Rebecca...
Genaro se me confesó. No tengo idea de lo que pensar. Ni qué decir. ¿Cómo debo actuar? Es la primera vez en veinticinco años que alguien se me confiesa...por teléfono, encima. ¿A quién debo acudir primero? Necesito que alguien me escuche y me de un consejo ahora mismo. De lo contrario estoy segura que me mandaré una cagada. De esas grandes e incorregibles. Esa fue mi idea. Intentar hablar con las chicas. La realidad fue que en lo que quedó del día estuve ocupada y ni siquiera tuve tiempo de abrir el Whatsapp y explicarles.
Mi hermana me invitó a tomar helado y como no tenía mejor idea que despejar mi mente, decidí aceptar. Lo que no sabía era que Alan estaría con ella. Vaya desgracia. Ahora tendré que soportarlo también a él. Debo de ser tan desconsiderada con su relación. Ellos serán esposos dentro de poco y debo comportarme. No debo ser una mala hermana. Me repito una y otra vez. Sé paciente y empática.
Cerca de casa hay una heladería. Una de las más conocidas. Me encantan sus helados porque hay variedad de dulce de leche. Es mi dulce preferido. Bueno, ¿a quién no le gusta el dulce de leche? Seguro no es argentino si no le gusta. En fin, la variedad de helados de esa sabor es infinita, por lo que elegiré el más raro que encuentre en la lista. Dulce de leche granizado con menta. No tengo idea si eso será agridulce, pero estoy segura que será lo más extraño que coma en mi vida. No importa. Necesito despejar mi mente y no me importa qué pida.
Nos encontramos con Alan en la entrada de la heladería. Como siempre me saludó con un beso en la mejilla. De solo recordar que fue mi primer amor. Aún no lo supero. O bueno sí, solo son pensamientos míos. Indebidos por cierto. El rodea sus brazos por la cintura de mi hermana y le roba un beso cálido y sencillo. Ambos sonríen por el gesto.
—Bien, tortolitos. Díganme qué van a pedir. Yo los llevo—me ofrecí.
Es que no quiero verlos besuquearse frente a mí. Intento ser amable con mi hermana y desearle felicidad. Juro que lo intento. Dicho esto se retiran hacia una de las mesas más alejadas del mostrador. Yo me quedo en la fila revisando algunos estados en Facebook. De repente aparece una frase. ¿Nunca les pasó que una frase tonta les da la respuesta que tanto buscaban? Bueno, esas cosas me pasan siempre que me enamoro de alguien y sobretodo, cuando siento dudas de mis sentimientos. Porque de verdad estoy insegura con estos sentimientos. Los quiero sentir y, a su vez, mi voz interior me dice que no es buen momento. La frase de Facebook dice así:
"Amar a distancia es una gran prueba de amor"
Vaya, cuánta razón tiene. ¿Prueba de amor? ¿Estoy lista para pasar una prueba así? He sido alguien que jamás espera un sí de la otra persona, ¿cómo puedo esperar que de la nada alguien me ame con tanta intensidad detrás de una pantalla? Es lógico. Tengo miedo. Y muchos en realidad. La inseguridad también es parte de mí. Cada uno está en la otra parte del mundo, ¿cómo espera que confíe en él sabiendo que tiene personas a su alrededor que pueden amarla más que yo? No lo sé. Todo parece muy arriesgado. Demasiado de hecho.
Pido los helados para mi hermana y Alan. Chocolate granizado, frambuesa con menta, crema del cielo. Tres sabores que no son muy apetecibles para mí. O solo un poco. En especial el de crema del cielo. Me siento frente a ellos, mientras no dejan de enviarse miradas asesinas, de esas que se pueden comer y terminar en algo candente. ¡Por Dios, Brenda!
—No me molesta que me dejen sola y vayan a un motel, eh—comentó en tono sarcástico.
—Luzi—se queja Bren—. No seas boluda. No vamos a dejarte sola. ¿Pagaste los helados?—preguntó.
—Y sí mujer. No me diste la plata—ruedo mis ojos—. Me debés 140 pesos. Son dos bochas y todo está caro en este país de mierda.
—No seas tacaña—me regañó y la veo buscar algo en su billetera—. Después dame el cambio en casa.
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Desconectados En Línea © ¡EN LIBRERÍA!
Romance¡VENTA EN LIBRERIA DE AUTORES DE ARGENTINA! Nota de la autora: Esta historia está inspirada en experiencias propias. Tiene contenido sensible: ansiedad, depresión, intento de suicidio. - - - - Si quieren dejar una reseña del libro, los invito a h...