CUANDO TE ENCUENTRE
CAPITULO 13 - VIEJOS AMIGOS
« Estoy en un jardín hermoso, hay flores por todos lados y pájaros cantando, hay un gran arrollo con agua cristalina donde puedo ver al fondo nadar peces, todo luce pulcro, limpio, hermoso, el cielo resplandece iluminando el agua y embelleciendo las flores, al otro lado del arroyo en una roca está sentada una mujer; tiene un vestido blanco, un sujetador de cabello a cada lado y su cabello es largo, intento acercarme, porque este lugar aunque es hermoso, es solitario y su presencia de alguna forma me tranquiliza, darme cuenta que no estoy solo me llena de paz el interior. Me acerco despacio, le grito, pero no responde, no levanta la mirada ni me presta atención cuando levanto los brazos intentando que me vea.
Atravieso el arroyo y mientras más me acerco, más empiezo a reconocer sus facciones, se parece a mi madre cuando era joven, cuando yo era más chico, solo que ahora luce radiante, luce feliz, en su rostro hay paz y calma y mientras yo me sigo acercando ella parece inmóvil, sin notar mi presencia. ¡Sí! Es ella, es mi madre, me acerco más rápido y llego hasta ella y aunque me siento a su lado parece no notar mi presencia, no se inmuta, no me mira, no se le mueve ni un pelo y me da un poco de pánico, pero se le ve tan linda que intento abrazarla. Extiendo mis manos por sus hombros y la pego hacía mí, está fría, tiesa, dura como una estatua de cera, intento girar su rostro y hacer que me mire, pero aunque lo hice suave, ella es muy frágil y se quiebra, su cuello se rompe y produce una cadena pariendo también su cuerpo en mil pedazos, desde la cabeza hasta las piernas, un humo negro sale desde su interior mientras los pedazos caen y comienza a esparcirse en el ambiente y todo se transforma, el cielo se torna negro y a medida que el humo avanza todo se destruye a su paso, las flores se marchitan, el sol se vuelve oscuro, el cielo cambia su aspecto y ahora parece la noche más tétrica de todas, mientras el humo se sigue esparciendo va destruyendo todo a su paso y no me queda más remedio que correr, que gritar pidiendo ayuda, pero es en vano, intento escapar con todas mis fuerzas, pero el humo me persigue y corro y no me detengo, pero tengo miedo, mis pies ya no responden y tropiezo, doy algunas vueltas y caigo y ya no puedo levantarme.
Estoy ahí, tirado en un jardín negro, el humo llega hasta mí y se forma una corriente de aire delante de mí, un pequeño remolino se va acercando lentamente. El humo extraño empezó a tomar forma, se agrupa desde el suelo y poco a poco se fue convirtiendo en Emily, la chica que conocí en el cine, mientras dio un par de pasos más se trasformó en Anna, su amiga; levantaba sus manos como un zombie intentando atraparme botando fuego por los ojos, dio un par de pasos más y dejó de ser ella para darle paso a Alicia que poco a poco se fue convirtiendo en el Sr. García, quien tenía un arma en la mano, cuando intentó cargarla para dispararme, apareció Ángeles, el cielo intentó recuperar el azul perfecto que tenía como cuando llegué, algunas rosas empezaron a florecer, pero sus facciones fueron cambiando, el color de sus ojos se puso rojo, ardía como salida del infierno, sus rostro comenzó a derretirse y Gabriella apareció, con un cuchillo enorme en la mano, se paró delante de mí y gritaba que todo era mi culpa, que nunca debí meterme en su vida; levantó ambas manos y lo clavó en mi pecho una y otra vez , una y otra vez. »
- ¡Despertó , despertó! Llamen al Dr. Thomas AHORA!
Una mujer gritaba a mi lado, no tenía fuerzas para abrir los ojos, pero podía escuchar todo, murmullos por todos lados, un carrito de metal moviéndose rápidamente y una mujer exaltada gritando, pidiendo que llamen al Doctor. SÍ algo pude entender de todo esto, es que no estaba muerto.
Alguien llegó, pidió espacio y me puso una inyección, sentí claramente como un líquido recorría mis venas y atravesaba cada parte de mi cuerpo, poco a poco fui perdiendo el conocimiento hasta que todo se volvió silencio una vez más.
- ¿Señor? ¿Me puede escuchar? – era la misma voz, pero esta vez se escuchaba más dulce y cálida.
- Hola, ¿Dónde estoy? – mis palabras salían arrastrándose, me dolía el cuerpo y no tenía idea de donde estaba.
- En el hospital de la ciudad, llegó con heridas por apuñalamiento, tuvimos que hacerle una cirugía, pero todo ha salido bien, hace unas horas reacciono, tuvimos que anestesiarlo, porque sus pulsaciones se aceleraron demasiado. Ya todo está bien, por favor intente descansar.
Ahí recordé todo, las imágenes llegaron a mi mente como una escena de película, una tras otras fueron abarrotando mi mente, Gabriella con el cuchillo, Ángeles aterrada y yo sin poder hacer nada. ¡Ángeles!
- ¿Qué pasó con las dos chicas que estaban esa noche en mi casa?
- ¿No recuerda nada?
- Después de que me apuñalaron no recuerdo nada más, perdí el conocimiento ¿Cuántos días han pasado?
- Han pasado cinco días, estuvo inconsciente todo este tiempo, por un momento pensamos que no lo lograría.
- ¿Dónde está Ángeles? ¡Dígame! – le grité, al darme cuenta que evadía mi pregunta.
- La Srta Ángeles falleció.
- ¡¿Qué?! , ¡Que pasó, por favor hable! – se me hizo un nudo en la garganta y el pecho pareció salirse de su lugar.
- Su caso ha salido en todos los canales de televisión, lo que informan es que una mujer ingresó a su domicilio e intentó acabar con la vida de usted y de su novia. La policía llegó cuando la mujer estaba asesinando a su novia y la abatió de dos disparos. Ella murió de dos disparos, a usted y a su novia los trajeron al hospital, pero ella no pudo resistir. Falleció en la ambulancia.
- ¿Qué? – Era demasiada información. Quise llorar y mis lágrimas no salían, un dolor profundo invadió mi pecho al enterarme de la muerte de Ángeles, una mujer que después de mucho tiempo me había devuelto un poco la ilusión que perdí, me había conectado nuevamente a mí mismo, me había hecho recordar lo bonito que era hacer el amor en vez de tener sexo y después de todo lo que había pasado, ambas estaban muertas y por alguna maldita razón que aún no entendía, yo seguía vivo.
- Por ahora es mejor que descanse. Hay un señor que quiere verlo. Ah estado muy preocupado, pero le diré que espere que descanse un poco.
- ¿Qué? ¿Quién?
- Un señor, dice que es un amigo de infancia.
- ¿Edward? , ¿Edward está aquí? – Nada me haría mejor que ver una cara conocida, sin duda si había alguien con quien quisiera hablar y desahogarme es con él. – Por favor hágalo pasar, necesito hablar con él.
- ¿Seguro?, creo que lo mejor sería que descanse un poco.
- No señorita, por favor hágalo pasar y déjenos solos, yo estoy bien.
- Está bien le diré que pase.
Estaba aliviado, después de tantas desgracias me hacía bien ver a una cara conocida, a alguien que me conoce, que puede ayudarme, porque después de esto, seguro iba a tener más de un problema, Edward siempre aparecía cuando más lo necesitaba, cuando más falta me hacía, sin duda era un gran amigo.
- Aquí está su amigo, pasé por favor. – le enseñó el camino y se marchó, dejándonos solos.
Mis ojos se pusieron como dos platos, entró, cerró la puerta y estábamos solos, comencé a sudar frío y mis latidos se dispararon, no, no era Edward.
- Parece que tienes más vidas que un gato muchacho, que gusto volver a verte. – me dijo mirándome fijamente a los ojos, mientras se sentaba en mi cama y daba palmadas en mi pierna.
- Hola… Sr. García.
Continuará...
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CUANDO TE ENCUENTRE
Dla nastolatków¿Qué tan dificil es para un chico malo encontrar el verdadero amor? Sobretodo cuando no quieres que llegue, cuando odias el compromiso y eres adicto al sexo.