2. Una Prueba Importante

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El lunes por la mañana el alfa debía regresar a trabajar después de conseguir que le permitieran seguir con el trabajo que hacía en general y el de Seungmin ahí en la empresa, sin más viajes.

Changbin salió de la casa por pura obligación después de que desayunar con el pequeño omega.

No se sabe quien sufrió más la lejanía del otro, seguramente fue Félix quien no pudo esperar a la hora de la comida para ver a su pareja.

Tomó un taxi para que lo llevará a la empresa donde trabaja el mayor, pagó el servicio y caminó hasta recepción donde una tierna omega atendía.

-- Buenos días -- saludó la muchacha con una sonrisa.

-- ¿Dónde queda la oficina de Seo Changbin? – preguntó después de responder el saludo.

La trabajadora hizo un mohín mientras revisaba los registros donde decía si esperaban a alguien en alguna zona del edificio.

-- Le preguntaré al señor Seo si lo puede recibir.

El pelirrosa comenzó a negar frenético cuando la castaña levantó el teléfono. Antes de que alguien pronunciará algo un tercero se unió a la conversación.

-- ¿Lixie? – el alfa de hoyuelos se acercó a ellos con una carpeta bajo el brazo –. ¿Vienes con Changbin? Yo te llevo – se dirigió a la nueva recepcionista --. ChaeYoung, cada que Seo Félix venga puede pasar sin registrarse.

El alfa moreno uso un tono amable pero firme recalcó el apellido del alfa para que la joven entendiera y ella con una sonrisa asintió.

Seungmin guío a su yerno hasta el estudio número tres, donde trabajaba el otro.

Kim le hizo una seña al menor que lo esperara un poco a un costado de la puerta.

-- Oye Changbin, encontré algo que se te perdió -- anunció apenas abrió la puerta.

El nombrado lo miró confundido, no tenía nada perdido, según su memoria. Bastó una discreta seña para que Félix se asomara con una pequeña sonrisa.

Kim los dejó solos, Changbin apenas vió a su esposo se abalanzó hacía él para envolverlo con sus brazos.

-- Te extrañaba mucho, Lixie -- miraban sus ojos.

Félix hizo boca de pato, consiguió el beso que quería desde un principio. El alfa continúo con su trabajo, llevaba unos audífonos y picaba varias teclas en su laptop de trabajo.

Apesar de que quería que lo siguiera abrazando, a su lobo se le hace demasiado atractivo verlo con gesto neutro y mirada atenta mientras hace su trabajo.

-- Parece que me estás comiendo con la mirada – las comisuras de los labios del alfa se curvaron en una pequeña sonrisa.

El omega se sonrojo hasta las orejas pues no tenía idea de que el otro se dió cuenta, no sabe de donde sacó esa sonrisa coqueta.

-- No es mala idea – cuando el azabache volteó a verlo se acentuó su sonrisa --. Comerte.

Changbin alzó ambas cejas sorprendido, ¿Dónde quedó su tierno e inocente Félix?

Pues mejor que ahí se quede.

El pelirrosa se puso de pie y aseguró la puerta para que nadie fuera a entrar.

Regresó para girar la silla, ahora nada le estorbo para acomodarse de rodillas entre las piernas de su pareja aún con su pícara sonrisa.

Sus pequeñas manos fueron hasta el cinturón para desabrocharlo.

Su vida en Seúl [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora