sᴡɪɴɢ|ᴊ.ᴊᴋ

diecinueve.

j.jk

—Así que...¿estamos juntos ahora?—maltraté mi labio inferior.

—No es tan sencillo, ¿sabes todo lo que lloré después de que te marchaste?, ya ni siquiera puedo ver bien sin las gafas, gasté mis ojos por tu culpa—me miró arrugando la nariz.

—Ah, ni siquiera te atrevas a mencionar algo como eso, yo fui llorando a casa esa tarde, y aún en el avión. Fue horrible llorar mientras la turbulencia empezaba.

—Escribí textos hasta que me dolieron los dedos y nunca respondiste.

—Eso es porque tiré el móvil a la basura—murmuré avergonzado—, ¡pero en mi defensa puedo decir que estaba furioso porque no habías escrito esa misma noche!, yo quería venir a buscarte de vuelta a los 20 minutos después de la pelea. Pero Yoongi dijo "dale espacio"...

—¿Botas el móvil en el cesto de basura?, ¿así es como has estado viviendo desde ese entonces?

—Lo recuperé al siguiente día...el encargado de limpieza me lo devolvió. Pero no volví a encenderlo, tenía miedo de darme cuenta que de verdad no habías escrito más.

—Bien. Entonces...—tomó aire— Creo que empezaré por lo relevante, si es que esto te lo parece; viví en España con el abuelo y cuando murió las cosas se fueron por la borda. Atraqué arte y terminé en arresto domiciliario después de un largo año lleno de visitas a la corte. Intenté volarme la cabeza, pero no es precisamente que ahora tenga una tendencia suicida o algo de ello, mi corazón sanó—se encogió de hombros orgullosa—. Acabo de volver de Italia y ha sido jodidamente increíble, ahora tengo una galería de arte y paso las tardes de viernes dejando que niñas de 5 años maquillen mi rostro. Y, te he extrañado, te he extrañado tanto que he perdido la conciencia hace mucho.

—Bueno, yo tomé la maldita beca en París porque se suponía que era lo que quería, pensaba que necesitaba el cambio y esa mierda que uno dice cuando está hundido. Lo cierto es que lo arruiné, prácticamente pasé los primeros 6 meses llorando viendo tu fotografía en el portátil, ¿sabes lo puto difícil que es sostener el ordenador mientras bebes vino y derramas lágrimas?, ni siquiera lo intentes—volví a verla sonreír—; hice una carrera estupenda y traté de hacerlo lo mejor que pude, pero no estabas ahí. Cuando llegaba a casa y quería contártelo todo, la realidad me golpeaba. Estabas lejos, así que yo volvía a derramar todas esas lágrimas frente a la chimenea.

—Mamá no me dejó ir a buscarte, ella dijo que si trataba siquiera, todo se acabaría. Y fue todavía peor cuando tu padre levantó el teléfono y amenazó con demandar a la editorial. No sabía que más hacer, y lo lamento, lo lamento muchísimo, juro que quise ir detrás de ti. Pero cuando te veía en todas esas fotografías, sonriendo tan feliz, decidí quedarme aquí. Parecía que no pertenecía a otro lugar más que aquí, estuvieras o no, necesitaba acomplarme y sobrevivir.

—La noche en la que jalaste del gatillo y se atascó. Viajé a un pequeño pueblo en las afueras para una sesión fotográfica, quise pisar el acelerador del auto hasta hundirme en el lago mientras estaba nevando. Estuve tan dispuesto a hacerlo que llamé a Yoongi, pedí disculpas por todo lo malo y entonces, algunos minutos después, él sólo pudo pronunciar tu nombre y abandonó la línea. Terminé en medio de una cerca y con el hombro roto, pero viví. Volví de vuelta a París y tomé un vuelo hasta aquí, por supuesto que nadie me dejó verte. Tu madre dijo que estabas psicótica y que yo sólo iba a lograr empeorarlo. Sé que es tu madre, pero juro que nunca quise golpear tanto a alguien como aquella vez...—soltó una carcajada tan sincera que me sentí orgulloso de mi mismo. No habíamos logrado una charla así en años.

—Lo sé, es todavía peor cuando pone esa expresión de bruja mala y desinteresada. Aunque no puedo decirte mucho de tu padre, él se doblegó ante ella durante todas sus visitas.