Apareciste Tú: El Romance #ERENA1

Capítulo 11: Quiero Protegerla, Siempre

ERICK

Jamás imaginé que las cosas con Renata fueran a marchar tan bien, es que joder, ella es lo que siempre necesite y ni siquiera sabía que quería. Con ella siento que el tiempo no pasa, por ella estoy empezando a sentir algo qué núnca antes había sentido por nadie, ella hace que me sienta completo, y feliz, creó que desde hace mucho tiempo no me sentía tan bien como lo estoy cuando estamos juntos.

Ella acepto ser mi novia, acepto intentarlo y no voy a decepcionarla, no haré lo que su ex novio le hizo, no se cómo le haré pero ella superará ese pasado tan doloroso, ella lograrás olvidarlo, y será feliz conmigo, o sin mi.
Núnca cruzó por mi cabeza que alguien como ella halla sufrido de esa forma por culpa de un idiota, cuándo ella me quito de encima y le miró con tanta rabia y dolor me desesperé, no entendía que le pasaba, yo no la estaba obligando a nada, pero lo comprendí todo cuándo me contó lo mucho que sufrió hace algunos años, ¿Cómo un hombre puede ser capaz de hacer algo semejante?, ¿Cómo puede ser tan cobarde, tan ruin? Jamás lo entenderé, acepto que a lo largo de mi vida he estado con muchas mujeres pero jamás he obligado a una mujer a acostarse conmigo, simplemente me da bronca pensar que ahí hombres capaces de abusar, golpear y maltratar a una mujer tanto psicológica cómo físicamente.
Ella rompió en llanto al contarme su historia con ese chico, se veía tan vulnerable que me daban ganas de abrazarla tan fuerte y núnca, núnca soltarla.

Quiero protegerla, siempre.

Hoy se que con ella tengo que ir despacio, no quiero que se sienta presionada, y cómo ella dijo, dejemos que las cosas fluyan.
Ella confía en mí, y hoy lo confirme al confiarme algo tan delicado de su pasado, ella confía en mí y no la defraudaré, haré todo lo que este a mi alcance por verla bien, quiero hacerla sonreír todos los días, ella tiene que brillar.

─Buenas noches. ─dije sonriente al entrar a la casa y ver a mi amigo sentado mientras veía algo sin importancia en la televisión, digo ya que rápidamente la apagó y se me quedó viendo seriamente.

─¿Como te fue, Erick?, ¿Que paso?

─En pocas palabras, fue la mejor noche de toda mi vida. ─dije y me tire en el sillón a su lado

─Pero cuenta me, ¿que paso? ─insistió curioso, cómo siempre

─¿¡Normal!? ─dije con cierta picardía y él lo captó al instante ya que se cruzó de brazos y elevó las cejas

─¿Que hiciste? ─preguntó en modo de advertencia y reí sin darle respuesta alguna ─Vamos Erick, te conozco perfecto. ¿Que pasó? ─insistió

─Nada, sólo un par de besitos y ya... ─me límite a responderle y él seguía viéndome, sabía que había algo que seguía sin contarle ─Y le propuse ser mi novia

─¿Aceptó? ─pregunto él aún estando seguro de cuál sería mi respuesta

─Sí. No sabes, esa chica me tiene loco.

─Quién lo iba a decir, el más fiestero y mujeriego de todo Los Angeles, enamorado por primera vez. ─ríe mientras no quita la vista de su celular

─¿Enamorado? ─pregunte sorprendido por sus palabras, «Amor» es una palabra muy grande y es una que núnca a estado en ninguna etapa de mi vida y la verdad no me importaba, siempre pensé que era algo innecesario, que el amor debilita a las personas, las hace dependientes y núnca me gustó la idea de que mi felicidad dependiera de una alguien, pero con ella núnca lo ví desde ese punto de vista y ahora que él lo dice de tal forma me hace ver lo equivocado que estaba, y creó que estoy sintiendo algo más que sólo cariño por ella.