Drogas para niño

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//Osomatsu//

Tenía solo 12 años cuando esto paso. El secuestro, mis padres, mi casa, mis hermanos y lo que el tenía planeado para mi ese tipo que no tenía mente para nada más que de asquerocidades.
—Osochan, vamos a jugar—
—Que cabronazo para llamarme al igual que a un mocoso— conteste con rabia.
—Eres un mocoso—
—No me llames de esa manera, si de por si ya me das asco cara mierda— su mirada ahora era de molestia y me golpeó provocando que cállese al suelo y comenzó a pararme de manera bruzca.
—Tienes una lengua muy afilada para ser un mocoso que apenas y sabe que es una erección— dijo mientras amarraba mis manos con una cuerda mientras yo seguía en el piso casi sin aire por los golpes.
—Y tu demaciada fuerza para un anciano— me volteo de manera bruzca para verlo de frente aún en el suelo.
—Bueno este anciano te dará algo  y te mostrara como es un verdadero adulto—
—¿Eh?— comenzó a sacar de su saco una bolsa con pastillas y trato de meterla a mi boca, yo me negué y trato de hacer que la tomara a la fuerza metiendo sus dedos a mi boca, lo mordí.
Tougou me golpeó y me miró con una asquerosa sonrisa y odio. Coloco el polvo de la pastilla en una botella con agua y comenzó a tomarla; o eso pensé, yo creí que estaba bien pues él ya se lo estaba tomando, cuando  de la nada levanta mi cabeza y comenzó a pasarme el líquido por la boca, era demaciado asqueroso pero cada vez que intentaba safar su agarre él lo hacía más fuerte, al final no tuve opción más que tomarla.
—Parece que tendré que enseñarte quien manda aquí, mocoso— golpeó mi cara contra el suelo y pude sentir como quitaba el cinturón de mi pantalón...
—¡¿Que haces?! ¡Pará!—
El solo sonrío y me quitó los pantalones, yo trate de patearlo pero él me tomo la pierna y  la rompió a golpes, trate de defenderme con la otra pierna pero también la rompió haciéndome gritar del dolor.
—Sabes perfectamente que no debes de hacerme enojar—
—¡Para! ¡No hagas nada! ¡Detente!—
—Parece que la medicina hace efecto, mira como comienzas a relajarte—
—¡Bastardo! ¡¿Que me diste?!—
—Es solo un tranquilizante para que ya no sientas más dolor—Tougou comenzó a reír con burla escuché como se quitaba el pantalón. Mi mente estaba en pánico y mi sangre ardía de enojo, pero no podía moverme mis piernas estaban rotas y mis mano atadas con fuerza. De la nada uno de los dedos de Tougou entro en mí.
—¡Detente! ¡No lo hagas! ¡Maldito pervertido! ¡Sácalo! ¡Se siente asqueroso!— parecía más enojado y sentí como de la nada saco su dedo y levanto mis caderas para de una sola meter su pene erecto en mi. Dolía como el infierno, cada vez me embestía con más fuerza y comenzaba a jalar mis pezones para después morderlos hasta ver sangre salir de ellos, mi tracero era una cabina de torturas y no paraba de sangrar, Tougou tiraba de mi pene demaciado fuerte. Todo mi cuerpo dolía y mi voz no podía salir de tanto gritar que parará y me dejara, mis piernas rotas parecían cada vez más hinchadas por el daño extra que me causaba con cada movimiento de Tougou, mis pezones estaban inflamados y con sangre seca por las mordidas que me daban casi parecía que quería desprenderlos de mi pecho y mi estómago lleno de más mordidas y sangre.
Sus embestidas cada vez más fuertes y más dolorosas, la sangre que continuaba saliendo de mi tracero y los constantes golpes que me daba contra el suelo, las uñas afiladas que Tougou usaba para sostenerme y entrar más en mi, las clavaba cada vez más hasta hacerme sangrar y quitarme algo de mi piel. Podía sentir en mi interior como rasgaba mi tracero, no le basto con venirse en mi tres veces y me obligaba a mamar su pene y si llegaba a morderle o lastimarle me golpeaba contra el piso y me rasgaba en mi interior cada vez más, termino violando mi cuerpo durante toda esa noche.
—"Esto es ser un adulto"—
Fue todo lo que me dijo antes de quedarme inconsciente.
Al día siguiente mis piernas estaban enyesadas y mis heridas fueron tratadas, trate de pararme de la cama y logré ver a un lado el cadáver de un doctor.
En ese momento Tougou entro a la habitación con un vaso de agua.
—Buenos días, hijo—
—Yo no soy tu hijo—
—Parece que no estás de humor—
—¿Que le hiciste al doctor?—
—Solo lo silencie, no tenemos un doctor aquí así que le propuse quedarse después de tratarte pero él de nego y debía asegurarme de que no contará nada a nadie—
—Eres un maldito loco—
—¿Y recién te das cuenta?— dijo en tono burlón.
—Mira lo que me hiciste solo por no querer que me drogaras—
—No te enojes, son drogas para niños—
—¿Que clase de chiste malo es ese?—
Tougou solo sonrió con malicia y se acercó a mi.
—No es un chiste y si no los tomas como te dije volveré a tomarte y romperte como lo hice anoche— un escalofrío recorrió mi espalda junto a mis ganas de vomitar, mi mente solo se llenaba de las mismas dos palabras: "Estoy sucio" "Estoy sucio", solo quería bañarme en alcohol para poder desinfectarme y volver a ser limpio, parecía que Tougou leía mis pensamientos y me cargo a la bañera para ponerme dentro. —Tus decesos son órdenes, princesa— la tina estaba llena de alcohol y desinfectante, mis heridas ardían como el infierno al igual que mi tracero. —¿Que pasa princesa? ¿Quieres salir?—
—No, tu eres el que debe salir— Tougou rio y se fue dejándome solo. Comencé a lavar cada parte de mi cuerpo para desinfectarme y poder volver a tomar a Choromatsu sin suciedad. "Juro por mi vida que no volveré a dejar que me contaminen y volver a ser digno de tomarte, Choromatsu".
Pasaron algunos años y por fin cumplí 14, ahora el tomar las drogas de Tougou eran ahora parte de mi rutina diaria y mis labores de hijo legalmente falso ahora eran pan comido pero mi salud fue empeorando: mi tono de piel ahora era más pálido y comencé a pesar muy poco, me era difícil respirar algunas veces y en uno de esos días comencé a escupir sangre llegando a creer que no volvería a despertar cada que me desmayaba. Tougou al verme se burlaba y me daba solo algunas medicinas nuevas para el estómago y garganta, me daba algunas vitaminas que compraba yo con él para asegurarme de que no me siguiera drogando.
Pasa un año y tengo 15 deje las pastillas y comencé a cuidar de mi salud con inyecciones y alternativas que yo mismo hacia. Mi tono de piel y mi peso volvía a ser normal  pero mi respiración continuaba siendo difícil en ocasiones y la tos con sangre no cesó. Mi investigación sobre mis hermanos comenzó a avanzar sin darme cuenta y logré encontrar a Karamatsu y dejé la casa de Tougou, restaurando la mafia Matsuno estando a nombre de Kazama Osomatsu.
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—Osomatsuniisan—
—¿Mmn?—
—Debes despertar es hora de inyectarte—
—Sí, sí— me senté y coloqué mi brazo para ser inyectado.
—¿Tuviste una pesadilla?—
—¿Por qué lo dices?—
—Comenzaste a decir que me detuviera—
—Ah eso, supongo. ¿Karamatsu se golpeó con algo el día de hoy?—
—Sí, en la mañana le chocó con la puerta de entrada, ¿Por qué?—
—Necesito hacer que Karamatsu olvide— Ichimatsu me miró con sorpresa y enojo.
—¿Por qué quieres eso?—
—Él no será capaz de soportar que todos me digan bromas y me golpeen como solemos hacerlo—
—En eso tienes razón, pero no es necesario que olvide—
—Tu y yo sabemos que si lo es—
—Pero somos de mafia siempre mentimos—
—Pero Karamatsu no puede con algo tan grave para nuestros hermanos—
—Pero...—
—Por favor—
—Esta bien—
—Gracias— me vestí y salí de la enfermería para que Ichimatsu hiciera lo suyo.
—¡Karamatsu! ¡Ven aquí y ayúdame!—
Karamatsu corrió a dónde Ichimatsu y antes de llegar a la puerta lo empuje y golpee golpeándose en ella y callendo inconsciente.
—Perdoname Kara— dije para retirarme...

Karamatsu despertó en la camilla de la enfermería.
—¿Que paso? ¿Y Osomatsu? ¿Está bien? ¿Ya le inyectarse la alternativa?—
—¿De que hablas Kusumatsu?—
—Pero él estaba siendo tratado por su enfermedad—
—No se de qué hablas, te golpeaste está mañana con la puerta y quedaste desmayado en la entrada—
—Ahora que lo dices, me duele My face—
—Sí, sí, hay que revisar te para asegurarme de que no quedes loco—
—Okay—

"Perdón"

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