26 de octubre/Stony3490/Pegging

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26 de octubre/Stony3490/Pegging

Steve sabía que su esposa estaba molesta con él, puede que Tony, lo negara, pero él la conocía mejor, ella no terminaba de perdonarle que hubiese estado en su contra al inicio de los acuerdos. Si bien ella y él habían tenido una postura diferente al principio y reñido por eso, finalmente él le había dado la razón, no del todo convencido, pero se la había dado y sí, lo había hecho por ella.

─Natasha Antonella Stark. No puedes seguir enfadada conmigo.

Se quejo el soldado. Ella le dedico una de esas miradas que decían, SOY TONY STARK, Y PUEDO HACER LO QUE QUIERA", Mezclada con un: Oblígame, perro.

─Vamos bebé, ¿qué puedo hacer para que me perdones?

Y ella sonrió como la diva que era, allí estaba, justo lo que quería oír. Todo había estado calculadoramente planeado.

─En realidad no te pido mucho amorcito, sólo quiero que me cumplas una fantasía sexual.

El rubio suspiro aliviado pensando que eso bien podría dárselo y que él lo disfrutaría muchísimo. Se dio cuenta de que el berrinche anterior, había sido pura manipulación de su esposa. Pero la amaba y gustaba de complacerla. Inocentemente accedió. Pobre hombre, no tenía idea.

Esa noche cuando entro a su dormitorio vio a Tony, vestida con un sensual conjunto en color rojo y dorado, como su armadura de iron Woman.

Consistía aquel conjunto en un corsé rojo con las ataduras doradas. Una sensual tanga, liguero y botas de tacón alto. Solo de verla se excito, pero también se dio cuenta de que ella sería la dominante. Pensó en un juego sado y no le gustaba mucho la idea. Quizá ella solo quería aparentar el poder.

Natasha le había colocado una venda en los ojos, le había atado las muñecas y comenzado a desnudar y besar su cuerpo. Hasta ese momento, el rubio estaba en su salsa gozando de lo lindo. Su corta e inocente imaginación no podría haberlo preparado para lo que vendría.

Pobrecillo capitán América. Ya no volvería a ver igual a su esposa después de aquella increíble sesión.

Los besos siguieron en línea recta por todo su cuerpo, desde el cuello a la clavícula, de los hombros hasta la cintura. Las manos suaves y gentiles deslizándose sobre su pecho y deshaciéndose de toda prenda.

Hasta ese momento, Steve, aun suspiraba satisfecho. Hasta que sintió algo extraño rozar su entrada. Fue solo un momento, pero lo recorrió un escalofrió. Tony siguió acariciando y besando y esta vez centro las manos en su trasero.

Disfruto tocarlo, nalguearlo, pellizcarlo. Él rubio siempre supo que su mujer estaba obsesionada con su culo.

Pero cuando sintió los dedos de su esposa rozar la hendidura entre sus nalgas dio un respingo y más cuando sintió adentrarse uno de estos, el cual estaba adentrando en su interior.

¡Pero que...!

─Shhhh cariño, relájate, tengo que prepararte bien, si voy a penetrarte.

─ ¿De qué hablas?

Ella se acercó peligrosamente a él y sintió una cosa larga y dura frotarse contra su agujero y luego esa misma cosa golpeo sobre sus nalgas. Nunca antes en su vida había estado tan asustado. Ella metió el dedo completo en su interior y él se quedó paralizado por un instante.

─ ¡Tony no!

─Tony sí!

Replico y al acto introdujo un segundo dedo en él y bailoteo ambos en el interior del rubio quien aún estaba atrapado en la incredulidad.

─¡¡Natasha Antonella Stark, detente ahora mismo!!

Ella lo ignoro y siguió el movimiento en tijeras y después de forma circular hasta alcanzar el punto P, de Steve, y que este soltara un gemido placentero que lo avergonzó.

No tardó mucho en agarrarle ritmo a aquel juego. Se estaba divirtiendo mucho y a pesar de que sentía un poco de lastima por su esposo continuo. Saco sus dedos, colocó más lubricante a la ahora enrojecida entrada y ataco.

Steve, grito al sentir una cosa dura y gruesa abrirse paso en su cuerpo. Lentamente, poco a poco cada vez más entraba aquel objeto en su trasero. Sabía bien lo que era, Natasha estaba usando un Arnes con un pene falso y se lo estaba cogiendo. Dolía, era vergonzoso, de alguna forma humillante. Pero era innegable que estaba excitado y que ella lo disfrutaba mucho. Tenía que admitir que, aunque dolía un poco, cuando tocaba cierto punto en él, se deshacía en gemidos y deseaba más contacto.

Ella retiro la venda de sus ojos y las ataduras de sus manos. Permitió que él viera lo que le hacía. Que viese como lo tomaba y que, si así lo quería, lo evitase. Él sabía que podía quitársela de encima y detener eso en cualquier momento, pero no hizo nada y permitió que ella tomase todo su placer.

Al cabo de un rato ella estaba satisfecha al haberlo hecho terminar.

─No me odies cariño, debes admitir que gozaste esto. Él la miro con falso enfado.

─Cuando recupere mi lugar en la cadena alimenticia, te lo hare pagar. Juro que me vengare Tony.

─Estoy deseándolo cariño, la próxima vez cumpliré tus fantasías cap.

La miro aun con aquel traje sensual puesto, arnés incluido, su rostro enrojeció al ver el gran objeto que había albergado en su interior. Era bastante grande, aunque no llegaba a compararse con su tamaño. Pensó en que la próxima tomaría a su esposa por detrás. Se lo merecía la condenada. Ella se dio cuenta de lo que pensaba con solo ver su expresión y se echó a reír.

─Comprare mucho lubricante para la próxima.

antes había una imagen alusiva pero wattpad me regaño y la borre en esta edición. 

KInktober On My WayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora