CAPÍTULO 21 - HORA CERO

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CUANDO TE ENCUENTRE

CAPITULO 21

Estoy otra vez en ese jardín hermoso; es parecido al de la primera vez, todo es perfecto, hay rosas, girasoles y el sol alumbra con una belleza particular, camino confundido y empiezo a preocuparme, no sé qué hago ahí, debería estar en buscando a Ashly, haciendo lo imposible por encontrarla, me olvido de toda la belleza que hay a mi alrededor y comienzo a caminar más preocupado, buscándola, me desespero y grito su nombre esperando alguna respuesta, pero no la obtengo, entro en pánico, grito de nuevo, caen mis lágrimas y el sol poco a poco comienza a esconderse, las flores  empiezan a marchitarse y veo a lo lejos que ella está sentada una roca, mirando un lago cuya agua va cambiando a un color turbio y oscuro.

Corro para alcanzarla, grito su nombre y ella no me escucha, intento correr más rápido pero mis pies se hunden en cada paso que doy y sin darme cuenta ahora voy más lento, la distancia se hace mas grande y alcanzarla parece imposible; ella permanece ahí sentada, imperturbable, quieta, serena, pero yo tengo miedo y quiero alcanzarla a como de lugar. Cuando por fin estoy a punto de llegar, la figura de García aparece de la oscuridad por su espalda, saca un arma y da dos disparos en su cabeza, la sangre derramada inunda el piso y lo pinta de rojo, yo quiero alcanzarla, pero ya no puedo, un mar de sangre me lo impide y ahora estoy nadando en su sangre, ahogándome en el dolor y el sufrimiento hasta que todo se vuelve negro.

Me desperté con el corazón a mil por hora, dando un salto del sofá; no sé en qué momento me quedé dormido, estoy en mi casa, con la misma ropa de ayer, veo mi reloj y son las  09:00 am , reviso mi celular y tengo dos llamadas perdida del papá de Ashly, decido marcarle.

-          Hola Sr Morgan.

-          Hola Brandon, necesito que vengas a mi casa, ya tengo el dinero.

-          ¡Perfecto! Salgo para allá de inmediato.

Me di un baño rápido y fui hasta su casa. Me abrió su mayordomo y me llevó hasta el despacho donde me esperaba Morgan.

-          Ya tengo el dinero, ¿Qué hacemos ahora? – Se notaba que no había podido dormir en toda la noche, estaba con la camisa afuera y la corbata floja, sin duda la estaba pasando igual de mal que yo.

-          Tranquilícese, vamos a llamar a García. ¿Cuánto pudo conseguir?.

-          Solo tres millones en efectivo, es todo lo que tengo, he puesto a la venta dos propiedades, pero el proceso tarda.

-          Tranquilo no se preocupe, le prometo que todo saldrá bien.

-          Solo quiero volver a ver a mi hija, solo quiero tenerla aquí, haz lo que tengas que hacer muchacho, confío en ti.- me dijo casi llorando.

Salí de la habitación y llamé a García.

-          Me imagino que ya tienes el dinero.

-          Sí, diez millones como pediste. ¡Quiero hablar con Ashly! Necesito saber que está bien.

-          No te preocupes que aquí está enterita, ha pasado una noche increíble. ¿Quieres oírla?

Acercó el teléfono sentí un vacío en el pecho al escucharla gritar así.

-          ¡Ayúdame Bradd! ¡Ayúdame por favor! ¡Sácame de aquí por favor!

Mi corazón se estrujó al imaginar como la estaba pasando.

-          ¿Cómo estás? ¿Te han hecho algo?

-          No, no, pero no aguanto más aquí, ¡por favor sácame!

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