                                    

Era de esas veces que podría hasta jurar que el cabello me dolía. El solo cambiar de posición era ya un martirio, y como si eso no fuera lo suficientemente malo, una de las enfermeras me dijo que al ya haber despertado de la anestesia podía recibir visitas y alimentar a mi hijo. Accedí más por pensar en JeonJi que en mi, el no tenía la culpa de que me sintiera como si un camión me hubiera arrollado, era la culpa de su padre por embarazarme. Si, el idiota de Jean tenía la culpa.

Gire mi cuerpo para acomodarme cuando aquel hombre que me había embarazado entro a la habitación, y no pude evitar mirarlo con desagrado, como si eso aliviara mi dolor. Ni siquiera habíamos tenido tiempo de intercambiar palabras cuando entro la enfermera cargando aquel pequeño bulto, y se lo dio a ese hombre. Fruncí el ceño. ¡Carajo, el que lo había parido era yo y se lo daban primero a él!

Fruncí aun más el ceño fastidiado con la situación. Jean estaba de espaldas y por lo mismo solo le miraba mecer a JeonJi, hasta que escuche un sollozo. Al principio me preocupe de que hubiera hecho llorar al bebé, pero casi de inmediato lo note...

-¿Jean? ¿Estas llorando?

Cuando aquel enorme hombre volteo, pude notar sus lagrimas que dejaba deslizar libremente. Sentí pavor, ¿por que lloraba? ¿había algo mal con nuestro hijo? Pero la enfermera no había mencionado nada malo.

-¡Jean, dime que sucede!- exclame con preocupación.

Para mi sorpresa, no me contesto pero Jean Jacques Leroy se acerco a mi con lentitud.

-Es que... ¡es hermoso!- volvió a soltar lágrimas. -Lo hiciste tan bien Seung, nuestro bebé es precioso. Se parece a ti.

Como si mi alma hubiera vuelto a mi cuerpo, mire a JeonJi que posaba con torpeza su mirada sobre su padre, tenia los ojos azul grisáceo, eso era lo único que parecía ser de Jean, porque tenia razón, tanto su cabello ligeramente rizado y tono de piel eran mas semejantes a los míos. Estire mis manos en una orden muda de que me lo diera, eso me costo otro pinchazo de dolor, supongo que eso había jalado una de las puntadas de la cesárea.

-Que bueno que se parece a mi, por si nos divorciamos.

-¡Pero Seung! Estamos casados, somos familia.

-Lo sé. Solo es "por si acaso".

Aunque había dicho esas palabras de verdad esperaba que eso nunca pasara. Nosotros ahora somos una familia de tres, un escandaloso alfa, un omega asocial y el hermoso fruto de nuestro amor.

My Little LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora