Fruto

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Todo fue por culpa de una manzana. No es que dramatice esas palabras pero, ¿entonces como es que terminamos compartiendo el mismo lecho?

En la universidad todos saben que no soy una persona facil, en la facultad incluso soy el Gélido Seung, aunque no es que me importe su opinión de todas formas. Y es que me fastidia la estupidez de las demás personas, por eso evito ir a eventos y ese tipo de situaciones en general, solo que a veces no se puede decir que "no".

Tenemos un profesor aparentemente preocupado de nuestra integración con nuestros compañeros de carrera, por eso había organizado un "retiro" o una cosa parecida.
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Estábamos todos reunidos cuando el profesor nos puso una cesta de frutas frente a nosotros, por turnos fuimos tomando una, la regla era tomar solo una y no tomar la misma fruta que la persona a nuestro lado. No entendimos muy bien de que iba la cosa hasta cuando todos habían elegido y la cesta estaba vacía.

Solo había un par de frutas iguales en toda la cesta. A mi me había tocado una manzana y para mi suerte, al chico más escandaloso de todos también. Cada quien tenía que hacer pareja con la persona que tuviera el mismo fruto. Eso hizo que Jean Jacques Leroy viniera con su eterna sonrisa hasta donde yo estaba.

—Nos tocó juntos Seung Gil, hay que divertirnos— dijo con su nula capacidad de leer el ambiente. No noto mi cara de descontento.

—No hay que fingir llevarnos bien, ni que nos agradamos, sabes.

—Lo sé. Pero no estoy finjiendo, tu me agradas.

Esas palabras habían salido increíblemente sinceras, tanto que me descolocó un poco. Y más me sentí extraño cuando el profesor nos pidió que nos tomáramos de las manos y nos formaramos frente al autobús.

Se nos asignó una casa de campaña y un paquete de provisiones a cada pareja, para luego dirijirnos al interior de un pequeño bosque donde se supone que pasaríamos la noche. Era un ejercicio de cooperación mutua, por lo que durante el día hicimos varias actividades, como cocinar nuestra comida con las provisiones que teníamos, ir por leña, poner la tienda de campaña, además de ciertas dinámicas extras. Seré sincero, admito que estaba preparado para el desastre. No acostumbro trabajar con otros, en especial con personas que no conozco, pero todo había salido bien, Jean era bastante competente para mi asombro.

Aquella noche, solo hizo que me sintiera nervioso, ambos en ese pequeño espacio de la tienda de campaña, nuestros cuerpos se rozaban solo por movernos, y nunca había estado tan cerca con alguien.

—Sabes Seung Gil, me gustó mucho que nos tocara juntos.

—¿Que? ¿Por qué?— pregunté en voz baja.

—Porque siempre quise hablar contigo, pero no encontraba la oportunidad— se giro quedando de frente a mi. —Me gustas mucho Seung Gil.

No supe que responder a esas palabras, en especial cuando sujeto mis manos. Pero cuando nos besamos solo pensé de nuevo: todo por una manzana.

My Little LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora