24 de octubre/Malec/Ligerie

86 5 0
                                    


24 de octubre/Malec/Ligerie

Alec miraba a su hermana con un tic en el ojo, estaba irritado con ella. Cuando le había pedido su ayuda para hacer algo especial por su aniversario con Magnus, no había esperado algo como esto. Definitivamente eso estaba totalmente fuera de lugar.

─Por enésima vez, no Izzy, no voy a ponerme un sujetador.

─No es exactamente un sujetador, es más un bra para hombres, es lencería masculina Alec y te verás muy bien con ello. Magnus, se pondrá loquito.

─Coincido, y el azul es tu color.

Dijo Clary acercando dos conjuntos en ese tono.

─ ¿Acaso tu harías eso con Jace?

La pelirroja sonriente contesto.

─Cariño tuvimos sexo en Edom, no tienes idea de que no haría con Jace.

─Y yo hago juegos de rol con Simón. ─Izzy, escogió un conjunto rojo muy sensual─. Al señor Montgomery, seguro le gusta este.

Clary lo aprobó y escogió para ella, un juego en tono verde esmeralda, luego ambas se pusieron a mirarlo acercándole cada una un distinto juego de lencería masculina.

─Sabes que él lo amara.

El moreno asintió, eso era demasiado vergonzoso, pero Magnus, merecía algo especial, últimamente había estado muy ocupado y no había tenido tiempo para él, incluso habría olvidado su aniversario, de no ser porque su pequeño se fue de la lengua diciéndole el regalo que Magnus, le daría. Se sintió tan mal por haberlo olvidado que llamo a Izzy, pidiendo ayuda y allí estaba, en esa tienda de lencería con el rostro más rojo que una granada, eligiendo un conjunto. Obviamente en tono azul.

Compro la prenda avergonzado, e hizo que las chicas le prometiesen que no contarían eso a sus parejas. Lo último que necesitaba, era a su parabatai burlándose por eso.

Al llegar a su casa, oculto el vergonzoso paquete y se centró en su trabajo. Cuando vio a Magnus, fue hasta la hora de la cena. Hablaron un poco y menciono que le tenía una sorpresa extravagante para el día siguiente. Los ojos gatunos del brujo, se iluminaron alegres al oírlo.

─Creí que lo habías olvidado.

Alec, sintió un pinchazo de culpa, sólo sonrió en respuesta.

Magnus, parloteo sobre el regalo que le había comprado y que iba a encantarle. También le dijo que él cocinaría una cena especial.

─Amorcito, te aseguro que será perfecto.

─Lo sé Sparky, yo sólo te digo que, si muero de vergüenza mañana, te desquites con Izzy, pero si sobrevivo puedes, agradecerle a ella la idea.

─Va a ser genial.

El día del aniversario Alec, trabajo toda la mañana, pero acabo sus pendientes a mitad de la tarde y desocupo su agenda para poder preparar su regalo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día del aniversario Alec, trabajo toda la mañana, pero acabo sus pendientes a mitad de la tarde y desocupo su agenda para poder preparar su regalo. Le había dicho a Magnus, que lo vería hasta la noche y él resignado acepto. Resignado, pues habría querido monopolizarlo todo el día.

Alec, había preparado la cena, algo sencillo, no era un experto en cocina, pero tampoco era un asco como Izzy. Preparo una pasta italiana, unos dedos de queso y una tarta de chocolate blanco y frutos rojos. Sirvió la comida y añadió una fina champaña y un par de cervezas Pecherrese de durazno y una de la Duqchesse de borgoña, que tanto le gustaba a su pareja. Cuando Magnus, llego se sorprendió al ver la cena ya servida y sentir el apetecible aroma de la comida.

Alec, lucia muy lindo, vestido con un pantalón ajustado color negro y suéter gris.

Su cabello aun lucia húmedo por el baño. Estaba para comérselo.

─Hola amor, sé que no soy un gran chef, pero realmente me esforcé, espero que te guste.

─Se ve delicioso, incluyéndote.

Alec se sonrojo y replico. ─Estoy incluido en el menú, soy el postre, después del postre.

Magnus sonrió pícaro.

─ ¿Y los niños?

─Los deje con Kieran, esta noche.

Magnus asintió, el chico hada había resultado un gran niñero y sus pequeños lo adoraban. Ellos también le tenían mucho afecto al joven.

Comieron amenamente y disfrutaron cada bocado, al Nephilim, le había salido muy bien el guiso.

Las bebidas los pusieron alegres, Alec, había incluido varias cervezas artesanales y afrutadas para darse valor y mostrarle aquel conjunto a Magnus. Cuando la cena termino recogieron juntos, guardaron las sobras y lavaron los trastos. Entonces el cazador de sombras, miro coqueto a su brujo y tiro de su mano para conducirlo a la habitación.

Una vez allí le dijo a Magnus, que lo esperara en la cama y él se dirigió al baño. Inhalo y expiro un par de veces antes de desvestirse y volver a salir sin mirarse al espejo por temor a arrepentirse.

Magnus se quedó con la boca abierta al ver a su amado con aquella lencería color azul. Nunca pensó que su chico lo sorprendiera con algo como eso. De inmediato Magnus junior tuvo reacción. Sus gatunos ojos se afilaron en apreciación. Su Alec, estaba bellísimo.

─ ¿Te gusta?

─Izzy, va a recibir una gran recompensa, estas hermoso.

Alec lucía un gran sonrojo, pero disfruto la mirada de deseo y la sonrisa alegre de su amado. Quizá sí había sido buena idea, Magnus, le pidió que le modelara la lencería, que caminase de un lado a otro, girase e hiciera una que otra pose. Lo hizo, avergonzado, pero lo hizo. Después su brujo se aferró a su boca y lo beso con pasión. Fueron sus labios los que mordisquearon la fina tela del sostén y de las bragas, para desnudarlo en un erótico juego.

El resto de la noche lo pasaron invirtiendo papeles, en la cama dando y recibiendo amor.

Fue hasta el día siguiente que Magnus, entrego su regalo. Se trataba de una pócima de longevidad.

─Es tu elección tomarla o no, pero si lo haces te dará muchos años de vida y eterna juventud, ok, no eterna, pero envejecerás muy lentamente, nos daría al menos 100 años.

Alec sonriente asintió y bebió la fórmula.

KInktober On My WayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora