Travieso destino

Después de muchas horas y varias escalas, por fin el grupo de artistas llego a Seúl.

- Amiga estoy que me desplomo. Si bien dormí, el tema de las escalas me agotó. Esperar tanto tiempo… llegar a países nuevos pero no lograr conocerlos... –expresó la mexicana colgando los brazos y encorvando la espalda.

- Te entiendo perfectamente, a mi me pasó igual. Me siento toda desaliñada y un tanto sucia. Voy aprovechar para ir al baño y arreglarme un poco y parecer mínimamente una persona decente. ¿Me acompañas? -Preguntó la escultora.

- Espero me disculpes Bri, pero estoy súper cansada, quiero quedarme sentada y estirar bien las piernas, te espero aqui, el baño queda lejos.

- Esta bien amiga. Estírate yo voy no aguanto este lío que tengo en el pelo, y quiero lavarme bien la cara.

- Apresúrate, recuerda que no podemos separarnos y el micro para la universidad sale pronto.

***

Park, vamos retrasados, apúrate, no llegamos al vuelo que sale para Estados Unidos.-dijo un miembro de la banda.

-Ya voy, solo necesito acomodar esto, los alcanzo enseguida.

“Justo ahora que estoy a minutos de salir me dan ganas de ir al baño, solo iba a arregalarme espero que no haya mucha gente, siempre los baños femeninos están cargados, tengo que seguir los carteles. Que suerte que los baños son universales, figura femenina y masculina eso es genial:”- dijo Brisa sin quitar la vista de los carteles.

“Ya estoy llegando, estos pasillos parecen eternos. No tengo que quitar los ojos de los carteles, a ver si lo paso y empiezo a dar vueltas como trompo.”

-Auch..., disculpe señor, no lo vi.

La joven escultura iba tan distraída mirando la señales, que se tropezó con Park Seo Joon y del simbronazo que ambos tuvieron,volaron sus celulares, papeles y demás...

Ella recogió todo rápidamente. Aun no lo había visto, cuando al fin logro recuperar sus cosas levantó lentamente su cabeza y sus ojos se encontraron con el rostro del violinista, quien sin mirarla levantaba enfurecido las partituras. La joven escultora tomó una por error y el joven asiático, friamente y de un tirón se la sacó . Cuando recuperó la que faltaba, salió corriendo a encontrarse con los demás miembros de la banda, mientras Brisa, lo siguió con la mirada hasta que se perdió en la multitud. El impacto fue tan fuerte que por unos minutos se olvido de su necesidad de ir al baño, las cuales en breves segundos volvieron. Logro divisar el cartel y entro a toda prisa, este estaba desolado, se metió en uno , hizo lo que necesitaba y luego fue a higienizarse, peinar su cabello y lavar su cara.

Cuando el agua fresca y las gotas acariciaba su rostro, se miró al espejo y sus ojos mostraban un brillo diferente, cerró levemente sus pupilas y recordó ese choque con el joven asiático, la sensación de sus espaldas chocando, el rose de sus manos juntando las pertenencias y cuando brevemente cruzaron miradas. Sacudió su cabeza y dijo: “Que estas pensando, junta rápido tus cosas o quieres solo conocer el aeropuerto de Seúl, si seguís demorando te van a hacer volver”- se habló frente al espejo con total convicción. Tomo su equipaje y fue al encuentro de sus compañeros, el supervisor tenía una cara poco amigable ya que la joven se había demorado mas de lo esperado.

-Disculpe supervisor, había muchas gente en el baño, sabe como es el sector de chicas... --dijo con una leve sonrisa.

-Suban todos inmediatamente, no hay tiempo que perder, si llegamos tarde, en la institución se enojarán , son demasiado estrictos y esto créanme no lo van a dejar pasar por alto.