Capítulo 40

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Negué con la cabeza desaprobando lo sucedido y me puse de pie.

- Mira tu labio- acaricié su mejilla- ¿No te duele?- le pregunté y se puso de pie.

- En lo absoluto- sonrió- Valió la pena hace mucho tiempo que quería poner en su lugar a esa idiota- me tomó por la cintura y nos hizo girar dejándome de espaldas hacia la escena de la cafetería.

- ¿Y por qué?- pregunté tratando de averiguar por qué le detestaba tanto.

- Es una creida- soltó molesta- Cree que le tengo miedo- rió.

- No le hagas caso- le dije dando un beso en su mejilla- ¿Seguro que no te duele?- su labio estaba hinchado, se veía graciosa.

- Te dije que no- pasó su manos por mi cintura abrazándome, estábamos en la cafetería a brazadas, esto si que era un avance.

- Ere una mentirosa- le dije riendo.

- Claro que no- dijo ofendida- Ya te dije que no es nada- suspiré, jamás aceptaría que me dolía.

- ¿Iremos al juego?- pregunté cambiando de tema.

- ¿Iremos?- se burló y negó con la cabeza- Yo no, estoy suspendida y eso incluye todas las actividades extracurriculares- explicó- Pero tú si, tú eres porrista- me recordó.

- Ya te dije que si tú no estás en el equipo dejo de ser porrista- puse mis manos en su cuello y lo acaricié lentamente.

- ¿Por qué entraste entonces?

- Por ti- confesé y abrió los ojos a tope- Cuando supe que estabas en el equipo entre- sonreí.

- No te creo- entrecerró sus hermosos ojos.

- De verdad- afirmé- Sólo por ti Kim- no estaba siendo del todo sincera y por primera vez en mi corta vida. Me dolía mentir- Así que no iremos- le sonreí de oreja a oreja.

- Sabes... me gustaría ir a ver como pierden el partido sin mi- levantó ambas cejas.

- ¿Ahora quien es la creída?- me guiñó un ojo y se acercó lentamente a mi pero el estruendoso timbre nos interrumpió obligándonos a ir a clases. Taeyeon rodó los ojos y yo reí.

- Vamos- le dije tomando su mano.

- No- soltói mano- Tú irás- sonrió- Por enésima vez te recuerdo que estoy suspendida- miré hacia abajo. ¡Una semana sin verla! No sé si resistiría

- Entonces...- dije viendo como todos comenzaban a desaparecer de la cafetería- ¿Nos vemos luego?- pregunté esperando un "si".

- Tal vez- contestó como si no tuviera el mínimo interés en verme. Mi mandíbula casi perfora el piso. Soltó una risa y nuevamente se acercó a mi más rápido tratando de capturar mis labios, pero corrí mis rostro- ¿No me vas a dar un beso?- preguntó mientras me veía tiernamente.

- No- le sonreí y me di la vuelta para salir de la cafetería.

*

Martes. Bajé de mi auto, no podía evitar sentirme desanimada. No sólo por el hecho de que la apuesta con Jessica me preocupaba, si Taeyeon se llegará a enterar ni siquiera quiero imaginarme como se pondría. Tenía que terminar con esto ahora mismo.

Levanté mi mirada y ahí estaba, recargada en la maletera de su auto. Vestía unos pantalones camuflados y una camiseta negra ajustada que simplemente me dejaba sin aire.

- Hey- escuché que me llamaba- Hey- una vez más, sin embargo no volteé. Pude escuchar sus pasos detrás de mi- Te estoy hablando- dijo sujetandome del brazo para evitar que siguiera caminando.

- Discúlpame pero no recuerdo que mi nombre fuera "Hey"- volteé para verla de frente.

- ¿Qué haces aquí?- se supone que está suspendida.

- Vine por ti- dijo sería.

- ¿Por mi?- reí.

- Si, es más o menos como un secuestro- una vez más reí y a lo lejos se escucho el timbre que indicaba que comenzaba primera hora.

- ¡No!- dije molesta- Una vez más tarde Hwang- fingí la voz del maestro Hoffman.

- ¿Tarde?- se acercó y retrocedí- Más bien... Hwang, falta- con un rápido movimiento me cargó y me acomodó sobre su hombro.

- ¡Qué te pasa! ¡Bájame!- grité mientras pataleaba y al mismo tiempo trataba de cubrirme. Evidentemente hizo caso omiso a mis gritos y me hizo subir al auto.

- ¡Tiffany!- ese par de gritos me hicieron sobresaltarme, volteé y eran Irene y Sehun quienes habían coreado a todo pulmón mi nombre.

- ¿Qué hacen aquí ustedes?- pregunté sorprendida- Han faltado a clases- tapé mi boca como si fuera lo peor del mundo, ambos rieron y Taeyeon subió por el lado del piloto.

- Claro, como tú estás suspendida nadie más irá a clases- le dije en tono de reproche.

- Una falta no te hará daño, además...- se calló.

- ¿Además que?- pregunté pero no respondió, solo puso en marcha el auto.

- ¿Por qué todos se visten así?- al igual que Taeyeon, Irene y Sehun también vestían pantalones camuflados y camisetas iguales.

- Porque iremos a...

- ¡Shh!- Taeyeon y Sehun interrumpieron a Irene antes de que me informara a donde me llevaban.

Después de veinte minutos de trayecto, Taeyeon al fin se detuvo y estacionó.

- Llegamos- dijo despues de apagar el auto.

- Vaya- contesté con fastidio. Abrí la puerta y bajé- ¿Qué es esto?- no sé si estaba sorprendida o asustada. Era una terracería enorme y a lo mucho estaban seis autos estacionados. Había una gran malla de tels verde que evitaba ver que había del otro lado. Nadie me contestaba, solo se reían cómplices hasta que finalmente Taeyeon rodeó el auto y se acercó a mi.

- Juguemos Paintball- pasó su brazo por mi hombro y cerró la puerta del auto.

- ¿Qué?- reí amargamente- Tienes que estar bromeando ¿no?- jamás había jugado y no me interesaba en lo más mínimo.

- No.

- Vamos, será divertido- dijo Irene tomándome de la mano y haciéndome correr hasta la malla verde. Era una tontería que la pequeña estuviera emocionada y yo prácticamente aterrada.

- No, Taeyeon- la llamé- Mejor yo las veo jugar- sonreí- Desde el auto- soltó una carcajada.

- Eres una cobarde Hwang- se burló- Irene tiene seis años y le encanta- la fulminé con la mirada.

- Cállate- la golpeé- Además mira...- señalé mis tacones- Y ni creas que ensuciaré este vestido- la señalé mientras la veía fijamente.

- Ah cierto, casi lo olvidaba- se dio la media vuelta y corrió hasta el auto, abrió la maleteros, sacó unos tenis míos y lo que parecía tambien ropa.

- ¿De dónde la sacaste?- pregunté sorprendida.

- Hicimos una parada en ti casa, afortunadamente tu mamá no estaba- sonrió- Y le dijimos a la chica que nos habías enviado por ropa- extendió las cosas hacia mi- Así que ya no tienes excusas- tomé los tenis y la ropa- De todos modos aquí te prestarán equipo- ¿Qué?- Vamos- tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos, para luego prácticamente llevarme a rastras.

me, myself and i; taenyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora