•Cambiante•

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Tak comenzo a salir de poco en poco de la habitación, pero solo lo hacia cuando aquel chico no estaba, era curioso la forma en la que vivian los humanos, ellos se dedicaban toda la vida preparandose para afrontar la vida mientras que los suyos se preparaban para arrebatar y destruir otros hogares y civilizaciones.

Esa mañana, al humano cabezón se le había olvidado dejarle comida, por lo que la fémina tenía que buscar algo e improvisar, busco en todas partes, sin embargo solo encontraba cosas como condimentos, embases de aderezos y latas difíciles de abrir, abrió aquel aparato llamado refrigerador solo para encontrarlo ligeramente vacío, había unas pocas rebanadas de mortadela, pero ella odiaba la comida embutida. Quizas este era el nuevo plan para deshacerse de ella, dejarla encerrada y sin comida para que muriera lentamente de hambre.

luego recordo algo, los humanos tenían aparatos para llamar la comida, si tan solo tuviera aquellos aparatos de transmición de voz quizas ella podría pedir algo, lo que fuera necesario, busco por toda la casa pero sin exito.

Tak enfureció cuando su plan había fracasado, no tenía nada que comer, pero su hambre empeoraba, se sentó en el sofá, debía calmarse pero le era imposible, se asomo por la ventana, noto que el sol estaba en el punto mas alto, si el humano regresaba tardaría en volver. Su estomago rugio de nuevo, tenia que comer rapido. Sin pensarlo dos veces cogio aquellas rebanadas para engullirlas.

Ya habían pasado un par de horas, la chica estaba a mitad de la sala tirada, aun tenía hambre pero ya no había nada comestible, incluso reviso la recamara del terricola pero no encontró nada de comida. Miro por la ventana de nuevo, el sol estaba casi por ocultarse, tal parecia que el chico la abandonaría, se maldecia por el hecho de confiar en él, cuando de pronto, la puerta se abrió. Dib venia cargando algunas bolsas, Tak rápidamente se levanto, corrio uno de los muros, Dib apenas había notado que ella estaba ahi, dejo aquellas cosas para salir de nuevo. Tak se acerco cautelosamente, echó un vistazo al contenido, quizas tramaba algo y debía averiguar que era, pero solo encontró provisiones.

- veo que estas aqui, dame un segundo... - el chico volvio a entrar, dejo lo que traía y volvió a salir, Tak aprovecho su ausencia para entrar a su habitación, no quería hablar con él, no tenía la intenciones de hacerlo

- Tak... lamento mucho la demora y lamento no dejarte comida

¿por que era asi el humano? Tenía  una actitud que parecia que la protegía

- por cierto ¿tienes hambre?

¡¿que clase de pregunta era esa?! ¡por su puesto que tenía hambre!

- Dame un par de minutos y te prepararé algo

Ese humano cabezón... era demasiado benévolo con ella, quizas en el fondo Dib no era tan malo o quizas era demaciado maligno como para despues tenr una actitud cambiante, ella aun le costaba creer que ese chico fuera demasiado bondadoso con ella.

Al fin pude ponerme al corriente con el Fictober :') me siento orgullosa. Ya de poco en poco se irán explicando algunas cosas, por cierto gracias por leer 🖤

31 días con ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora