Una Salida.

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"Yo tengo una ilusión dentro en mi, corazón seco que humedece de tí. Yo pienso, que tu luz es mi ejemplo. Qué eres bello por dentro y me derrito por tí. 
Y  no quiero aceptar. Y lo voy a negar pero es tan grande que me voy a explotar... de tí. Estás loca déjala clavado en mí. Y  no te voy a querer. Y me hechare a correr negando todo sentimiento
que me delate ante tí, aunque siento que voy a morir. Buscando una salida,  yo estoy tan perdida, buscando una salida, yo estoy tan perdida, yo siento que dudas y consejos que me pueden salvar;  pero me cuesta escuchar. yo miro y me invaden suspiros, no que tienen ya tu nombre tatuado sin fin.
Y  no quiero aceptar, y lo voy a negar
pero es tan grande, que me voy a explotar de tí, estas clavado en mí.
Y no te voy a querer, y me hechare a correr, negando todo sentimiento
que me delate ante tí, aunque siento que voy a morir".

Camino hacia la puerta de la casa de donde me había  dado Lore la dirección. Es un pintor  que le realizó unos cuadros  al jefe del periódico. Su casa es una, en medio de dos edificios, en la ciudad. Observo los números  de la dirección  y la calle. Toco  el timbre y aguardo  un instante a que él, me atienda.

Observo  los ángulos  de la calle mientas espero y vuelvo  a tocar el timbre.

-¿Si?_Sale  un chico joven, alto, delgado  de aspecto gótico. Porta un pendiente  en la nariz y los ojos delineados resaltan sus ojos grises.

-Vengo buscando  a Ronald. _Sonrio.

-Soy yo. _Reacciona enseguida.

-Que  bien._Sigo apenada.

-¿Necesita  algo conmigo?_Pregunta  confuso.

-Necesito  un cuadro. _Le solicito. _-¿Puedo  pasar? _Me obseva  intrigado.

-Claro. _Me sede paso, un tanto inseguro.  _-Pase.

-Muchas gracias.

Camino por un pasillo  un tanto opaco, olor a tabaco y una música  con volumen  alto, rock es.

-Perdón por el desastre. _Me dice  mientras  apaga la música. Yo observo la sala desordenada.

-Pierda cuidado. _Digo.

-Tome asiento. _Ofrece, mientras despeja  el sofá.

-Muchas  gracias. _Sonrío  incómoda.

-Y bien._Toma asiento frente  a mi. _-De qué  necesita  su cuadro?

Sonrio un poco ilusa y de mi bolso saco un sobre. Lo acaricio un momento, contemplo lo que llevo ahí, dentro.

-Es éste  retrato. _Le doy el sobre. Enseguida  intenta abrirlo.

-No. _Lo detengo. _-Sólo  dígame  que puede hacer  cualquir clase de retrato.

El me sigue viendo con intriga, con extrañeza.

-Claro. _Musita. _-Yo puedo hacer cualquier  retrato. _Afirma.

-No importa el precio. _Le digo. _-Solo necesito  que  lo haga. Uno grande, uno visible._Suspiro.

-Bien. _asienta con una sonrisa.

-Se lo agradezco. _Lo observo. _-Le doy mi número  y me llama cuando esté. _Saco una libreta y anoto mi número  en una hoja, arrancándola enseguida.

-Yo le llamo. _Dice.

Me pongo de pie, y le sonrio y camino  hacia la puerta.

-Está  bien si le deposito la mitad mañana y la mitad cuándo  me lo entregue? _Pregunto a punto de irme.

-Me parece perfecto. _Sonrie. Él  enseguida  entendió  de que se trata de algo muy importante para mi.

-Le llamo para darle mi número de cuenta.

-Muchas  gracias.

Finalmente  lo despido, y sigo mi camino  de vuelta  a casa. Es tan difícil, es tan complicado  lo que mi vida está  ocurriendo. ¿Me estoy  volviendo loca? No lo sé  pero creo que es lo mejor  en mi vida.

No quiero que ésta  ilusión dentro  de mi muera. No quiero  más  ilusiones  en mi vida. Con  él  me basta, me basta su luz, su mirada.

Aguardo el bus en la parada, para regresar. Pienso en lo bonito que  me hace sentir, en los momentos asoleados que en ocaciones me da. Las noches  y madrugadas son tan  tensas y tristes; pero la cálida tarde me da paz. Siento  que todo en algún  momento se hará  realidad, y que podré  abrazarlo. Siento que podré  acariciar  su mano, que el otoño llegará  y saldremos al parque, visitaremos un café  con  alguna  fachada  anticuada, nos perderemos en el bosque y correremos en el campo, recostados en el césped. Mi ilusión aguarda en lo más  profundo  de mi, que la esperanza a veces la saca a flote mientras  me alimenta de fe. Ver sus ojos y perderme  en ellos, solo es cuestión  de encontrar  alguna  salida. Una que me conduzca hacia él.

Hay noches  lluviosas, pero en medio de la tormeta, el trar la primavera, seca los charcos de lluvia y los llena de flores y florece más. Es tan grande  éste  amor, que no me hace falta más. ES tan mágico  y su existencia y me encanta  contemplarlo.  Siento este amor  me hace  vibrar de suspiros  que elevo al cielo. Eres la bomba que  tengo en mi vida para seguir. Sonrío, sonrio porque soy tan afortunada  de haberme enamorado  de ti. Sólo  de ti.

Llego  a la entrada del pueblo, diciendo  del bus, puesto  que éste  va hasta el otro lado de la ciudad. Tengo que caminar varios minutos  hasta  llegar a casa. Pero mi paciente  vida, me hace  que me fije muy bien en el Paraíso, el bar a la entrada del pueblo.  Observo la hora  en mi celular, y son las 6:30pm. Decido  por  entrar. Quizá  ya halla servicio.

Entro con tímidez. Observo  que aún  no hay nadie. Pero el lugar ya está  listo para servir. Accedo una mesa al fondo. Y tomo asiento en espera de que me atiendan.

Se escuchan  los tacones ruidosos de un mujer y me vuelvo  a ella. Es una cabaretera del lugar. Sus tacones ruidosos son rojos y altos. Cabello negro ondulado. Alta y delgada, no más  de 30 años. Se dirije hacia mi; trae consigo  una libreta, y en su boca una goma de mascar; que mastica tan vulgar.

-¿Te sirvo  algo?_Pregunta  algo indiferente .

-Una botella de vodka. _Ordeno con mucho respeto. Dibujo una sonrisa en mis labios y ella lo capta. Enseguida  cambia su indiferencia por confianza.

-Alguna roptura amorosa?_Pregunta.

-Aún  no hay ninguna._Rio.

-Entonces  deberías  pedir dos. _Sugiere en medio de una risa burlona.

-Que sean dos. _Rio también.

-Me llamo Sara. _Extiende su mano.

-Es un gusto, Sara. _Estrecho  su  mano, con una enorme sonrisa.

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Hola. Espero que les guste.
Pronto actualizaré  de nuevo.

Nocturne. (Chris Evans) |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora