🌻; Historias Curtas

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Little (castellano)
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Una habitación pequeña, sencilla como su dueña, de colores cálidos, no demasiado vivos, pero sí lo necesario.
Una ventana amplia, decorada con una simple maceta, que es suficiente para darle vida a la estancia.
Una silla, colocada de forma que se puede ver directamente a la ventana. Encima tiene un libro, de tapa roja, cuyo título es Little.
Dicho libro suele ser leído por una joven, que puede pasarse horas sentada, unas veces leyéndolo y otras mirando hacia la ventana. Hoy no es la excepción.

(...)

- ¿Madison? ¿Otra vez leyendo el libro?- le pregunta alguien entrando al cuarto.

- Ana- deja el libro- Sí, ya sabes que me encanta, me hace reflexionar y aprender nuevas cosas sobre mí, y sobre el mundo en sí.

- Hablas como si fueras una filósofa- dice Ana mientras se ríe y se tumba en la cama.- ¿Sobre qué has reflexionado esta vez?

- ¿Seguro que te interesa saberlo? No eres muy dada para estas cosas- inquiere Madison mientras intenta que no se le escape una carcajada.

- Madison, un respeto, encima que te venga a visitar- dice Ana tratando de sonar enojada, algo que no parece conseguir, ya que Madison solo se ríe.

- Estaba pensando como es que las cosas pequeñas, al final, son las que más importancia tienen. Fíjate en la pequeña flor. En el conjunto de la ventana es lo que llama más la atención, ¿por qué? ¿Por ser más pequeña que el resto de cosas? No lo sé, creo que hay un transfondo. Es cierto que llama la atención por ser pequeña, pero el color también influye, es el más vivo de esta habitación. Además la luz le da la mayor parte del día haciéndola destacar sobre el resto, que está más en penumbra. Todo se ha dispuesto para hacerla destacar, para hacerla la más importante. ¿No pasa lo mismo en nuestro día a día? - para por un instante.

- Por otra parte, siempre nos dicen: «quédate con los pequeños detalles, porque son los más importantes». En cierto modo, es verdad. La gente que en verdad se preocupa por nosotros, y nos quiere, tienen pequeños detalles con nosotras. Nos preguntan qué tal nos va. Nos comprar algo porque simplemente hemos pasado por su mente y han dicho: "mira, seguro que le gusta". Nos animan en los peores momentos, sin necesidad de que se lo digamos. En sí, se dan cuenta de las pequeñas cosas que nos hacen felices y las llevan a cabo.- vuelve a detenerse.

- Mmm... también somos más felices cuando somos pequeños, ¿no? Somos más inocentes, con menos responsabilidades. No le damos importancia a las imposiciones. ¿No crees?- menciona Ana, intentando seguir con la reflexión de su amiga.

- Sí, en cierto modo, sí- responde Madison sonriendo.

- Entonces, ¿algo pequeño es igual a felicidad?- inquiere Ana.

- Si lo quieres ver así- comenta Madison riendo.- Yo diría que todo está dispuesto para que las cosas pequeñas destaquen y, en cierto momento, sean importantes. La parte más feliz de nuestras vidas, o la que opina la mayoría que es la más feliz, es nuestra niñez, cuando somos pequeños y pequeñas, por lo que creo que eso nos condiciona a ver lo pequeño como algo importante, porque para nosotros fue importante ser pequeños. Además, si lo piensas de otra manera, somos un conjunto de pequeñas cosas, sobre todo de pequeños recuerdos de momentos que nos han marcado, que han determinado nuestra forma de ser. Pero también creo que hay más factores que influyen, como ya dije la flor no solo destaca por como es, sino por su alrededor, que la ayuda a destacar. No sé...

¿Qué significa para tí la palabra "little"?

(...)

-E.B.