Cada día que pasaba mis padres intentaban hacer cualquier cosa para disculparse. A mi madre podía entenderla, además después de la operación de Black mi padre no le volvió a contar nada.
-Cariño de verdad necesito que me perdones, ya siento bastante culpabilidad por haberte hecho sentir obligada a competir... esto ya, fue muy duro para mi hija... entiéndelo Constance...
Le miré desganada.
-¿Constance que? Sabes que no me apetece nada hablar de esa mujer.
Me miro temblando.
-Me obligo a sacrificarlo.
Abrí mucho los ojos sorprendida, sabía que era una alimaña, pero no sabía exactamente de qué calaña, hasta aquel momento.
-No me sorprende que te arrastrases como un perro...
No me gustaba nada hablarles así, pero quería hacerles sentir el dolor por el que me habían hecho pasar.
-No quiero volver a saber nada de Constance...
Le dije muy seria. Asintió lentamente y se fue sin decir nada más. Mi madre había estado escuchando todo e intento consolarme con un té, el cual acepte de mala gana.
-Esa mujer siempre nos ha estado dando problemas.
Asentí con lastima.
-Lo sé... siento haberme dado cuenta tan tarde, pero papa necesita abrir los ojos.
Suspiré para intentar soltar toda la ira que tenía en aquel momento hacia Constance.
-He pensado que voy a terminar los estudios y después me centrare en la mente equina, sabes mama ir al rancho de la familia de Stefan me está ayudando mucho. No voy a dejar de bailar, pero no quiero dedicarme a ello tanto como hacía antes. Ahora mismo solo quiero que Black y yo volvamos a estar bien.
Mi madre sonrió y me coloco un mechón de pelo detrás de la oreja.
-La familia Smith siempre ha sido muy buena con nosotros, estaba deseando contarte lo de Black cariño, me alegro de que Stefan te lo contara... de verdad.
Le devolví la sonrisa y después la abracé. Lo echaba de menos, mucho más que sin recordarla.
-Siempre te apoyaré, en todo lo que decidas.
No paraba de evitar las llamadas de Erik y Vet, a la única persona que veía a parte de a mis padres y mis abuelos eran las chicas de la escuela. Ya conseguía realizar sencillas coreografías de bailes que ya habíamos hecho anterior mente. Mi estómago conseguía procesar bien el alimento que ingería y me quitaron la sonda definitivamente. El doctor me había dado el visto bueno para empezar a hacer más ejercicio sin forzar demasiado. Estaba sanando bien y eso era lo más importante.
Con Black Heart poco a poco se iban notando las mejoras. La alimentación estaba haciendo que el pelo le creciera bien y empezó a ganar peso, el veterinario decía que si seguía así dentro de poco podría empezar a salir de la cuadra. Odiaba verlo encerrado todo el día, podía sentir lo mal que lo pasaba. Aun le costaba acercarse a nosotros, pero a veces venía a olerme o me robaba las chiches que le traía. Después de eso ayudaba a Stefan con las tareas del establo, limpiando cuadras, prados, caballos y dándoles de comer. Una vez terminadas las tareas importantes le acompañaba con los caballos y veía como los trabajaba.
-Ahora que el medico te ha dado el visto bueno, imagino que querrás volver a montar.
Dijo con un toque de curiosidad en su voz.
-Me encantaría volver a montar, pero primero quiero que mejore.
Stefan negó con la cabeza y frenó al caballo que montaba repentinamente.

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Black Heart
SpiritualLos animales son seres tan distintos a los humanos. Se cree que son ángeles ¿Y si tuvieran razón? A lo mejor no todos, ya que los animales carnívoros tienen sus instintos asesinos, pero a la vez, lo hacen por necesidad. Me llamo Alisa Newton y hace...