Apareciste Tú: El Romance #ERENA1

Capítulo 32: Accidentalmente Llegaste Tú

ERICK

Durante casi todos estos días no hemos tenido tiempo de vernos, hemos estado de arriba para abajo, yo con mi trabajo y ella con sus estudios y su trabajo. Pero ella aún más que yo, ha estado muy ocupada con sus exámenes finales del semestre y no he querido molestarla, no quiero distraerla, yo se lo importante que es para ella su carrera, y terminar este semestre con buenas calificaciones. Así que me contuve y me límite a verla por las mañanas al salir del edificio, sólo de pasadita, y a llamarla en las noches, antes de irnos a dormir.

Me he acostumbrado tanto a su presencia en mi vida, a verla todos los días cuando despierto, desayunar u cenar con ella, he extrañado tanto no darle su beso de las buenas noches y dormirme abrazado a ella.
Pero finalmente hoy termina mi tortura, hoy al fin podré verla sin limitaciones y eso me pone feliz, pero su llamada de hace un rato me dejó un poco preocupado, la note demasiado extraña.
Y ni hablar de la forma tan fría y distante en la que me recibió cuando llegue, me evito cuando quise besarla, y la verdad eso me saco de onda, es como si estuviera molesta conmigo y eso me asusta.
Pero a la vez, me preocupa su comportamiento, siento como si algo le estuviese pasando; de a kilómetros se lo ve preocupada, nerviosa y no se, tal vez este alucinando pero veo cierta tristeza en sus ojos.

Oh tal vez sólo este cansada y yo estoy viendo cosas dónde no las hay.
La ayude a poner la mesa mientras intercambiamos algunas escasas palabras y luego pasamos a cenar. La cena estaba deliciosa, sin embargo ella estaba como ida, con decir que casi ni probó bocado, y sólo jugaba con la comida, a estado demasiado callada durante la mayor parte de el tiempo; y juró que hasta por un momento pensé que tal vez...

No,no Erick, no vayas ahí.

─Renata... ─hablé pero ella rápidamente me interrumpió

─¿¡Sabes que no me gustan que olviden las cosas, verdad!? ─asentí, ahora si me preocupa esa pregunta

─¿Olvidé algo, verdad? ─pregunte nervioso, es una pregunta tan tonta, es obvio que se me olvidó algo y por eso se esta comportando así.

─Hoy habíamos quedado de ver juntos lo de Roma, y también dije que tenía que hablar contigo sobre algo importante, pero lo olvidaste. ─soltó ella con una sonrisa tan rota que juro me parte el alma

─¡Mierda! ─chille frustrado, ¿como pude olvidarlo? No,no es que se me olvidó por completo, sabía que algo se me estaba olvidando cuando llegué tan temprano del trabajo, pero no recordé que podía ser esto.

En verdad me siento como un completo idiota, ahora entiendo su indiferencia hacía mí, lo merezco.

─No te preocupes Erick, ya no importa. ─dijo ella, y besó mi frente con ternura antes de levantarse de su lugar, y empezar a levantar la mesa.

No quiero justificarme pero a mi se me olvidan muchas cosas, y estas cosas aún más, debido a que núnca antes llegue a tener un compromiso formal con alguien, ni siquiera una novia de verdad llegué a tener, todo en mi vida hasta hace poco más de un año era sólo sexo, sin compromisos. Y ahora todo esto, son cosas con las que núnca antes en mi vida tuve relación alguna, son cosas que simplemente núnca vivi con nadie y aveces me resulta algo difícil acoplarme a esta nueva vida de niño bueno, por así decirlo.

─Cariño, yo en verdad lo siento y lo siento muchísimo, créeme. ─tome su cara entre mis manos, no dice ni medía palabra pero se ve tan frágil, y su mirada es tan dulce y a la vez refleja tristeza.

─No te preocupes.

─No sí, sí me preocupó porque te amo y detesto haber olvidado algo tan importante para ambos, no quiero ni pretendo justificarme, pero todo esto es nuevo para mí y aún no puedo creer todo lo que he vivido en este último año, y creeme cuando digo que en mis planes no estaba enamorarme, hasta que «accidentalmente llegaste tu» y lo cambiaste todo. ─hice una leve pausa para tomar aire y continúe ─Yo núnca antes había tenido una relación así con alguien, núnca antes había tomado a alguien tan en serio como lo hago contigo. Demonios, te propuse matrimonio. ─dije y ella ríe, mierda, es tan lindo verla sonreír.