Madara solo permanecía en silencio, escuchaba como el hombre seguía explicándole que era ¡su hermano! No sabía que pensar, él se había rendido hace mucho en lo que se refería a su familia, él siempre pensó que si lo habían abandonado era porque no lo querían y entonces él también se olvidaría de ellos, sin importarle nada, siguió adelante, a pesar de que su camino se hundió en la oscuridad, aunque no lo noto hasta que conoció a Minato, ese hermoso hombre rubio que llenaba su mente de dudas y miedos, había intentado de todo, para que Minato se mantuviera lejos de su vida criminal, y resulta que termino envuelto en un problema, ¡que él no había provocado! Él no había matado al cabecilla de aquella banda criminal y no entendía porque lo culpaban, quizás había sido algo interior, algo para quedarse con el puesto de cabeza principal. Trato de ignorar el otro tema, y se centró en la mirada del hombre, que seguía hablando, ¡el que decía ser su hermano! Le paso una hoja de papel, Madara la tomo en sus manos y la leyó, era una prueba de ADN, estaba seguro que se aprovechó de que había estado postrado a una camilla por culpa de todas sus heridas, y le hizo la prueba.
-Si comprendes, te estuve buscando todo este tiempo – le aseguro Izuna – te robaron cuando mi madre dio a luz
-¿Por qué ahora? – Pregunto simplemente – tenías que aparecer cuando mi vida ya estaba vuelta mierda
-Te estuve buscando todo este tiempo, ya te lo dije, pero nunca pensé que serias un…matón – comento con seriedad
-La vida me dio limones, y yo hice limonada, desgraciadamente no me dieron azúcar – aseguro Madara con una leve sonrisa
-Entiendo…no tuviste una buena vida ni a nadie que te apoyara pero… - Izuna soltó un suspiro - …te encontré, y mi madre está muy enferma, pero estoy segura de que ella desea verte, ella siempre ha estado pensando en ti, ella siempre ha creído que estabas vivo, y tenía razónMadara sonrió ¡¿Debía estar feliz cierto?! Se acaba de enterar de que tenía familia, hermano y un apellido, pero no podía hacerlo, un guardia de seguridad nacional acaba de descubrir que era un asesino, era obvio que su destino era prisión, por eso lo fulmino con la mirada, y el hombre pareció leer sus pensamientos.
-Tienes dos opciones Madara – comento Izuna – sé que sabes bien, que con mi cargo no te puedo dejar estar por ahí simplemente porque seas mi hermano recién descubierto, debes ir a prisión
Madara se reclino en la silla, y miro a través del cristal, sentado con una hermosa sonrisa, Minato jugaba con Naruto, tal parecía jugaban mientras le enseñaba los números, lo vio como hacia hasta diez con los dedos, y Minato le aplaudía y le abrazaba, de seguro que había dicho todo bien; volvió su mirada a Izuna solo por un momento, no negaba que se parecían pero…al diablo todo, él amaba a Minato, lo que pasara con él no le importara, pero ese rubio era su vida y no permitiría que nada malo le pasase, alejándose de él, quizás Minato pueda seguir el camino blanco e impoluto que debió seguir toda su vida, ese rubio maravilloso y guerrero, era un luchador nato, que no se había dejado derrumbar, y que lo daba todo día a día por su hijo, sabía que tendría unas cuantas cadenas perpetuas encima, pero, si el amor de su vida estaría bien entonces su vida ya no le importaba, estaba seguro de que nunca olvidaría sus caricias, sus besos, su cuerpo desnudo, sus suaves gemidos, y la dulzura con la cual le decía que lo amaba todas las noches.
-Tienes que tomar una decisión – escucho de nuevo la voz de “su hermano” – sé que te importa mucho ese hombre y su hijo, así que, o puedes ir a prisión y le dejaremos todo el dinero a él, o nos prestas tu ayuda, entrenas y te vuelves parte de algún escuadrón militar pero no te dejaremos el dinero, pero podrás vivir como una persona normal y estar con ellos dos
-Entonces la respuesta es fácil – contesto Madara sonriendo sin dejar de ver hacia Minato, en cuanto sus miradas se cruzaron, su corazón dolió – iré a prisión y que todo lo que tengo pase a manos de Minato, el departamento, el dinero de mi cuenta bancaria, el automóvil, todo
-¿Prefieres eso? – pregunto un poco sorprendido
-¿Pensaste que quería pasar mi vida junto a él? – Izuna alzo una ceja en cuento escucho eso – No me mal intérpretes, amo a Minato y esta es la primera vez que amo a alguien, pero Minato necesita ese dinero más de lo que me necesita a mí, todo el dinero y las cosas que tengo, no las ganaría de nuevo, pero él lo necesita todo, podrá vivir sin la necesidad de trabajar, tendrá suficiente dinero para sus estudios y para los de Naruto, inclusive para pagar su universidad, él se graduara dentro de poco ¿sabes? Lo único que me hubiera gustado es haber estado en su graduación, pero eso no importa
-Eso es un pensamiento algo frio – aseguro Izuna observando como Madara, simplemente juntaba sus manos y las estiraba frente a el
-Muévete y espósame, o ¿me dejaras despedirme de Minato? – Pregunto haciendo que Izuna frunciera el ceño – Y te aclaro que él no tiene nada que ver en esto, si te atreves a involucrarlo en esto, no respondere
-¿Me amenazas? – pregunto alzando una ceja
-Si se trata de Minato, pues si, tómalo como una amenaza
-Le diré que pase – dijo eso simplemente, al notar la convicción de ese hombre, ¿tanto quería a ese rubio?
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Amor letal
FanfictionMinato Namikaze es un estudiante universitario que lleva una vida casi secreta y complicada desde que su esposa murió, hasta que conoce a un hombre mayor que mejorara su vida pero también la convertirá en un desastre cuando le robe el corazón; pero...