Capítulo VI: Brazalete.

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Ella miraba la fotografía; era Cassidy Marie.

Se envenenaba con cada segundo que pasaba.

-Seré tu mayor desgracia -Sonrió falsamente, su mirada reflejaba completa ira-. Ya te quité parte de los tuyos, no me va a costar destruir a los demás.

-Pareces psicópata -Sonrió él depositando un beso en la coronilla de su cabeza y ella inclinó la cabeza para verlo mejor-. Me encanta -Besó su boca provocando una pequeña risa de ella.

-Y te va a encantar más cuando logre matarla.

-Estaré en primera fila para apreciar el espectáculo -Ella sonrió de manera maliciosa y volvió a besarlo.

Sin él, el plan no estuviera yendo como ella quería.

***

Jasper caminaba por el centro comercial, cabreado. Iba a restaurante de comida rápida a toda velocidad.

Sandro lo había llamado para decirle que no tenía que esperarlo ya que había sido despedido. En plena película, porque Jasper estaba en el cine del lugar, dio un grito, asustando a todos los que allí estaban.

-¿Cómo pueden despedirlo? -hablaba consigo mismo- De mí no se salvan.

Él estaba de esa manera porque, además de ser injusto, Jasper ya no podrá comer gratis.

Ya habían salido de la universidad y Jasper siempre esperaba a Sandro para luego ir a estudiar.

Miraba el suelo mientras seguía murmurando, pero por alguna razón, se sentía extraño, pesado, algo incómodo... Como si alguien lo estuviera viendo. Por ello, se giró, encontrándoselo a unos metros de él.

Jasper se tapó la boca, sorprendido, impresionado.

Pensaba que se había vuelto loco.

-Hola, amiga -Austin Reeve hizo un ademán con la mano, ninguno de los dos caminaba; Austin porque no lo iba a hacer y Jasper porque no lo podía hacer. Él era el único que podía decirle así sin que Jasper se molestara-. Me aparezco ante ti para avisarte.

-A-abuelo... -Fue lo único que logró decir el gemelo.

-Sí, sí, impresionante -Jasper dio un paso-. Pude escapármele a Diosito un momento, porque sí, fui al cielo -Jasper rió dando otro paso-. Pero bueno, a lo que vine -Austin se puso serio, algo que no es común en él-; la familia es primero. No creas lo que te dicen otros. Espero que sepas y entiendas a qué me refiero. No te hará bien...

-¡Jasper! -exclamó Sandro corriendo hacia él, se giró al escuchar su voz y volvió a mirar hacia su abuelo.

No estaba.

-¿Qué te pasa? Estás pálido -Sandro tocó su frente.

-Na-nada -Se apartó y comenzó a caminar, buscándolo con la mirada.

-¿Puedes creer que me hayan despedido por no ir cuando me habían dado vacaciones? -espetó Sandro. Jasper reaccionó pero no paraba de buscar a su abuelo.

Jasper volvió a molestarse, porque así de bipolar es.

-No, no lo entiendo, no lo comprendo, no me da la mente para buscar una razón. ¡Lo peor es que según él, eras de sus mejores trabajadores! -espetó frunciendo el ceño- Pero tranquilo, le quemaré el local, no pueden quitarme la comida -Sandro comenzó a reír. Por muy molesto de estuviera, es imposible seguir estándolo cuando Jasper habla.

-No sirves, Jasper -Llegaron al estacionamiento y se subieron al auto.

Sandro comenzó a hablar pero Jasper no le prestaba atención desde que vio a Austin Reeve despedirse con la mano entre los autos. Se pasó el torso de las manos por sus ojos y volvió a mirar el lugar, ya no estaba.

Vendetta. - [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora