🌬️;

163 2 0
                                    

Breathe (castellano)
__________________________________

-Me da igual, ¡no he pedido tu opinión!- alguien grita y cierra una puerta con fuerza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Me da igual, ¡no he pedido tu opinión!- alguien grita y cierra una puerta con fuerza.

Se detiene, y mira por la ventana.

Lluvia, nubes que sumen el día en oscuridad, una brisa fría, que no llega a congelar... Parece que el tiempo acompaña a su situación.

Comienza a andar, no sin antes ponerse sus auriculares para, de algún modo, evadirse del mundo.

Breathe, de Sabrina Carpenter, empieza a sonar.

...«Creo que estoy alcanzando mi límite.
¿Puedo exhalar un minuto?
¿Puedo sacar esto a la luz?
¿Puedo sentarme un segundo?
¿Puedo respirar?»

Se identifica tanto con esta canción, que no se preocupa de a dónde va, si alguien la sigue, si miró al cruz...

¡Pum!

-¡Laura!- gritan a lo lejos.

El pitido de un coche retumba en el ambiente, por un momento nadie es capaz de decir nada, de hacer nada.

Yace en el suelo una chica de corta edad, con uno de sus auriculares puesto y el otro caído, que casi no es visible, debido a la sangre que lo cubre, cada vez más abundante.

La música sigue sonando.

«Intento ser un ángel, pero no creo que pueda.
Creo que estoy alcanzando mis límites...».

Se corta y de pronto todo cobra vida, suenan sirenas, sollozos, gritos, reclamos... Reina el caos.

(...)

-¡Laura, Laura! Abre los ojos, ¡por favor!- llora alguien, mientras le agarra la mano débilmente- No quise decirte todas esas cosas hirientes, solo estaba enfadado... solo quería que me dejarás ayudarte, por fa...- Es interrumpido por uno de los médicos.

-Necesitamos llevárnosla ya, sino no sobrevivirá, por favor, aparte-.

(...)

Un chico está parado delante de una puerta. Mueve las manos frenéticamente, dudando si entrar o no. Incluso, parece que habla consigo mismo.

Respira.

Su presencia cambia, ahora se le nota decidido. Abre la puerta.

(...)

Una chica está postrada a la cama de un hospital, pálida. La viveza la ha dejado. Parece que no va a recuperarse, pero...

Respira.

Mientras un chico a su lado le habla, esperando que, en verdad, lo esté escuchando.

- No quise poner el mundo a tu espalda, no quise que tuvieras que escucharnos a todos opinar sobre cosas que no nos preguntaste, no quise que alcanzaras tu límite... Solo quería ayudarte, pero no te deje hacer lo único que necesitabas... Respirar... Y ahora es lo único que haces, parece irónico... -

Respira.

- Y ahora yo no puedo parar de hacerlo...-

Respira.

- Solo quiero que despiertes, solo quiero que hablemos... solo quiero que no te vayas...-

(...)

«¿Puedo respirar?

Na na na, na na na, nay.
Na na na, na na na, nay.
Na na na, na na na, nay.
Na na na...».

-E.B.

🌻; Historias CurtasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora