Mi nombre es Alisa Newton, llevo estudiando veterinaria equina desde hace tres años. Estoy a punto de cumplir los veintitrés, podría decirse que mi vida, no es muy normal. No soy la típica chica que solo se dedica a estudiar, salir de fiestas e ir de compras con sus amigas. La verdad es que eso es algo que nunca me ha llamado la atención, aunque bueno, no os voy a negar que alguna comprita sí que hago. Desde muy pequeña me he dedicado a la competición, sobre todo en el mundo ecuestre. Pero también ballet y baile moderno. No era solo como entretenimiento, me dedicaba en cuerpo y alma a ello. Era toda mi vida... Hija de padres divorciados, aunque no tenían mala relación. Mi madre desde que se separó no había vuelto a estar con ningún hombre, pero mi padre se había vuelto a casar. El problema, es que era terrible. Tenía un carácter muy desagradable, era creída, avariciosa y se creía la reina del mundo. Nadie la soportaba excepto el, nunca llegue a entender por qué se separaron. Según mi madre, eran jóvenes y no pensaban las cosas con claridad. A sí que por ese motivo prefería estar viviendo con mi madre, Nadia. Era un amor de persona, siempre dispuesta a ayudar a todo el mundo aunque ella lo tuviera que pasar mal. Tenía varios trabajos, aunque no andábamos mal de dinero, a ella le gusta trabajar. Y mi padre ayuda económicamente, aparte de tener un trabajo estupendo, es uno de los mejores abogados de Roma. Si, vivo en Italia, más concretamente en Tivoli, un pueblo grande, o ciudad pequeña, en Roma. Aunque mi padre vive en la capital.
Como tenía un horario de entrenamiento muy estricto, no importaba si faltaba a las clases, me dejaban estudiar desde casa., pero si tenía que presentarme a los exámenes y hacer prácticas en la hípica donde montaba. El sitio era muy grande, tenía varias naves de enormes dimensiones, donde habían cuadras, lavaderos, parideras, una noria y varias pistas indoor. Fuera tenían muchos prados, con pasto fresco diario para los caballos. También había pistas muy grandes, de salto y doma, ya que solían hacer muchas competiciones en ella. También tenían cuadras de madera que daban al exterior, con o sin padock. Había gente que prefería tener sus caballos fuera, o en ambos lados. Sin duda ese era mi sitio favorito, el llegar ya me cambiaba el alma. El baile me calmaba, pero el ballet a veces era muy sufrido. Así que la equitación era lo que más me ayudaba a desconectar. No solo montaba caballos del centro, a parte competía con caballos de particulares y con mi propio caballo Black Heart. Era un cruce de frisón, pura sangre inglés y pura sangre árabe. No os imagináis la belleza de animal, todo negro, enorme y con una figura súper elegante.
Black Heart nació en el establo de Tivoli, en el que solía estar yo. Aun así había varias hípicas por la zona, pero el establo de Tivoli era el más grande. Me enamoré de el en cuanto lo vi nacer, su madre cruce de árabe con pura sangre inglés, toda negra y el padre frisón. Lo cual el era negro como el tifón. Tenía muy buena relación con los propietarios del centro y me lo regalaron por mi veinte cumpleaños. Desde potro estuve con él en todo momento, aunque no fuera mío. La conexión que tuve con él fue al momento de nacer, nunca había sentido algo así por un animal, aunque los quisiera mucho, no era el mismo sentimiento. Conectábamos. Cuando me lo regalaron también cumplía el años, cuatro para ser exactos. Para entonces ya lo había empezado a domar y habíamos empezado a competir en 4 años. Yo hacía completo y cros country, aunque con el aún no había debutado tanto. Nos quedaba muy poco tiempo para nuestro primer nacional. Habíamos llegado a clasificarnos con cero fallos y un tiempo increíble en completo, al igual que para cros. Black era un caballo fuerte, resistente, con mucha cabeza, ágil, buenos pulmones y corazón. Siempre estaba dispuesto a todo y no necesitaba pedirle las cosas para que las hiciera. Era mi mejor amigo, mi alma gemela. Estaba deseando durante el día que llegase aquel esperado momento de ir a verle. Siempre lo tenía en un padock con caseta por si hacía mal tiempo que pudiera refugiarse, al verme venía galopando y relinchaba feliz en forma de saludo. Yo a cambió le daba una manzana o rica zanahoria, ya que eran sus favoritas. Siempre que llegaba, le empezaba a contar mis penas.

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Black Heart
SpiritualLos animales son seres tan distintos a los humanos. Se cree que son ángeles ¿Y si tuvieran razón? A lo mejor no todos, ya que los animales carnívoros tienen sus instintos asesinos, pero a la vez, lo hacen por necesidad. Me llamo Alisa Newton y hace...