5 de octubre/ Shizaya/Hotline

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En Ikebukuro pasan cosas, cosas locas, en Ikebukuro corren los rumores, corren con gran rapidez. La gente es chismosa, y como no. La gente es así, pero en Ikebukuro hay monstruos, monstruos, reales, cosas raras también, hay mafia y hay pandillas y leyendas urbanas.

Toda la información llega tarde o temprano, sobre todo si pagas un buen precio al mejor informante. Por eso, que se enteraran de buenas a primeras que Izaya, había cerrado su negocio y ya no vendía informes, había dejado a muchos sorprendidos, pero más descolocados, aun habían quedado cuando se enteraron del nuevo rubro de su negocio.

Shizuo no podía cerrar la boca al oírlo de Shinra. Este bastante jovial como siempre había soltado la bomba al rubio.

─Así es Shizuo, a eso se dedica ahora. ¿Por qué no lo intentas? Llámale, podrías disfrutar sus servicios y seguro, que no te reconocerá, no sabrá que eres tú.

Le pico el médico loco. Celty, suspiro. A veces Shinra, se pasaba con su actitud suicida. Intercepto con su escudo negro, el golpe que el rubio le lanzo. Y es que proponerle semejante cosa, era en verdad un acto estúpido o temerario.

─ ¿Por qué habría yo de hacer tal cosa?

─ ¿Quién sabe?

Replicó el médico. Erika, que estaba en la reunión, respondió con presteza. La chica tenía las mejillas sonrosadas y sus ojos parecían corazones, estaba en su momento fangirl.

─Eso es obvio, para hacer yaoi con él. Oh, vamos Shizuo, admite que te gusta, quieres ser su seme, ah, seme, uke, seme, uke, ustedes siempre van así.

El rubio frunció el ceño y salió de la estancia dando un portazo. Tentando su suerte y más que nada chingando, como era su costumbre, Shinra, le envió un mensaje al celular.

"Este es el número de la Hotline de Izaya (Lovehumas-Hot 55-22—11-47-86) de nada"

Gruño y busco la opción de eliminar, pero no pudo hacerlo. Dejo el mensaje, necesitaba el número, quería, quería...

Al llegar a su casa después de una extenuante sesión de trabajo en el bar, saco su celular y se preguntó hasta que horas, contestaría la pulga. Marco y espero en la línea. Su voz tenía un matiz sensual cuando le respondió.

"Está llamando a la Hotline, Love Humans, es un gusto atenderle. Por favor dígame su fantasía y le acompañare en ella"

─Yo... Bueno quería...

─Oh, Shizu chan, ¿eres tú? ¿en serio? ¡No me lo puedo creer!!

Dijo con tono de broma el chico carcajeándose. El rubio sintió que se le colorearon hasta las orejas y colgó de inmediato. ¿Cómo carajos le habían reconocido? De inmediato, su teléfono comenzó a vibrar. Contesto la llamada.

─Oh vamos Shizu chan, no es bonito que a uno le cuelguen así. Anda dime ¿qué querías? ¿por qué llamaste a mi línea sexy?

─Curiosidad.

─ ¿Quieres probar mis servicios?

─ ¿Quiero saber por qué haces esto? ¿Por qué dejaste lo de ser informante?

─Oh, eso era peligroso y además, así puedo dar amor a mis queridos humanos.

Respondió el chico jovialmente, un gruñido fue la respuesta.

─ ¿Estas celoso Shizu chan?

─ ¿Por qué lo estaría, pulga?

─Sí ¿por qué? ¿Te gustaría saber que llevo puesto?

Shizuo trago saliva tratando de imaginarlo, pero en vez de responder con un sí, termino diciendo.

─Lárgate de Ikebukuro. Cuando te vea voy a aventarte una máquina expendedora.

─Y aplastar mi bello, delicado y sensual cuerpo, que ahora mismo está desnudo salvo por unas medias de seda de color negro y mi lindo abrigo. Pero sabes si vienes podría quitarme eso también, o podrías tomarme así, no sería mejor aplastarme con tu duro y trabajado cuerpo, en vez de con una fría máquina. Sería más satisfactorio para ambos.

Shizuo sintió su pulso acelerarse, se sonrojo de nuevo y su corazón se agitó

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Shizuo sintió su pulso acelerarse, se sonrojo de nuevo y su corazón se agitó. Imaginarse a Izaya, con ese abrigo y las medias únicamente, llevo la sangre directo a su entrepierna.

─No estés jugando.

─Eso estoy haciendo, yo solito, jugando conmigo, tocándome, me siento tan febril, ¿no quieres hacerme compañía, Shizu chan?

─ ¿Dónde estás?

─ ¿Vas a venir?

─La dirección ahora...

─Dime que llevas puesto, ya sé, ese simplón taje de mesero, pero en ti se ve bien, traes puesto tus lentes oscuros, tienes un cigarro en la mano...Vamos dime, que tal si te quitas el saco, si abres los botones de tu camisa y...

─La dirección pulga.

─Oh, esto es una hotline, mi querido monstruo, yo vendo fantasías nada más, no mi sexy culito. Lo siento, sólo imagínalo, imagínalo suave como es, esponjoso, desnudo, imagina que lo tocas, que te contiene adentro. Dime Shizu chan,¿que tan grande la tienes? me satisfaría. Imagina que deslizo mis manos por tu fornido pecho y que tu comienzas a...

─ ¡Maldita sea, Izaya!

─Estas duro ¿cierto? ¿Quiero saber si es tan grande como imagino? Ha de ser colosal, monstruosa, como tú. Quiero sentirla dentro, quiero que me parta en dos.

─Y lo hará, voy a encontrarte y follarte condenada pulga.

─Es una pena, tú quieres que me vaya de Ikebukuro, sabes ya te he complacido. Me mude, ya no estoy en tu ciudad. Ahora solo te queda este número, mi voz y fantasear conmigo. Hasta otra ShIzu chan. Dulces sueños.

Esta vez el moreno cortó la comunicación, dejando en Shizuo, una sensación de vacío y una enorme frustración, enorme, como era su erección. Se acarició a sí mismo y gimió.

Por su parte Izaya, también se tocó y se permitió imaginar que era ese rubio, quien lo tocaba. Realmente deseaba estar con él, pero sabía que eso era sólo una fantasía.

La Hotline fue una idea tonta que tuvo. A veces estaba demasiado caliente y pensó que ¿porque no ganar algo de dinero y dejar ir sus fantasías sensuales, sin tener que venderse realmente? Suspiro y se dirigió a la ducha, necesitaba un baño frio. Sonrió nostálgico. Quizá su hermoso monstruo también necesitara uno.

 Erika le había dicho que Shizuo, lo deseaba, Namie, también, incluso Shinra, se lo dijo, pero era difícil de creer a juzgar que cada vez que lo veía le atacaba con violencia. Pero ahora podía estar seguro de que sí era así, quizá Shizuo, no le odiara. Quizá sólo fuera tensión sexual.

KInktober On My WayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora