Te Encontré

Castigado

//Choromatsu//
Choroko y yo nos quedamos en la mansión de Osomatsu.
Yo regrese a la escuela al día siguiente ya que si paraba de ir probablemente mis "padres" tendrán asegurado el hecho de que me reuní con Osomatsu.
—Disculpa, ¿Eres Choromatsu?— se me acercó una señora, parecía decaída.
—Sí, soy yo—
—Gracias a Dios, ¿No sabes nada de Kuro?—
—¿Mi superior?—
—Hace ya bastante tiempo que no sabemos nada de él y la escuela ya no puede hacer nada al respecto, estamos muy angustiados, ¿No sabes nada?—
—N-no, en realidad no tenía idea de que desapareció ¿Cuando fue?—
—Fue un día que compró entradas al karaoke, estaba muy emocionado porque invitaría a alguien especial esta vez, pero después de eso ya no volvió a casa— ese día Osomatsu se fue temprano por "asuntos familiares". Ese bastardo ¿Que le hizo a mi superior?.
—¿Hablaron con el director apropiadamente?— debo arreglarme las para que no lo sepan.
—Sí, pero aún así la escuela no sabe nada, solo dicen que un chico aviso que alguno de nuestros familiares le llamaba pero seguro no era ningún familiar y solo un tipo raro— ese imbécil.
—¿Ya hablaron con el alumno que llamo al superior?—
—Sí, pero dice que le llamaba un hombre alto y cabello negro que no recuerda más— maldito Osomatsu.
—Ya veo, lo siento mucho no tenía idea—
—Esta bien, si sabes algo no dudes en contactarme—
—Por supuesto— dicho eso la señora se retiró dejándome solo en la entrada.
Mis clases continuaron sin más y me dirijo a casa de manera normal, ese maldito de Osomatsu tiene mucho que explicar.
—Estoy en casa—
—Ranita, bienvenido ¿Me das un beso?— lo golpeé
—Responde una cosa—
—¿Por qué me golpeas chorin?— le vuelvo a abofetear.
—¿Que le hisiste a mi superior?—
—¿Por qué crees que fui yo?— decía en tono burlón.
—¿Que le hisiste a mi superior?— volví a repetir, se que lo que sea que haya hecho fue por celos y eso es adorable pero no explicó nada a sus padres.
—Lo vendí—
—¡¿Que cosa?!—
—Puse a la venta sus órganos y los vendí— este idiota, no es la primera vez que hace esto.
—El chico de cuando teníamos 8...—
—Enterrado en nuestro antiguo jardín— este hijo de...
—Es todo, castigado—
—¿Qué?—
—Estas castigado Osomatsu, no puedes tocarme por 3 meses—
—¡No es justo! Estabas enamorado de él y yo solo me...— le interrumpí con la mano.
—Aun así, yo no recordaba nada y él no tenía la culpa—
—Pero...—
—Castigado— me fui dejandolo en la sala sólo.

//Narrador//

Pasaron las semanas volviéndose un mes, Choromatsu continua llendo a sus clases y al llegar mira a sus hermanos a quienes les abraza menos al mayor que solo lo pasa de largo y le habla cuando se trata de trabajo.
—¡Estoy muriendo!— decía entre berrinches Osomatsu.
—Dalay brother, Choromatsu solo quiere que reflexiones—
—¿De verdad?—
—¿Le pediste perdón?—
—No— contestó con calma.
—Ahí está tu problema y si sigues así tardará más en hablarte, goodbye— salió corriendo dejándolo solo.
—Osomatsunissan hay algo que debes ver— se escuchó desde la puerta detrás de Osomatsu.
—¿Choromatsu?— dijo reincorporando se.
—Algunos de los tipos que fueron a buscarte en tu primer día de la escuela, comenzaron a moverse por ahí nevamente—
—Ya veo, en ese caso no debes ir por un tiempo—
—Pero mis padres—
—Los mataremos esta noche—
—¿Esta noche?—
—Si no lo hacemos es probable que te ataquen aquellos tipos que te vieron conmigo—
—Preparare todo para esta noche—
—Cuento contigo— dijo eso tratando de abrazarlo pero Choromatsu le dejó sin aire de una patada.
—Yo me encargo— dijo y se fue.

Llegada la noche Osomatsu, Choromatsu e Ichimatsu se dirigieron a la casa de los padres falsos. Estando fuera de la casa prosiguieron a entrar como si fuesen invitados comunes.
—¡Papá! Vine de visita, he traído a mi prometida conmigo— dijo Choromatsu, haciendo que el hombre bajará entusiasta.
—Al fin, los dos vienen a casa a cenar, ¿Ya me darán nietos? ¿Cómo han est...— el hombre quedó helado al ver a Osomatsu dentro de su casa, trato de subir las escaleras nuevamente pero Ichimatsu estaba detrás de él con una pistola apuntando a la espalda del hombre.
—Llama a mamá, necesito hablar con ella sobre ¡Sus nietos!—
—¡C-cariño! ¡Baja, que te van a sorprender!— la señora no bajaba. —¿Cariño?— Ichimatsu escuchó pasos en las escaleras.
—La escuchó bajar— susurro
—Dejenme ayudarlos— dijo el hombre.
—¿Nos ayudarás?— pregunto Choromatsu.
—Eres el único hijo que tengo, aún que seas falso— dijo sonriendo.
—Gracias—
La mujer logro distinguir algunos sonidos y cuerpos, corrió devuelva a su recamara y los tres hermanos corrían tras ella. Entro a la recámara y busco entre sus cosas y saco una pistola de su cajón.
—¡Alejence!— grito a los tres hermanos en la puerta.
—Suelta el arma, madre— dijo de manera tranquila Choromatsu.
—¡Yo no soy tu madre! ¡No me llames así maldito!—
—Baja el arma, señora Hatsukoi— dijo esta vez con una sonrisa.
—¡Maldito!—
—Cariño, baja el arma— interrumpió el hombre.
—¡Alejate! ¡Debes matarlos!—
—Es nuestro hijo—
—¡No lo es, es un monstruo!— dijo apuntando a la beca de Choromatsu disparando al instante, el hombre se interpuso siendo el, él que recibiera el disparo en el cuello.
—Señorita baje la pistola somos tres contra una sola— dijo Osomatsu apuntando le con un arma a la mujer.
—¡No me importa! ¡No pueden matarme! ¡Tougou San me ama! ¡Me ama! ¡Este hombre no es nada, pero Tougou!—
—Tougou jamás ama a nadie—
—¡El me ama!— esta vez apunto a Osomatsu, Choromatsu aprovecho y disparo en la boca de la mujer.
—Desde siempre he querido callarte cuando hablas mal— dijo Choromatsu tomando poca importancia al asunto y saliendo de la habitación.
—Ichi encárgate de esto—
—Sí—
Osomatsu bajo a la sala y miraba como Choromatsu observaba a Ichimatsu bajar a su padre falso muerto en el suelo, está de espalda pero Osomatsu noto que los hombros de su amado temblaban y sus nudillos eran blancos de tanto que los apretaban logro ver cómo llego a salir sangre de sus manos. Lo abrazó por detrás y este solo salto de la sorpresa.
—No me toques estás...—
—Solo por hoy se levanta mi castigó— dijo apretando más su abrazo.
—Gracias—
—¿Le querías?—
—Era falso, pero era el único que me apoyaba cuando de verdad lo necesitaba—
—¿Quieres que sea bien despedido?—
—Al menos así podré devolverle el favor de criarme—
—Por ti, el hombre será recordado—
—El sonrie—
—¿Eh?—
—Su cadáver está sonriente—
—Seguro era buena persona en su interior—
—Y lo matamos—
—No pienses en eso—
—El trato de ayudar, pero no lo logro—
—Siempre fue un poco inútil—
—Se nota— ambos reían y hablaban observando a su hermano menor trabajar.—Volvamos a casa—
—Sí, pero suéltame— dijo sacándose del abrazo.
—Que cruel, déjame seguir así—
—No, estás castigado—