RENATA
Esta mañana cuándo me desperté y vi a Erick dormido a mi lado lo primero que vino a mi mente fueron los recuerdos de la maravillosa y fogosa noche que tuvimos juntos. Puedo decir que fue de las mejores noches de sexo que he tenido con él.
Lo observé dormír tan plácidamente que no fui capaz de despertarlo, deje un tierno y suave beso en sus labios y sin intentar despertarlo salí de la cama para dirigirme al baño a darme una merecida ducha, la sobredosis de sexo que tuvimos me lo aclaman de rodillas.Tarde aproximadamente unos 40 minutos en ducharme, necesitaba despabilarme y relajarme bastante, cuándo sentí que estaba lista para empezar el día, salí de la ducha y envolví mi cuerpo alrededor de una toalla enorme y me encaminé a la habitación en busca de algo de ropa limpia que ponerme, no tengo ropa aquí ya que núnca me quedo a dormir, pero la ropa de Erick seguro me va a ir bastante bien. Cuándo entre en la habitación me encuentro con Erick sentando en la cama mirando su celular, se ve extraño, como ido, cuando me vio parada en la puerta soltó su celular de golpe y me miro muy serio, puedo jurar que se le fue el color de la cara, como si algo malo estuviera pasando.
Me dirigí a él con una sonrisa, para ver si así cambiaba su expresión, le di un beso casto en los labios de buenos días, pero seguía igual de ido. Cuándo le pregunté si pasaba algo, me aseguró que no y salió de la habitación dejándo un beso en mi frente, lo seguí preocupada y lo único que hizo fue cerrar me la puerta del baño en las narices. Grosero, pensé.
No creó que este así por lo de anoche, eso quedó más que claro, lo arreglamos..., y vaya que lo arreglamos.
En fin, estoy segura de que no es eso, y no hace falta ser un genio para darse cuenta de que algo lo tiene así de nervioso, y me preocupa un poco, no me gusta verlo así.Oh no se, tal vez sólo este viendo cosas dónde no las hay y sólo este cansado y de mal humor. Pero de todas formas no me gusta que me trate con indiferencia.
E ignorando todos esos pensamientos de mi mente, busque en los cajones unos pantalones y una remera de Erick para vestirme. Luego busqué un peine con el cual peinarme, busque en toda la casa y no encontré ninguno, ¿Claro no? Hombres tienen que ser, me pregunto si ellos conocen que es un peine.
Así que sólo tuve que limitarme a secar mi cabello con la toalla.
Mientras esperaba a que Erick volviera para ir a preparar juntos el desayuno, pensé que sería buena idea ordenar un poco su cuarto, empecé a juntar la ropa que se encontraba en el piso de la habitación, cuándo escucho un celular vibrar repetidas veces, busco entre la ropa que deje doblaba encima de la cama, pero no está; entonces lo buscó debajo de las sábanas y lo encuentro, es el celular de Erick.
En la pantalla de este aparece un número desconocido, por un momento dudo en tomar la llamada ya que no se trata de mi celular y es su privacidad, pero vuelve a sonar y entonces pienso, ¿Y si es una emergencia? Así que sin pensarlo demasiado descuelgo la llamada.─¿Bueno? ─hable pero no respondían ─¿Quién habla? ─nadie se escucha del otro lado de la línea y cuando voy al colgar al fin hablan
─¿Se encuentra Erick? ─preguntó la voz de una chica desdé el otro lado de la línea
─De momento no, pero si quieres puedo dejarle tu recado. ─digo amablemente pero extrañada mente colgaron la llamada, entonces veo entrar a Erick en la habitación con una sonrisa, por un momento pensé qué la ducha le cambio el humor, pero descarto esa opción cuando veo que su sonrisa se borra en el instante y su expresión cambia a una molesta cuando me ve con su celular en las manos.
─¿Que carajos haces con mi celular?, ¿Quién llamó? ─preguntó él con enojo, quitándome bruscamente el celular de las manos.
ESTÁS LEYENDO
Apareciste Tú: El Romance #ERENA1
Roman d'amourRenata Miller, es una joven que de pequeña sufrió el abandono de su padre, pero aún así; es entusiasta, alegre y siempre ha intentado ser feliz con lo que su familia le ha brindado. Ella busca cumplir sus sueños, y al mudarse a New York su vida dar...