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Capítulo [18]

Rebecca...

Decidí enviarle un mensaje a Genaro a pesar de quedar como desubicada. Es que bueno, me preocupa ese chico, siento que tiene muchos problemas. Él me contó algo sobre su depresión. Y sé que no es nada sencillo. Se ha abierto conmigo y siento que yo todavía no lo hice con él. Por eso mismo, sabiendo que no tiene buenas relaciones con sus padres, tomé la decisión de apoyarlo en lo que pueda. Aunque sea leyéndolo a través de los mensajes en la distancia. Después de todo es lo único que podemos hacer estando a kilómetros uno del otro.

Es triste, pero es así.

Rebecca Álvarez (Luzi)

:((

Puedes contarme qué sentís si querés...

Sabés que estoy para escucharte

No te conozco tanto, no nos conocemos, pero quiero hacerlo...

No recibo respuesta. Y eso me preocupa. Miro hacia mi costado. Estoy mirando una película romántica en la que trabaja Sandra Bullock. Es una clásica y todos la conocemos, sin embargo, la estamos viendo por enésima vez solo porque no encontramos ninguna nueva para ver. Estamos comiendo unas papas fritas que hicimos. Nuestros padres salieron a cenar. Hace frío, taparnos con la manta vieja, abriga bastante de hecho. La estación de Otoño casi ni se siente. Parece que no estamos en mayo. Suspiré.

—¿Qué tanta importancia le das al teléfono, Luzi?—me preguntó sacándome de mis pensamientos. Me sonrojo.

—Son los del fandom.

—¿De Teo?—me volteó a ver. Se acomoda en el sofá para quedarse mirándome de costado. Su expresión pícara me da miedo. Busca sacar información—. ¿Qué tal las cosas con el escritor? Marina me mencionó el otro día que...

—¡No puede ser!—golpeo el cojín sonrojada—. Es una buchona...

—En realidad ya lo sospechaba, solo que no me animé a preguntarte. Como te dije, pasás mucho tiempo con el teléfono—curvó sus labios—. Algo había.

No puedo creerlo. ¿Desde cuándo lo sabe? No puedo dejar de evitar sonrojarme. Es que es demasiado vergonzoso saber que tu hermana conoce tu más oscuro secreto. Está bien, no es un oscuro secreto, pero me sigue dando pena. Reconocer que Genaro puede gustarme, me aterra. En especial porque no quiero el amor en mi vida otra vez. Más cuando sé que la posibilidad de que terminemos juntos sea casi nula. Es frustrante.

—Va todo bien. Supongo.

—¿Y él? ¿Tiene interés?

Ja! Sí lo supiera. Genaro es muy amable conmigo y eso me confunde. Puede ser así con todas. ¿Yo qué sé? ¿Cuál sería la diferencia? No tengo señales físicas para comprobar si le gusto, porque obviamente, estamos re lejos. ¿Cómo puedo confirmarlo a través de una pantalla? Sí, cómo no. Soy adivina.

—No tengo idea, Bren—exasperé.

Es la verdad. No tengo idea. No quiero ilusionarme ni tampoco pensar más allá de la posibilidad. Debo resignarme.

—¿Cuál es el sentido de tener una relación a la distancia?—pregunté.

No quise hacerla. Juro que fue en mi mente. Eso creí. Porque claramente mi hermana me escuchó. Ahora siento que cabé mi tumba.

—Ese sentido se lo das vos, Luzi. Si será un noviazgo, no deberías preocuparte. El problema será cuando quieras que sea algo más.

¿Noviazgo? Buena pregunta. ¿Por qué estoy pensando en estas cosas cuando ni siquiera tengo claro qué siento? Suspiro resignada una vez más. Sus palabras me dejan reflexionando un buen rato. Ya no estoy atenta a la película y eso que es una de mis favoritas. No puedo concentrarme porque estoy pensando en el supuesto caso de que suceda algo. ¿Podría soportar una relación a distancia? El solo hecho de imaginarlo me atormenta un poco. ¿Qué pensará Genaro sobre esto?