Te Encontré

Noche de bodas

//Narrador//

Osomatsu, preparo lo necesario para la estancia que tendrían en el hotel tradicional.
Ambos hermanos quedaron vestidos con sus yukatas y accesorios.
Osomatsu estaba facinado al ver a su querido Choromatsu tan hermoso.
—Choromatsu, ¿Eres feliz?—
—Más que nunca—
Osomatsu sonrió al escuchar las palabras de su amado y con alegría lo abrazo y beso apenas entrar a la habitación.
Osomatsu comenzó a besar de forma más apasionada a su bello esposo, desordeno la yukatas de este, también se quito la suya y la coloco sobre el menor.
—Quita la tuya y ponte la mía, hay que jugar— dijo ayudando a ponerla mientras le besaba de manera húmeda.
—No sabía que te gustaban esas cosas—
—Ja,ja,ja, es como verme a mi—
—En ese caso eres un narcista—
—Y aún así esto me funciona porque se que eres tú—
—Idiota— dijo con una pequeña risita.
Osomatsu sonreía ante la ternura que le daba su pequeño esposo y beso con ternura su rodilla.
Choromatsu sonrojo al instante.
—No nos parecemos en nada— dijo sonriendo para besarle con ternura los labios.
—Sí es verdad, tu eres más bobo— ambos rieron y con felicidad comenzaron a besarse.
Osomatsu comenzó a quitar el yukata a Choromatsu, dando caricias a su pecho mientras lamía y mordía su cuello, bajo la mano para llegar al miembro erecto del menor y comenzó a mover la mano de manera lenta y  suave.
Choromatsu daba ligeros gemidos por las caricias de su hermano, Osomatsu solo comenzaba a sonreír ante la imagen que se presentaba, su sonrisa era una de victoria y alegría absoluta.
Quitó su mano y comenzó a chupar el amiguito de Choromatsu.
—¡Es-espera!— Osomatsu no obedeció y comenzó a meterlo más a su boca. —E-espera estoy por...— Choromatsu se corrió en la boca del mayor y este lo trago.
—Eso fue rápido Chorin—
—Es tu culpa—
—¿Mi culpa?—
—E-es que lo que me haces...se siente muy bien— Osomatsu sonrió ante sus palabras y beso su frente.
—Entonces te haré sentir aún mejor— dijo introduciendo sus dedos en el recto del menor.
Choromatsu solo soltó un gemido al sentir que dos de sus dedos eran introducidos en él.
Osomatsu jugeteaba con él lamiendo y mordisqueando los pezones del menor, este solo podía sentir el placer que su esposo le daba.
—V-voy a...otra vez...—
—Esta vez no, amor mio— Osomatsu saco los dedos de su interior y tomo el miembro del menor.
—¿Q-que estás...—
—Tu solo respira— dijo cubriendo sus ojos. —El día de hoy es nuestra noche de bodas y para ello, ¿Que tal si jugamos?—
Osomatsu colocó un juguete uretral el el miembro de Choromatsu.
—¡Aaaahg! ¡¿Que demonios?!—
—Tu solo respira, te haré sentir bien— dijo besándole.
—Esto duele...Osomatsu—
—Pronto se sentirá bien, lo prometo— dijo está vez metiendo su miembro en él.
Choromatsu gimió al sentir a su hermano dentro de él, comenzando a moverse. Tenía sus ojos vendados y algo en su pene le impedía venirse pero de alguna manera se sentía muy bien, era muy placentero y no quería parar.
—O-osomatsu...quiero...— trato de quitarse el juguete.
—No puedes hacer eso mi amado esposo—
—Qu-quitalo...no puedo...—
—¿Te quieres venir?— Choromatsu asintió. —¿Se siente bien tener esto aquí mientras no puedes ver?— Choromatsu solo soltó una risa dejando extrañado al mayor, para después besarle.
—Se siente muy bien, maldito pervertido— Osomatsu sonrió. —Ahora sácalo que quiero venirme—
—Lo que mi hermoso esposo diga— saco de una el juguete y con eso Choromatsu pego un grito de placer al sentir como salía, corriendose al instante. —¿Se sintió bien?— Choromatsu no contesto y Osomatsu volvía a estar "contento" al ver el cuerpo de Choromatsu tembloroso y sonrojado de tanto placer en el momento. —No vayas a desmayarte mi lindo hermanito y esposo, que tú y yo apenas estamos comenzando—
Osomatsu se recostó y lo levanto colocandolo arriba suyo.
—¿Q-que estás...— solo sintió como se introducía dentro suyo. —¡Aaah~♡!—
—Esta vez, quiero que tú te muevas— Choromatsu le miro sonrojado y sin pensarlo dos veces, colocó una cuerda en las manos del mayor.
—Si yo muevo, entonces tú no me puedes tocar—
Osomatsu sonrió al ver a su pequeño esposo tan travieso eso era como un regalo para él.
Solo se limitó a ver como Choromatsu movia sus caderas, mientras esté se sonrojaba más debido a la vergüenza que pasaba. Osomatsu estaba en un conflicto, su hermoso esposo era cada vez más exitante y la manera en la se movía y apretaba eran cada vez más placenteros.
—Estoy por...—
—Y-yo también, hazlo d-dentro—
—¿Quieres que te embarace?—
—C-callate y hazlo— Choromatsu comenzó a moverse más rápido haciendo que ambos se corrieran.
—¿Ya puedes quitarme esto?— Choromatsu le quitó el nudo de sus manos y se recostó a un lado.
—Estoy cansado—
—¿De que hablas Chorin? Apenas estamos comenzando—