Hoy he desperado de una manera diferente. Anoche me dormí muy de tarde, por mi tema en el periódico. Hablar sobre la corrupción en nuestro país ha sido un tema ya muy común y gastado. Pero la manera en la que he hablado y he señalado seguro les llegará a muchas personas. He intentado no fallarle a mi vecina. Así que llevo ya una semana sin alcohol. Se me ha hecho difícil, pero lo he logrado. Me han invitado a una cosecha se girasoles, en un campo como a 5 kilómetros de aquí. Iremos con Humberto y mi vecina. Eso de cualquier forma, me ha emocionado, siempre he querido ir a un campo de girasoles.
Me visto con un vestido muy liviando y largo color celeste, y agrego a mi atuendo; un sombrero con agujeros.
Nos conducimos hacia el campo. Todos vamos callados. Yo voy junto a la ventana, por el lado derecho, y a mi lado izquierdo va la señora, en el sillón tracero. Yo disfruto el viento que entra por la ventana. Siento paz, siento calma; pero lo recuerdo a él. Siempre en mi mente.
Ni en un segundo de mi existencia, aparto su imagen de mi mente. Está adherida a mi, como luminosos destellos solares; siempre. De día o sea de noche.
Quisiera que estuviera aquí, conmigo. En la más grande cúspide de mi existencia, ahora. En éste tiempo. Anhelo su amor. ¿Porqué me lo niegran? Acaso no merece ser amado como yo lo amo? O ¿Acaso mi amor no es lo suficiente que merece él? ¿Soy tan poco para algo tan alto y lejano como él? Lo busco por todos lados, por todas partes y no lo hallo, entonces lo busco dentro de mi, de mi alma, de mi ser, en lo más profundo de mi imaginación, de mis sueños y finalmente lo hallo. Siempre mi amor latente por él, por su existencia, aparece él con su mirada angelical y llena de vida. He vivido toda mi vida en decepción, y cuándo finalmente me he enamorado de él, eso me da aliento para seguir, eso me ha dado la salvación.
Me la paso preguntando ¿Cómosería mi vida junto a él? Tomada de sus manos que me encantan hasta morir, hasta hacerme agonizar. Suspiro al aire, y solo puedo mantener la mirada al frente, tragarme nudos crecientes en mi garganta y seguir; mientras el arde como lava volcánica dentro de mi pecho. Lo amo, que ya me olvidé de mi por vivir por él. Y así mi vida pintó de color, borrando el nefasto color negro de mi existencia. Entrando el pudor de su existencia en mi, trascendiendo como estruendo por mis venas. Me siento tan inútil al saber de ti y no buscarte, aunque constantemente esté pensando en ti, en que en ti he descubierto la razón de mi existencia. Qué no te he tocado, pero en ti vivo.
Bajo la mirada, en señal de que me siento inútil, inestable, vacía, paralizada, sin poder hacer nada. Simplemente lloro por dentro, añoro su nombre y lo grito.
Suspiro nuevamente. Y ella se da cuenta. Toma mi mano, y la observo. Ella me sonríe y entonces sé que todo está bien. Asiento con una sonrisa y bajo la mirada enseguida.
Y sigo pensando en él. Como los últimos 7 años de mi existencia. No puedo despertarme de ese sueño.
Mis pupilas despietan enseguida, al ver a lo lejos lo amarillo del horizonte. Son tan hermosos. Cada vez el auto se acerca y los observo con algarabía. Se estaciona a la orilla de la carrtera, y descendemos cuidadosamente del auto.
-Hemos llegado. _Anuncia Humberto. Las puedo observar, tan altas, tan llenas de vida. Quiero tocarlas.
-Bien. Vamos. _Invita la señora. _-Lo más hermoso es cuando paseas por sus senderos.
Los caminos bien marcados, como viendo pasar a sus mas grandes admiradores; los girasoles se inclinan con el viento hacia ambos lados. Se puede respirar el calido viento que traspasa mis fosas nasales y hace bailar mi liviano vestido libremente.
-Hace años yo vivía cerca de un gigantesco campo de girasoles _Menciona ella. Reviviendo aquellos años suyos. _-Era tan feliz con tan solo verlos bailar a la luz del sol. Odiaba los días nublados._Suspira. _-Estaban caídos. Marchitos.
Yo camino de su brazo, mientras Humberto nos sigue.
-De verdad. _Me exalto. _-Amo esté momento. _Sonrio.
-Un girasol es como un ser humano. _Siempre necesitando la luz del sol para brillar. Cuándo todo está nublado, ellas están tristes, sin brillo, sin vida.
-Ya lo creo. _Comento sin pensar.
-Todos tenemos un sol por el cual brillar. _Dice ella. Tratando de decirme algo.
-No entiendo.
-Hay cosas que en su debido momento las entenderás.
-No creo que tenga que entender después. Todos nacemos con un propósito. Sé cuál es el mío.
- No te adelantes a los hechos sin antes ver las señales.
-¿Señales?
-Obseva. _Desvia la conversación y me deja intrigada. _-Éstos se verían hermosos en mi sala. _Comenta.
Yo la observo con inseguridad e incertidumbre, tratando de entender lo que me quería decir. Pero enseguida dejo que el comentario y la incertidumbre mueran.
Sigo caminando entre los girasoles. Observo como bailan con el sol y el viento. Veo el sol, hay sol pero también está lloviendo... dentro de mi.
Llego a casa. Con urgencia busco unos floreros entre los cajones de la cocina. Y los encuentro. Dos decorados con flores azules. Les coloco agua del grifo y los adorno con los bellos girasoles que corté en el campo.
¡Se verán hermosos cerca el piano! _Pienso.
Camino de prisa y los coloco cerca del piano, cerca la ventana, encima en una mesa pequeño de adorno que está cerca.
Observo mi piano. Lo acaricio un poco y siento la necesidad de ejecutarlo. Me siento y empiezo una melodía. Los ojos se me llenan de estrellas al recordar el motivo de ese piano. Darle melodía a su presencia en mi corazón. Aun estando lejos, a más de 4 mil kilómetros de mi, él vive en mi.
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9/21
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Nocturne. (Chris Evans) |Editando|
Short StoryMientras escucho éstas melodías, a mi mente vieje la imagen de aquel hombre cuyo corazón mío pertenece. Siempre tan presente; siempre tan suya. Las claras notas fijan sus ojos en mi mente, ojos azules, azules como el cielo, clarecientes como el mar...