Capítulo 24: Excursión

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Había pasado apenas una semana desde el encuentro con Diane y la batalla en la que conseguí arrebatarle el manto, el cual entregué a Axel. Por alguna razón sospechaba que el sabía algo del ataque a la academia. Pero aún nada, las clases siguieron normal para nosotros hasta que en una tutoría cualquiera, nos empezó a repartir unos papeles. Cómo era costumbre, todos empezaron a armar escándalo antes de que pudiera siquiera enterarme.
-¿A dónde es?
-¿Cuánto tiempo?
-¿Hay tíos buenos?
Axel suspiró, sin embargo, en vez de su típica amargura, me repartió el papel y sonrío.
-¡Nos vamos unas semanas a Egipto!
Todos se animaron, Zafiro estaba murmurando algo junto a Jade.
-Preparad vuestro equipaje, si estáis listos esta tarde, saldremos ya. Asi que…
Abrió la puerta para que salgamos.
-Y una última cosa, debeis formar parejas para las habitaciones.
Todos salieron corriendo a sus casas, yo aproveché para escabullirme y correr por los tejados con ondas, ganando mucha ventaja y entrando a casa por la ventana.
-Por dónde empiezo…
Cuando me giré vi a Zoe haciendo una maleta.
-¿A dónde vas?
-Oh, has llegado…
-Vengo a hacer el equipaje, me iré unas semanas de excursión con la clase.
-¿Con Axel también?
-¿También?
-Me ha invitado.
Aún ni me había mirado, el pelo le tapaba la cara, aún asi notaba que no estaba bien. Me acerqué y le puse la mano en el hombro.
-¿Estás…
Se giró y me abrazó, tenía los ojos llenos de lágrimas y la voz rota.
-Me ha engañado…
Le abracé con fuerza.
-No te merece.
Siguió llorando en mi hombro, me quedé así hasta que se tranquilizó.
-¿Podemos ir juntos en la excursión? No me siento bien para ir conociendo gente.
-Claro.
Para variar, sonó el timbre.
-Ve a abrir, te voy haciendo la maleta.
Fui a la puerta, al abrir acabé más sorprendido que con el ataque a la academia. Estaba prácticamente todo el grupo frente a mi portal.
-¿Puedes ser mi pareja de viaje? Aún no te he agradecido por salvarme.
-Quiero saber más acerca de ti, cada dia eres un rival más digno.
-Oye, se que hasta ahora hemos tenido diferencias, ¿pero podriamos hablar?
-Yo sólo pensé que sería divertido.
Cerré la puerta, la única que no habló fue Sandra, que al ver a tanta gente prefirió irse. Al volver a abrir intenté hablar con todos, pero acabé perdiendo mucho tiempo escuchando porque querían estar conmigo en el viaje, y el mismo tiempo dándoles una razón para que vayan con otra persona. Entré de nuevo, y de haber podido, me habría puesto como un tomate. Zoe estaba lista y vestida. Iba con una falda negra y una blusa blanca que le dejaba los hombros al aire. Dio un chasquido para que saliera del trance.
-Te he dejado la maleta lista con la ropa en la habitación.
Fui a ponermela, había una camisa negra sobre la cama y unas zapatillas blancas.
-Lo que hace uno por amor…
La camisa iba ajustada al cuerpo, hecha a medida. Por el contrario las zapatillas parecían bastante sueltas, pero estaban rellenas por una especie de almohada para que no se rompan con mis escamas.
-Zoe, esto es increíble…
Se acercó a mi y desabrochó los dos botones superiores.
-Ahora sí lo es.
Puso una pequeña sonrisa y se giró hacia la puerta. Por primera vez desde la noche que nos conocimos, me pareció una sonrisa sincera.

Todos estaban esperando en el patio trasero de la academia, que extrañamente era mucho más largo que ancho. Nos preguntábamos dónde estaba Axel, hace rato que llegaba tarde. Empezamos a creer que nos había gastado una broma para vengarse de todo lo que le hacemos sufrir. Afortunadamente un temblor nos hizo cambiar de idea. Un fuerte ruido proveniente del cielo se acercó más y más, hasta que frente a nosotros tuvimos parados un pequeño avión blanco.
-Siento la espera chicos. Tenía que ponerlo a punto.
Del avión salió la voz de Axel mientras se abria una puerta dónde nos esperaba.
-¡Tienes un jet privado!
-No exactamente.
Jade fue la primera en acercarse y arrojar su equipaje a Axel.
-Ahora me pareces más interesante.
Subió colgandose de él, el siguiente fue Zafiro, disculpandose por el comportamiento de su hermana. Parecía curioso como siempre conseguía rebajarle el orgullo comportándose así.

Una vez estabamos todos subidos despegó sin problemas gracias a la habilidad del profesor a los mandos.
Una vez alcanzamos la altitud de vuelo Kai se acercó a mi.
-¿Que quieres?
Señaló la parte de atrás para que vaya con él. Pensé que me amenazaria o algo por el estilo. Inesperadamente fue una disculpa, incluso parecía arrepentido de verdad.
-No quiero comportarme así con todos, estoy acostumbrado a que me desprecien, por eso actúo así de rudo y…
-¿Psicópata?
-Si…
-No te preocupes, estoy acostumbrado a eso, pero yo no soy a quien arrancaste un brazo.
Asintió y volvimos a los asientos, Zoe estaba profundamente dormida. No pude evitar mirarla y sonreír, era perfecta. Me alegraba de que aquel idiota le hubiera engañado, pero me sentaba mal verla triste. Poco a poco fui quedándome dormido también, entrando en un sueño muy profundo.

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