Capitulo X

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— Necesito ver al Doctor Gray.

______ no había podido quitárselo de la cabeza, necesitaba saber que sabía de sus padres y porqué había quedado tan intrigado con ella como para no cambiar el futuro.

— Iré contigo— habló Dimitri.

— No quiero sonar grosera, Dí, pero necesito que seamos sólo John y yo. — Hizo una pausa—, Las almas no pueden intervenir está vez.

— Si sólo van ustedes la vibración será intensa y no podré protegerte...— tragó saliva — digo, protegerlos.

— Yo puedo cuidarla, ¿Es que no confías en mí?

Dimitri negó con la cabeza.— ¡Humanos!— bufó.— Vale, te dejaré ir con John pero cualquier cosa, sólo piensa en mí y la vibración hará que te vea para poder encontrarte.

_______ asíntio y le dió un fugaz abrazo de agradecimiento por confíar en su decisión. Por otro lado John sólo pensaba «Claro que no va a pensar en tí».

(...)

Una vez, ______ y John se alejaron de la cabaña las almas habían desaparecido. Lo cuál le dejaba más espacio para sus propios pensamientos, al igual que pasar tiempo a solas con John.

— Ok, esto va a ser difícil— dijo, al ver que la casa estaba vacía pero toda cerrada. Los vecinos pasaban a su lado y los miraban, insepeccionandolos.

— Es robar— habló John y sacó de su bolsillo un cigarro, para después encenderlo—, pero será fácil.

Exhaló el humo del cigarro y sonrió.

______ reflexionó un momentos y luego jadeó:

— Sus expedientes antigüos deben estar en el almacén— señaló hacía la ventana de arriba, que estaba más empolvada.

— Intentemoslo.

_____ se acercó con las piernas temblorosas. Era problemática pero jamás había robado; John mantuvo el brazo alrededor de su cintura. Ella no lo necesitaba, al menos para seguir de pie, pero se apoyó contra él.

_______ sacó de su bolsillo unas ganzuas y se aproximó a la cerradura para abrirla.

— ¡Listo!— dijo orgullosa cuando la puerta se abrió.

John miró una última vez a su al rededor, asegurándose de que nadie los hubiera visto y cuando lo verificó ambos entraron.

—Debemos ir a la parte de arriba.

— Ve tú y yo me quedo a cuidar que nadie venga— dijo John y ella asíntio.

_______ subió sin dudarlo, saco las ganzuas de nuevo y abrió la puerta como toda una experta. A pesar de la oscuridad de la habitación, logró visualizar un cofre antiguo de madera tallada, lo abrió y dentro se encontraba una libreta de cuero roja.

(...)

Del diario de casos del doctor Morris Gray.

24 de Enero.

Paciente A, ¿Qué puedo decir de ella? La primera vez que la Vi, me recordó a mi hija. A. Es callada y tímida, y te mirar a la gente a los ojos. Nunca la he visto sonreír. A., Es felíz solo, inadvertida. Sin embargo yo detecto anheló en su mirada. Quiere formar parte del grupo. Quiere que la acepten. Y el hecho de que no suceda, me rompe el corazón. Ahí es donde más se parece a mi hija, en el amor que siento. Es algo... incomprensible.

Sin embargo, el amor es exactamente lo que necesita A. Nadie la ha querido, desde que sus padres la abandonaron. Por eso no sonríe.

Me he dado cuenta como le  miran  los demás pacientes a A. Ellos tambien se sienten atraídos por la niña sin saber el motivo.

Entrelazados [Constantine y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora