Capítulo 1: La Chica Del Aeropuerto

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RENATA

Después de terminar de armar mis maletas baje al primer piso a despedirme de mi familia, me despido de ellos con un fuerte abrazo que para ser sinceros, no quisiera marcharme de aquí, pase toda mi vida en este país, en esta casa, con las personas que más me importan y que siempre han estado para mí, pero que sobre todo amo con toda mi alma, pero supongo qué de eso se trata la vida, ¿no? De crecer y volar... Sin importar a donde nos lleve la vida

Sin más pretextos por quedarme unos segundos más junto a ellos, me despido por última vez y me subo al taxi que me llevará al aeropuerto, mientras me alejo de ya mi antigua casa, memorizo cada pequeño detalle y observó atentamente por última vez desde mí ventanilla el lugar por donde tantas veces camine, dónde creé recuerdos inolvidables que me acompañarán el resto de mi vida. Observó por última vez el lugar dónde fui tan feliz y al que probablemente no regrese en un largo tiempo.

Definitivamente, hoy dejó mi familia para empezar una nueva vida, en otro país, en otra casa, sóla como una chica madura e independiente
Después de todo mi esfuerzo por dejar a mi familia vale la pena, porque me voy a cumplir uno de mis mayores sueños, estudiar una maestría en diseño y también algo de modelaje en mis tiempos libres, eso es algo que desdé niña me gusta y me divierte mucho, además deja una buena suma y la necesitaré.
Seguro se están preguntando porque no estudiar aquí, pues aquí estudió es sólo que salí becada en una de las mejores Universidades de New York, sí, seré Americana, me duele alejarme que las personas que han estado a mi lado desde que tengo uso de razón, pero esto es por lo que he trabajado toda mi vida y estoy a punto de conseguirlo, sólo me quedan dos años para graduarme y también me llamaron para notificarme que tengo una campaña completa de sección de fotos para una marca muy importante.

La suerte esta de mi lado

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El reloj daban las 8:00 A.M cuando llegué al aeropuerto, mi vuelo al parecer se atrasó 40 minutos así que sólo me dispuse a esperar ese tiempo...

Pasó una hora y media... Sí, hora y media de los dizque «40 minutos»

Estoy sentada en una de las butacas de la sala de espera del aeropuerto, mis manos están sudando y mis piernas tiemblan, estoy nerviosa, es la primera vez que subiré a un avión y ya de por sí yo no soy precisamente la persona más paciente del planeta y sí algo me molesta es la impuntualidad

Agarre mis maletas y fui a quejarme a la recepción

─Buenos días señorita, ¿en que puedo ayudarla? ─preguntó amablemente la recepcionista que lleva por nombre Laura en su etiqueta

─Quiero saber porqué mi vuelo no a llegado, tendría que haber abordado hace más de 1 hora señorita

─Lo se y tampoco me explico el porqué de la tardanza señorita, ni siquiera nos han notificado la causa del atrasó, pero si gusta podemos cambiar su vuelo, ahí uno que sale justo en 10 minutos ─oh vaya, apenas me avisan

─Si por favor, la verdad me urge salir ya ─la recepcionista tomo mi pasaporte y mi boleto, lo cambio por el que justo salía ahora, pagué la diferencia y me encamine por mis maletas a mi asiento

«pasajeros con destino a New York, Estados Unidos, dirigirse por la puerta de abordaje número 9»

Increíble, ¿no? ahora sí no soy yo quién se apura perderé el vuelo

Agarre mis maletas y empecé a correr hacia el avión antes de que me deje tirada, pero de un momento a otro sentí mi pie torcerse y tropecé con un chico que iba caminando en mi misma dirección, y para cuando fui consiente de que caería ya me encontraba en el suelo con él chico debajo de mi, quién traía un vaso desechable en sus manos... Ups! Mierda

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