¿Que es el amor?

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Pasamos el resto de la noche besándonos apasionadamente, dándonos igual el frio o el tiempo que pasábamos. Solo queríamos permanecer así.

-Llevabas mucho tiempo tentándome Alisa. Yo no soy así.

Lo miré sin comprender, no había hecho nada.

-No te entiendo.

Stefan soltó una melodiosa carcajada.

-Siempre me has gustado... desde la primera vez que nos vimos, cuando éramos pequeños.

Su respuesta me sorprendió tanto que por un momento abrí la boca incrédula. Nunca había visto así a Stefan o tal vez nunca me había parado a pensar de aquella manera.

-Pero también eres una mujer inalcanzable para mí.

Esta vez fui yo la que soltó una carcajada tonta.

-Creo que me ganaste desde que me ayudaste a recordar Stefan.

Le acaricié la mejilla, me salió tan natural y me sentía tan segura en aquel momento...

-¿Qué va a pasar ahora?

Me pregunto con inseguridad. Parecía sentir miedo, pero no entendía por qué.

-¿A qué te refieres?

Me cogió la mano con la que le estaba acariciando.

-No quiero perderte y mucho menos perder esto.

Nos señaló a nosotros y después me besó la mano con ternura. Le sonreí.

-No vas a perderme... bueno igual si a no ser que vaya a un sitio caliente y no muera de hipotermia.

Soltó una risita y me volvió a coger en brazos para volver al granero. Aún quedaba gente pero apenas serian veinte personas o menos ya que era de madrugada.

-Chicos estáis aquí, os habéis perdido lo mejor.

Dijo chillando mientras sacudía los brazos.

-Han traído a un Dj impresionante... muy buena fiesta Stefan, podríais repetirla.

Stefan se encogió de hombros y le sonrió.

-Podríamos.

Erik y Vet se despidieron ya que el parecía cansado y tenía pinta de no haber bebido. Maya estaba sentada en una silla terminando de beber una copa, nos sentamos a su lado.

-¿Estas bien mama?

Preguntó Stefan preocupado ya que miraba la copa sin parar.

-Si cariño, estoy cansada... la noche ha ido demasiado bien pero demasiado larga.

Se levantó torpemente mientras se ponía el abrigo.

-Alisa quédate a dormir, por cierto muchas gracias, hemos recaudado muchísimo dinero y tenemos inversores...

Sin decir más se fue bostezando. Sentía como me ruborizaba mientras notaba la mirada de Stefan.

-No se... no quiero ser una molesta.

Sin decir nada Stefan me estiró del brazo para levantarme de la silla y fuimos a su casa. Había entrado muchas veces, pero no así o en esa situación. ¿Me había invitado su madre a quedarme a dormir? ¿Sabía lo que había pasado con Stefan? Lo dudaba mucho... habíamos sido bastante "discretos" Me quité los tacones para no hacer tanto ruido ya que su padre seguramente dormiría de hacía horas. Stefan tenía la habitación en el tercer piso, era una gran buhardilla, no teníamos cuartos muy distintos, librerías, escritorio, sofá mueble con tele, solo que yo a parte tenía vestidor y la cama en una altura diferente.

Black HeartWhere stories live. Discover now