Rebecca...
Me quiero escapar.
Y precisamente porque no puedo tolerar lo que mis ojos ven. Quiero devorarme otra caja de bombones. Necesito hacerlo en cuanto todo esto acabe. En mi mano tengo mi teléfono con el Messenger abierto. Podría hablar con Teo, pero ella se fue a dormir, por lo que estoy sola y en el intento de convencerme de que no tengo ninguna posibilidad con Mateo. Quiero ser una buena amiga. Y está mal pensar en todo esto. Es difícil. No tanto, sí duele. Demasiado. Duele ver al chico que te gusta besándose con otra.
Mierda, mierda. Quiero llorar. No puedo.
¿Qué hago? Puedo atinar a enviar un mensaje a Kari y zafarme de esta situación. No, no queda bien ignorarlos. Debo soportarlo. Soy fuerte, no duele, no duele nada. Ni un poco. Mierda, Mateo está besándola con afecto. Se nota que hay amor. Ahora me siento la peor amiga de la historia. Desvié la mirada. Me puse de pie. No tiene sentido seguir viendo ese espectáculo.
—Haré mate—me excusé—. Ya vuelvo.
—Te ayudo—se ofreció Mateo.
No lo hagas, quédate con tu novia la perfecta. No quiero su lado servicial ahora. Bueno, tal vez sí, pero no frente a su novia. Debo tratar de separar las aguas. Mateo ya no debería gustarme. Debería intentar olvidarlo, porque ya tiene dueña. No tiene sentido. En realidad quiero llorar y no puedo. No debo. No frente a él. Me preguntará por qué estoy así. Sabe que soy sentimental. Suspiré y le devolví una sonrisa tranquila.
—No es necesario, quedate con Carina.
—No seas boluda, dejá que te ayudo.
—Mateo—supliqué molesta.
—Te ayudo a preparar el mate—añadió riéndose y utilizó el mate metálico—. ¿Uso esta yerba?—preguntó señalando al tarro rojo. Asentí con una mueca—. Perfecto. Vos poné agua. De lo demás me encargo yo.
No puedo creer que dejé que hiciera lo que quería. No puedo negarme. Mateo es demasiado servicial. No me molesta. Solo no quiere hacerme sentir mal. Después de haberme rechazado sabe muy bien que aún tengo sentimientos por él, ¿cómo es que tuvo la decencia de traer a Carina a casa? Bueno, también soy la pelotuda que permití que viniera. En realidad, tampoco podía decirle que no. Quedaría mal viniendo de mí. Suspiré varias veces y continué prestando atención al agua. En eso escucho notificaciones en mi teléfono. ¿A esta hora? ¿Quién jode? Son casi las nueve de la noche. ¿Quién podría ser?
Corro hasta la sala y veo mi teléfono. Es un chat de grupo en Messenger, ¿en serio? ¡Voy a matarla! ¿Qué hago metida en ese grupo? Le dije a Kari que no quería exponer la identidad de Teo sea cierta o no. ¡No quiero! Respeto su vida privada.
El grupo tiene como nombre: Teo es mujer y yo me hago lesbiana.
Sí, genial. ¿A quién se le ocurre ese nombre tan loco? Tenía que ser, sí, @S-Elisa. Ella tenía que ser. No sé si reírme o preguntar qué está pasando. Leo los mensajes del chat. Hay varios agregados. No puedo creerlo.
Carla (Kari)
Ya sabemos a quién linchar si llega a ser hombre ;)
Elisa Medina
Yo dije que debíamos hacer eso >:(
Y nadie me hace caso
Jeni (JeniSan)
Creo que si es verdad que no es chica, sería algo muy loco.
Imaginan los memes que saldrían?
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Desconectados En Línea © ¡EN LIBRERÍA!
عاطفية¡VENTA EN LIBRERIA DE AUTORES DE ARGENTINA! Nota de la autora: Esta historia está inspirada en experiencias propias. Tiene contenido sensible: ansiedad, depresión, intento de suicidio. - - - - Si quieren dejar una reseña del libro, los invito a h...