5. Pequeños Esfuerzos

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En la vida todos suelen hacer un esfuerzo si a cambio obtienen un bien mayor.

Changbin hacia un pequeño esfuerzo al ignorar las protestas que ponían los demás al cumplir todos los antojos que tenía su mejor si así podía ver la manera en que los ojos de su omega desaparecen al sonreír.

Félix hacia un pequeño esfuerzo de agacharse para tomar todas las cosas que ambos dejaban en el piso si de esa forma podía convivir con su esposo en lugar de que otro lo ayudé.

Siempre se ayudaban mutuamente con la intención de estar con el contrario, así como este momento el alfa se esforzaba por no ir a interrumpir en el estudio donde su menor estaba bailando con Seungmin.

-- Deberías descansar -- recomendó el castaño al menor.

Félix nunca se había cansado sólo por hacer estiramientos, se sentía demasiado pesado y tosco, como si no pudiera moverse bien.

-- De ninguna manera -- rechazó el pelirrosa.

El omega trato de recrear la primera rutina de baile que hizo en una competencia, no llevaba nisiquiera la mitad de la coreografía cuando creyó que devolvería la comida. No se dará por vencido tan pronto.

Fue hasta que terminó hasta el último paso de baile cuando se deshizo de toda su terquedad y se sentó a descansar y beber agua. Kim lo miro con una sonrisa.

-- Es todo por hoy, no te sobre esfuerces, Lix -- recomendó el contrario.

Su amigo acompaño al pequeño a ver a su esposo antes de regresar a casa, por todo el sudor Félix liberó muchas feromonas y por cada paso que daba su olor llamaba la atención.

Golpearon la puerta del estudio tres y el pálido abrió con una sonrisa. Abrazo a su omega ignorando que el mismo le dijo que estaba lleno de sudor.

-- ¿Ya se van? -- el segundo más bajo asistió dejando besos por el rostro ajeno.

En cuanto entro a casa el menor se dejó caer en el sillón de la sala para descansar, sus músculos dolían como el infierno y no quería moverse

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En cuanto entro a casa el menor se dejó caer en el sillón de la sala para descansar, sus músculos dolían como el infierno y no quería moverse. Pero necesitaba preparar la comida no sólo por que tiene hambre sí no para que cuando llegue su alfa puedan comer juntos.

Se levantó a duras penas, su vientre había crecido lo suficiente para que el botón de toda su ropa interior no cerrará y los deportivos lo apretaba demasiado. Se quitó la ropa deportiva quedándose en ropa interior.

Preparó la comida en diferentes partes pues se distraía comiendo de algún ingrediente.

-- ¡Qué linda forma de recibirme!

Félix dio un salto sorprendido al ser atrapado comiendo de las papas fritas que le había sobrado hace unos días. El pelirrosa tenía las mejillas llenas y algunas migajas en los muslos descubiertos.

-- Te ves muy tierno de esa manera, Lix -- dijo con voz melosa.

Lo levantó como princesa y fue hasta la sala donde se sentó con el otro en el regazo. Acarició el crecido estómago de su esposo mientras besaba la mejilla del menor.

-- Me encantas -- el pelirrosa sonrio y dejó un casto beso en los labios del otro.

Estaba cerca del segundo mes de embarazo, pero el alfa no podía esperar a poder tener a su hijo entre brazos y poder meterlo entre sus brazos.

-- No creo que tengas hambre -- Félix lo contradijo --. Espera aquí.

Lo dejo a un costado y se levantó para servir en dos platos lo que preparó y los llevo hasta la sala. Comieron "viendo la televisión", el mayor prefería ver como el otro se llenaba la boca y sus mejillas se inflaban.

Cuando el omega terminó se acurrucó en los muslos de su esposo, se quedó pensando en todo lo relativo a su futuro cachorro, según los estudio todo iba bien, ahora sólo queda la parte de soñar hasta que el pequeño ángel llegue a sus vidas.

-- Binnie. ¿Qué quieres que sea? -- él acarició su vientre.

-- Lo que sea va a ser perfecto para mi -- respondió sonriendo tranquilo.

El pelirrosa arrugó la nariz en desacuerdo a la respuesta, incluso él tiene una preferencia.

-- De acuerdo -- suspiro rendido --. Me gustaría que fuera niño, ¿feliz?

Eso fue suficiente para que la imaginación de su pequeño comenzará a volar. Feliz se dio cuenta que en su mente estaba creando una mini versión de su alfa y eso provocó que recuperará su perfecta sonrisa que convierte en líneas sus ojos.

-- De que te ríes -- pellizco la bultosa mejilla.

-- Me imaginé una versión de ti -- dijo meloso, le encanta la idea de que su pequeño se parezca al pálido.

-- ¿Y si es niña?

-- No hay mucha diferencia, sólo tu con el pelo largo -- vio como torcia la boca.

Changbin apoyo su brazo en el respaldo del asiento para más comodidad, en el fondo el azabache sentía que sería un cachorro.

-- Yo quiero que se parezca a tí -- dijo uniéndose a esa burbuja de ensueño olvidando el trabajó --. Por lo menos físicamente tus mejillas, tus labios y tu forma de sonreír.

Conversaban sobre la apariencia del bebé independientemente si es varón o mujer. Paso un tiempo y el alfa no regreso a la oficina prometió terminar los pendientes durante la noche.

Nunca tocaron el tema de la casta, ninguno le daba importancia a eso.

Ahora cada que pensaran a su bebé se imaginaron a un cachorro con la tez canela con los ojos del mayor, los labios de Félix y el cabello oscuro.

-- Sea como sea nuestro bebé será precioso.

Su vida en Seúl [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora