La Hechicera: El enigma del quinto cristal ©

Capítulo 15

“Tengo miedo, pero no temo por mi seguridad. Ni siquiera por la de mis amigos. Lo que de verdad me aterra es el motivo que se oculta tras la amenaza de Kyres y Tess ¿Qué pretenden en realidad?”

Tras nuestra conversación con JJ, Kevin y yo conseguimos hablar a solas unos minutos con Jalen para resumirle lo que estaba a punto de ocurrir. Para mi sorpresa, parecía interesarle lo suficiente como para considerarlo algo digno de su “excelentísima” atención. Una prueba fiable de ello, fue la mueca que se dibujó en su cara: indicaba preocupación y por cómo hablaba, incluso creí que había en el príncipe Cálido un mínimo de madurez y sensatez. Todo falso, evidentemente, aunque sí que era posible que le importara de algún modo el Haz de Luz.

Jalen no se demoró demasiado despidiéndose de Charlotte, limitándose a decirle que él iba a salvar su ciudad (palabras textuales) y que la amaba. Ella parecía a punto de soltar una lagrimita y si llegó a hacerlo, no pude verlo. Lo que sí contemplé fue su beso de despedida.

Sinceramente, fuera lo que fueran Jalen y Charlotte me parecía irreal, pasteloso y propio de una novela rosa de muy mala calidad. Quizás guardaban alguna similitud con Kevin y conmigo, pero estaba convencida de que incluso esa semejanza era falsa. Me recordaba a aquellas veces que había oído a Charlotte decirle un “te quiero” a alguna amiga a la que horas antes había puesto verde. De hecho, mientras los chicos y yo caminábamos hacia el puerto con ritmo ligero, llegué a la conclusión de que hoy en día, una gran parte de la población se toma a la ligera tanto el significado de amar como el de odiar. Lo usan de tal forma que dos palabras que solían estar llenas de sentimientos quedan totalmente vacías. Yo nunca terminé de encontrar un por qué para ese comportamiento, ya que en mi vida ese tipo de palabras jugaban un papel crucial. Por entonces, al menos ya no intentaba entenderlo en términos generales. En su lugar, me centré en un solo caso.

¿Era posible que Kyres y Tess se amaran de alguna forma real (aunque peculiar) o eran solo expresiones vacías como las de Jalen y Charlotte? Recordaba perfectamente lo que ella había dicho: que era una relación con poco sentimiento. Pero quizás aquello que hubiera entre ellos fuera real o, por otra parte, ella no quisiera admitir que había más. Y pensaba eso porque, a mi parecer e intuición, había una historia entre ellos, una larga. De esas historias que tiene altibajos y que están llenas de matices. Dicho con otra palabra: realista.

 De todos modos, aquella respuesta terminaría descubriéndola aquel mismo día y no directamente, desde luego.

∞∞∞

-Creo que todos estaremos de acuerdo en que lo mejor que podemos hacer es sacar el Haz de Luz de Santa Bárbara. Al menos hasta mañana que se abrirá el portal y podré llevármelo de vuelta a Mysticland. –las palabras de Jalen sonaban más que como una proposición, como una orden.

-Pues yo opino que la vida de Rose vale más que esa bola de discoteca. Al fin y al cabo, el Haz de Luz tiene la batería totalmente muerta. –razonó JJ, no solo porque pensara de verdad lo que decía, sino principalmente porque quería llevarle la contraria al príncipe.

Kevin, Jalen y yo habíamos llegado a la base de operaciones de la O.E.P hacía ya más de una hora. Habíamos hablado con Farrow, Lawson, Jared y JJ  sobre lo que debíamos hacer. Ninguno estábamos de acuerdo en aceptar el chantaje de Kyres, así que llevábamos bastante tiempo debatiendo sobre las alternativas. Lawson, JJ, Kevin y yo considerábamos especialmente la opción de avisar a mi abuela y ponerla a salvo junto con el Haz de Luz, aunque nuestra principal preocupación era ella. Jared también nos apoyaba, pero no intervenía demasiado, así que por momentos, parecía que no estaba.

Por otra parte, Jalen parecía estar únicamente preocupado por su querido Haz de Luz. Además alegaba que las amenazas contra Rose era probablemente falsas, una distracción para hacernos perder tiempo. Fueran o no reales, estábamos perdiendo demasiados minutos en una discusión muy estúpida.