Ya es domingo, el otoño está por llegar. Salgo de mi casa muy apurada. Necesito darle unos papeles a Lore, quien los llevará al noticiero. Pero antes tengo que hacer una parada. He sentido la necesida de llegar a un lugar muy especial de la ciudad. Ya me había alejado por unos meses, pero ha estado en mi cabeza por mucho tiempo.
Aguardo el bus afuera del pueblo, el cual me llevará a la ciudad. Me coloco los auriculares para ir escuchando algo de música. Algunas piezas de piano, violín o música en sí. No me haré mucho tiempo, quiero regresar muy enseguida.
Mientras voy en el bus, pienso en una y mil cosas; como por ejemplo, ¿Qué estoy haciendo? ¿Mi trabajo me necesita? ¿Qué proyectos puedo poner en práctica para ganar una página más en el periódico? Ya no me conformo con solo escribir notas de interés.
Llegamos a la ciudad, y camino unas cuadras más para llegar a la Iglesia. Amo éste lugar, me he arrepentido tanto en no ser creyente desde un principio. Hace meses no he venido. Ya llego una media hora con atraso, el lugar está lleno. Y opto por quedarme hasta tras. Saludo a uno que otro son sonrisas y me quedo escuchando la prédica; se trata de como salir a adelante a pesar de la dificultades; siempre de la mano de Jesús.
Al finalizar, me despido de algunos que me reiteran su apoyo en mí trabajo, preguntan como estoy, el porque me he ausentado, ecxortadondome que ya siga llegando cada domingo.
Pero al final del servicio todos se van.
El lugar se queda vacío, pero abierto a todo público. Me quedo sentada hasta tras, y me desvivo en la silueta de la cruz al frente. Intento hacerme la fuerte, pero no puedo. Mis lágrimas empiezan a rodar.¡Lo siento! _Sollozo. ¡Lo siento! _Bajo la mirada con grandes lágrimas corriendo por mi rostro. ¡Siento mucho ser la persona tan ruin que he sido! ¡Pero no soy capaz de cambiar!
Sé que parece tan absurdo, pero ante tus ojos todos somos iguales. No me ignores, no sigas ignorado mis suplicas, mis ruegos. No lo he hecho desde hace tiempo, pero te extraño y lo extraño a él tambien. Sabes lo que era antes de él, sabes lo que soy ahora. Sé que soy una solitaria empedernida y tonta, que vivo acariciando la locura dentro de esas cuatro paredes, que me he olvidado de mi familia, que no he ido por mi madre. ¡Lo siento! _Aclamo. PERO me siento tan mal que ya me cuesta respirar para ésta situación y he encontrado una mala salida que en lugar de olvidar más me hacer recordar la situación que vivo hoy en día.Son los días que no consigo vivir, son las noches en las cuales la agonía no me deja dormir. Sueño con él todo el tiempo, sueño que en ocaciones está en mis brazos, y en otras no soy capaz de tocarlo.
Mis lágrimas son imparables, veo mis manos temblar y mi nariz empieza a fluir. Me limpio con una toalla que saco del paquete que traigo en mi cartera y alzo la mirada y sigo con mi suplica.
-Comencé a creer en ti cuándo lo conocí a él, bastó ver sus ojos para saber que alguien supremo los había creado con tanta delicadeza que dije; ¡Vaya! Sí existe en realidad ese ser supremo del que todos me hablan. Me bastó segundos para que mi fe se concentrara en ti. No quiero a nadie más, no siento sed se nadie más, no hay nadie más. Solamente él, él y sus ojos y no quiero que haya nadie más. Quiero que éste amor apasionado y ferviente que siento por él; de quede en mi pecho: vivir por él, morir con él. Y me duele el corazón y el alma se me quiebra en finos pedazos al sentirlo y verlo tan lejos, siento morirme por esa oportunidad en sus brazos, en besar su sonrisa y amarlo infinidad de segundos. Si tan solo hubiera algo en ti que me diera ese deseo. Si mis lágrimas conmovieran tus manos, las cuales yo beso. Soy tan particular que siento que no encajaría en su vida, soy tan baja que nisiquiera siento alcanzar ver mi reflejo en sus ojos, pero yo lo amo. ¡Escucha mi ruego! ¡Y si tú respuesta es lo contrario! Cuidalo, que por ese hombre doy la vida, el alma y el corazón. Cuida a mi hombre, que nunca caiga, que nunca se rinda, que cualquiera que sea la situación que su sonrisa brille en medio de la tormenta. Cuídalo y abrazalo para apagar sus noches de soledad, que el viento esté siempre a su favor, que esa luz reluciente nunca deje de ser. Que sea amado, amado sin cansancio, que el amor que reciba cale los huesos y sofoque la existencia, que ese amor sea cálido, sincero y puro, son medida sin control que él lo merece, que el merece ser amado con intensa locura y desesperación, que sus sueños sean reales, y que su vida sea maravillosa. Porque lo amo, y ante tus ojos, lo único que puedo darle es amor, eso me inspira en todo momento, amor, por él, por mi, por ti. Que mi hombre vaya siempre en tú bendición.
No me importa sí tenga que amarlo desde el banquillo de mi piano; o sí tenga que amarlo sosteniendo su mano, quiero que sea feliz. Mi Christopher, mi ángel.
Sigo mi corts trayectoria por esa pequeña ciudad, y encuentro a Lore esperándome en un café. El que está justamente saliendo del periódico.
-Hola, Lore! _La saludo muy emotiva, dándole un fuerte abrazo.
-¡Hola, amiga!_Responde a mi abrazo. _-Te he echado de menos.
-Igual yo. _Tomo Siento.
-¿Qué tal la vida en el pueblo?_Pregunta muy interesada.
-Se siente una gran paz. _Digo sonriendo. _-Amo estar ahí.
-Es una pena que no quieras regresar a la ciudad.
-Ni loca. _Sonrío. _-Amo escribir desde ese lugar.
-Y como va tú situación con él. Con ese actor. _Interroga curiosa, con la mirada llena de esperanzas que le dijera: "Lo estoy superando".
-Está encarnado en mi corazón. Y de ese lugar, nadie lo podría sacar. _Respondo.
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14/21.
HOLA. GRACIAS POR SU BELLO APOYO. ESPERO QUE LES GUSTE ÉSTE NUEVO CAPÍTULO.
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Nocturne. (Chris Evans) |Editando|
القصة القصيرةMientras escucho éstas melodías, a mi mente vieje la imagen de aquel hombre cuyo corazón mío pertenece. Siempre tan presente; siempre tan suya. Las claras notas fijan sus ojos en mi mente, ojos azules, azules como el cielo, clarecientes como el mar...