Te Encontré

¡¿Choroko?!

//Narrador//

Choromatsu se encontraba en casa preparando el almuerzo para su "prometida" que se encontraba dormida en el sofá. Termino de cocinar y cargo a la chica dejándola en la habitación de a un lado y se dispuso a ver la televisión en lo que quedaba de la tarde, puesto que la manera en que lo tomo ayer Osomatsu lo dejo adolorido. De la nada el timbre de la casa sonó, Choromatsu recordó que sus padres no paraba de llamarlo y preguntarle si podían visitarlo.
—¡Choromatsu, soy yo tu padre!—
Choromatsu camina y abre la puerta sin miedo ya que antes de abrirle inyectó sedante en la chica dormida para que despertara más tarde.
—Papá bienvenido— dijo abrazándolo y enseguida se dirigieron al sofá.
—¿Donde esta tu adorable esposa?—
—Esta dormida en la habitación de al lado, está cansada por qué nos levantamos temprano para las compras—
—Que raro, sus padres dijeron que era muy imperativa y siempre aguantaba las caminatas y las compras—
—Es que además de las compras ayer nos "Entretenimos" por la noche—
—Ooooh, ya planean darme nietos—
—No se sabe, resultó ser una mujer realmente buena para mí, gracias por presentarla—
—No hay problema hijo, ¡Brindemos! Por mis futuros nietos—
—Aun estoy estudiando papá—
—Entre más pronto mejor—
—Ja,ja,ja,ja, brindemos—
—Asi se habla—
Ambos bebieron unos momentos Choromatsu se conrenia a la bebida mientras su padre parecía borracho.
—Creo que debiste demaciado papá mejor vete a casa—
—No me cortas de mi casa, hic*—
—Esta es mi casa papá—
—Ya eres todo un hombre, lo olvidaba, hic*— decía con lágrimas de orgullo
—Ja,ja, ya llamé un taxi está afuera— decía mientras lo llevaba a la puerta
—Ya eres un hombre y seguro quieres que me marché para continuar haciéndote hombre junto a tu mujer— decía mientras se metía al taxi y finalmente irse
—¡Aaaaah! Maldito viejo—
—No lo sé, a mi me dió risa—
—Sí, más que risa me da pena—
—No te culpo, ¿No tienes limón para esta fruta?—
—Esta a un lado—
—Gracias—
—Esta bien Osomatsu...— quedó en blanco unos momentos —¡¿Osomatsu?! ¡¿En qué momento entraste?!—
—Llevo aquí desde la mañana—
—¿Desde la mañana? ¿Por qué no dijiste nada?—
—Tu estabas en las compras y mejor dormí en la habitación de arriba—
—¿Cuanto escuchaste?—
—Todo—
—¿Todo?—
—To-do, pero no sabía que después de que tomara anoche tú me engañas con tu prometida—
—¡N-no lo hice!—
—¿Seguro?— dijo acercandose a Choromatsu
—Sabes que no podría hacer eso—
—¿Y por qué no?— decía mientras lo abrazaba de la cintura.
—Sabes perfectamente por que—
—Lo se— dijo pasando su mano por la entrepierna dando suaves caricias de arriba a abajo.
—Oye, apenas ayer lo hicimos—
—¿No quieres?— al oír eso Choromatsu lo miro a los ojos e hizo un puchero que paró al besarlo de manera fogosa permitiendo que Osomatsu comenzará a masturbar a ambos con leves movidas de arriba a abajo, lubricado su mano cada ves más por el líquido preseminal que comenzaba a salir de la punta de ambos miembros, Choromatsu comenzaba a temblar y jadear de placer.
—Osomatsu, yo...—
—Aun no, ranita— dijo apretando el miembro del menor obstruyendo la eyaculación.
Choromatsu tuvo un espasmo ahogado y comenzaba temblar aún más por la acción del mayor.
—¿Qu-que haces?—
—Comienzo— dijo acostando a Choromatsu en el piso, colocándolo de rodillas y así comenzaba a lubricar la vanidad anal, nuevamente comenzaba a besar el cuello de Choromatsu desde atrás y ahora deslizaba la otra mano por sus pezones, con movimientos circulares mientras con la otra colocaba su miembro en la entrada, entrando de una sola estocada y comenzando a embestirlo de manera rápida, Choromatsu disfrutaba cada movimento de su mayor que golpeaba dentro un solo punto el cual provocaba que el menor sintiera mucho más placer que antes...

En casa de los "padres"

El señor Hatsukoi llegó a casa sin problemas y aunque seguía borracho logro subir las escaleras y entró a su casa tirándose en el sofá.
Choroko al escuchar la puerta bajo a la sala para hablar con su padre sobre Choromatsu
—Papá, ¿Cómo está Choromatsu?—
—Esta...perfectamente ya es un hombre— decía entre lágrimas aún ebrio —Es más, ya están creando nietos—
—¡¿Nietos?!—
—Puede que pronto seré un abuelo falso—
—¡Pero no tienes tiempo, se supone que final del año...—
—Lo se, lo se—
—¿Entonces?—
—¡Quiero nietos!—
—¡¿Ah?!—
—¡Quiero nietos! ¡Quiero nietos! ¡Quiero nietos!— Choroko sintió irritación, tirando al borracho al suelo mientras lo pateaba.
—¡Cállate viejo estúpido! Solo estás borracho—
—Tu no lo entiendes, eres fujoshi—
—¿Y?—
—Eres lesbiana y Choromatsu sí me dará nietos— decía en llanto y pataletas
—¡NO QUIERO NADA QUE PROVENGA DE ESE MONSTRUO!—
grito al escuchar la señora Hatsukoi.
—Mamá— quedaron en silencio
—Vamos querida, son nietos y Choromatsu ya no vivirá cuando nazcan—
—¡No me importa! No quiero nada Que tenga los genes de ese tipo—
—Entiendo querida— el hombre sintió escalofríos y se dió cuenta de que no estaba con él su chaqueta —Deje mi chaqueta en casa de Choromatsu—
—¿Cómo se te ocurre emborracharte con ese tipo?—
—Es nuestro hijo después de todo—
—¡EL NO ES MI HIJO!—
—T-tienes razón, cariño—
—Choroko— la chica volteo a verla nerviosa, su madre era realmente una sádica cuando se trataba de algo que no le gustará
—¿Si?—
—Ve a casa de Choromatsu y trae la chaqueta de tu estupido padre—
—En seguida— 
—Y tú estúpido esposo de mierda, suve a la habitación porque este comportamiento es inaceptable—
El hombre de la nada parecía sobrio u su piel era más pálida mientras sus manos no paraba de temblar ante las palabras de su mujer, solo miró a Choroko
—No te apresures hija—
—¡Ve de una buena vez! ¡¿También estás estúpida?! ¡Vete!—
Ella solo salio de la casa escuchando como su madre arrastraba su padre en las escaleras, tomo un taxi y fue directo a casa de la pareja.
Llega sube los escalones y la puerta está abierta (sin seguro), escucha a Choromatsu gritar y enseguida entra encontrándose con Choromatsu arriba de un tipo de sudadera roja, cabellos negros y ojos carmesí, Choromatsu no tenía pantalones y podía mirar con claridad el miembro del de rojo dentro de su hermano que ahora se encontraba con la cara roja y la respiración agitada, dejando a la chica en shock absoluto hasta que se percataron de su presencia.
—¡¿Chorokonessan?!—
—Choromatsu...es-esta— la chica cae al piso inconsciente y con la nariz sangrando.
—¡¿Choroko?!—