CAPÍTULO 17 - TODO SALE A LA LUZ

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CUANDO TE ENCUENTRE

CAPÍTULO 17

-          Oye tranquilo baja el arma, no queremos problemas, ya nos vamos.

«Maldita sea mi suerte, es que, joder, siempre me pasa algo, cuando todo estaba marchando tan bien, aparecen esta tira de vagos y lo echan a perder todo. No puedo permitir que Ashly me vea como un cobarde y mucho menos puedo dejar que le hagan algo. Es ahora de actuar»

-          Nada de tranquilo, ¿Quién te crees que eres? – me dijo sin dejar de apuntarme al rostro a tres metros de distancia.

La mujer que venía con ellos se asustó y le pedía que baje el arma, que dejara que nos fuéramos para que puedan continuar con su celebración.

-          Hazle caso a tu amiga, es lo mejor para todos. Si te pones  a pensar, nos evitaríamos muchos problemas – le dije con el tono más calmado que pude y continué – tengo un arma detrás, soy seguridad y ando siempre con chaleco antibalas, tú estás ebrio, es posible que en tu intento de disparar, falles o le des al chaleco y es probable que cuando yo dispare al menos le dé en la cabeza a alguno de tus amigos. Sea cual sea el caso, lo más probable es que yo quede herido y mueras tú o alguno de tus amigos. Ahora te pregunto. ¿Vale la pena derramar tanta sangre por gusto? No sé, yo que tú me lo pensaría.

No se esperó una reacción tan calmada y esta vez se puso nervioso.

-          ¡Te crees muy valiente idiota! – sonrió desafiante.

-          No, pero creo que lo mejor es que dejes que me vaya… o … ¡ya sé!, para hacerlo más divertido dejamos a un lado las armas y peleamos a puño limpio si tantas ganas tienes de pelear. – me fui acercando poco a poco, Ashly desde atrás apretó fuerte mi mano – No vas a disparar, no ganas nada, ella es una mujer importante, te encontrarían en un día y pasarías toda tu vida en la cárcel. – Me acerqué tanto que estaba parado casi golpeando la pistola con mi frente-

-          ¿Qué haces? ¡Voy a disparar! ¡Voy a disparar! – gritó nervioso.

Ahora estaba nervioso, asustado, no esperaba esa reacción mía, este era un muchacho fiestero que compra un arma para aparentar ser malo, pero que nunca en su vida ha disparado una. Ashly estaba nerviosa y yo estaba muy confiado hasta que la mujer que se había quedado en el auto bajó corriendo.

-          ¡Oye que haces! ¡Déjalo! – llegó corriendo, lo empujó y se paró en medio de los dos.

Las luces encendidas de la camioneta no me dejaron ver bien su rostro, hasta que estuvo en medio de los dos y me miró a los ojos.

-          ¡Déjalo! ¡Déjalo! , es un amigo mío, yo lo conozco. – Encarando al tipo y haciéndolo bajar el arma, se volteó luego hacía mi y casi caigo al suelo de la impresión – ¡Hola Bradd! – dijo efusivamente.

«SÍ, era Anna, la chica del tinder, la misma con la que tuve sexo en el bar, la misma a la que le hice el amor en una casa muy fina, la hermana del tío al que casi mato en la misma casa, pero que carajos había pasado aquí, como era posible que nos pudiéramos encontrar y todavía aquí, tenía que inventar algo o estaba perdido»

-          Hola Anna. ¡Qué bueno verte! – miré de reojo a Ashly y noté que estaba confundida.

-       Baja esa arma idiota, él es un amigo mío – le gritó al sujeto de la pistola, él la bajó obedientemente.

-          Vale, vale, ya está… ya está. Te salvaste marica! – mirándome a los ojos.

-          ¿Estás bien Bradd? ¿No te hicieron nada? ¿Cómo has estado? – parecía emocionada de verme, al parecer ya había olvidado la paliza que le di a su hermano.

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