He Tian suspiro hastiado. Odiaba muchas cosas de su vida. De caras para fuera todos lo consideraban afortunado y le envidiaban. Era guapo, era fuerte, era rico, era inteligente.
No era feliz.
No era libre.
No tenía bellos recuerdos.
No tenía amor.
No tenía a nadie.
He Tian, aún no sabía si podía o no confiar en su hermano. Los recuerdos con él, eran demasiado ambivalentes. A veces parecía que era el único que en verdad los amaba y se preocupaba por él. Su familia. Pero otras veces parecía que lo que fuera que sintiese por él, palidecía ante las órdenes y la lealtad, que debía a su padre. Se sentía traicionado por su hermano.
Odiaba la miarda en la cual estaba su familia. Ser el hijo de un jefe de la triada, apestaba. Lo tenían de cruel, de sádico e insensible, pero sólo él sabía cómo realmente era. Corrección. Ni él mismo sabía cómo realmente era.
Por eso cuando conoció a Jian yi, alias Juancho, de inmediato formo una extraña amistad con él. Aquel chico tan jovial y alegre, era refrescante. Además de que su padre, también estaba en cosas turbias.
Tuvo un pequeño crush con él, pero el chico, sólo tenía ojos para su inseparable amigo Xiang Zhen Xi, alias Xixi.
Formo una amistad trivial con ellos. Le agradaban. Pero no se metía en la relación de ese par y no tenía la plena confianza, de llamarlos amigos verdaderos. No es como si fueran hermanos, pero casi, a veces Jian yi, actuaba como si en verdad, fuese su pequeño hermano. Y después conoció a ese mentecato pelirrojo.
Sonrió al pensar en Mo Guan. Aquel chico rebelde, peleonero, caprichoso e increíblemente tsundere.
Al principio no le agrado del todo. Quería meterse con él. Molestarlo, hacerle bulling, ¿por qué no? Pero poco a poco su deseo de intimidarlo cambio, de pronto quiso sólo mantenerse a su lado y disfrutaba de molestarlo, pero no en la misma forma que al principio. Y cuando probó su comida.
¡Oh!, por los inmortales de la cumbre Bai Zhan, él estaba loco por ese sabor.
No iba a decírselo tal cual. Pero se las ingenió para que fuera su cocinero personal. Se aprovechó de la necesidad económica del chico y se aprovechó, para obtener sabor, comida casera y el placer de fregar al chico.
Lo molesto de una y mil formas, pero la cosa cambio, lo beso, lo toqueteo, lo acoso. Lo ayudo, lo defendió. Tenían una relación muy rara con él, pero debía admitir que se había metido en su mente y quizá, sólo quizá, en su corazón.
Entro a leer un rato Doujinshis en Zodian. Últimamente le había adquirido el gusto a leer hard bl, porque había alguien con quien se imaginaba practicar todo aquello. Sonrió malicioso, una vez tuvo la inspiración y se decidió a la acción, abrió el link, de una ero tienda en línea y escogió algunas cosas, pago con su tarjeta de crédito y solicito que él envió de dichas cosas fuese llevado a dos direcciones. Su casa y la de su montañita. Sonrió como un diablillo al imaginarlo abriendo el paquete. Pago por supuesto la entrega inmediata. En breve recibiría la queja. Ya lo podía imaginar y gozar de antemano.
Llevo su mano a su entrepierna y siguió disfrutando el hardcore doujinshi.
Al día siguiente mientras tomaba su desayuno a base de cereal y leche, recibió una llamada. Sonrió al ver de quien se trataba y coloco el altavoz.
─ ¡Tu pedazo de mierda! ¿Qué te has creído?
─ ¿Te gusto mi regalo?
Pregunto en tono jocoso, imaginando al pelirrojo al abrir las cajas y ver su erótico contenido.
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KInktober On My Way
FanficCada día del mes, un One shot o un Drable. Sé me ocurrió hacer este reto, a mi manera, No con una sola pareja, si no con varias, con las otps y las Ships favoritas , y sí con mi propia lista , por que, pues, la verdad no entendí ni la mitad de las p...