CLOTALDO : (Dentro CLOTALDO.)
Guardas de esta torre,
que, dormidas o cobardes,
disteis paso a dos personas
que han quebrantado la cárcel...
ROSAURA: Nueva confusión padezco.
SEGISMUNDO: Éste es Clotaldo, mi alcaide.
Aún no acaban mis desdichas.
CLOTALDO: (Dentro.)
... acudid, y vigilantes,
sin que puedan defenderse,
o prendeldes o mataldes.
TODOS. (Dentro.)
¡Traición!
CLARÍN :Guardias de esta torre,
que entrar aquí nos dejasteis,
pues que nos dais a escoger,
el prendernos es más fácil.
(Sale CLOTALDO con escopeta, y SOLDADOS, todos
con los rostros cubiertos.)
CLOTALDO Todos os cubrid los rostros;
que es diligencia importante
mientras estamos aquí
que no nos conozca nadie.
CLARÍN: ¿Enmascaraditos hay?
CLOTALDO : ¡Oh vosotros, que ignorantes
de aqui este verdadero sitio
coto y término pasasteis
contra el decreto del Rey,
que manda que no ose nadie examinar el prodigio
que entre estos peñascos yace!
¡Rendid las armas y vidas,
o esta pistola, áspid
de metal, escupirá
el veneno penetrante
de dos balas, cuyo fuego
será escándalo del aire!
SEGISMUNDO :Primero, tirano dueño,
que los ofendas y agravies,
será mi vida despojo
de estos lazos miserables;
pues en ellos, vive Dios,
tengo de despedazarme
con las manos, con los dientes,
entre aquellas peñas, antes
que su desdicha consienta
y que llore sus ultrajes.
CLOTALDO: Si sabes que tus desdichas,
Segismundo, son tan grandes,
que antes de nacer moriste
por ley del cielo; si sabes
que aquellas prisiones son
de tus furias arrogantes
un freno que las detenga
y una rienda que las pare,
¿por qué blasonas? La puerta
cerrad de esa estrecha cárcel;
escondelde en ella.
(Ciérranle la puerta, y dice dentro.)
SEGISMUNDO ¡Ah cielos,
qué bien hacéis en quitarme
la libertad! Porque fuera
contra vosotros gigante,
que, para quebrar al sol
esos vidrios y cristales,
sobre cimientos de piedra
pusiera montes de jaspe