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Halo~ 💙💜 Bye~ 💜💙

Pov Nayla:

Dos días pasaron desde que Stuart se fue al infierno, dos días que me pasé comiendo un montón de dulces... me preocupaba, la verdad, pero de seguro que era simplemente por estrés o ansiedad.
Me encontraba en mi trabajo, a unos diez minutos de mi descanso, y le estaba pidiendo a quién fuera para que acelerara estos odiosos minutos. Obviamente, no fui escuchada. ¿Y si me estaba volviendo loca? Fui a la barra a por unas bebidas que me habían pedido... ¿y si Stuart realmente no existe y me lo estoy inventando?

― Eso sería bastante feo, señorita ―comentó una voz bastante nasal.

Coloqué las bebidas sobre la bandeja y me giré para ver a un hombre un poco más alto que yo, de piel verdosa y cabellos oscuros como la noche. Su vestimenta era bastante casual y tenía un colgante de una cruz invertida. ¿Quién era?

― ¿Nos conocemos? ―pregunté curiosa.

Sonrió― ¡Oh, no! Tú a mí no, pero yo a ti sí... es lo que tiene cuando vas a convertirte en la futura esposa del señor del inframundo.

Abrí mi boca anonadada― ¿Qué?

Negué con la cabeza y decidí ir a entregar las bebidas a la mesa; ese hombre verdoso seguía de pie en la entrada y me estaba poniendo bastante nerviosa.
Me acerqué a él y suspiré.

― ¿Quiere tomar mesa?

― ¡Por favor!

Lo conduje a una mesa vacía junto a la ventana y saqué mi libreta del bolsillo trasero del pantalón.

― ¿Qué desea tomar?

Me dio un teléfono extraño― Es para usted...

Tomé el teléfono y miré a mis alrededores... se había parado el tiempo. Inspiré profundamente y lo solté todo para pegar el teléfono a mi oído.

― ¿Sí?

Hola, hermosa ―contestó con tan grave tono de voz― ¿Cómo has estado estos dos días sin mí a tu lado?

Sonreí― Pues no es para tanto... me siento liberada~ ―bromeé.

Se rió tiernamente― Eres muy mala, Nayla.

― ¿Qué ocurre, Stuart?

No es nada... solo quería escuchar tu voz.

Silencio.

― Pues ya la has escuchado, ¿no?

Espero que Louis no te toque ni un solo pelo ―mencionó de la nada.

Abrí mis ojos como platos― ¿Cómo es que...? ¿Qué...?

Querida, ¿acaso olvidas que soy el Diablo? Soy un ser omnipotente, hago lo que me da la gana.

Fruncí mi ceño― Me has observado... me has espiado, Stuart.

Rió― Oh, no nena... tan solo echo vistazo rápidos. No puedo mirar por mucho tiempo a alguien si no me llama ―escuché un toque de puerta― Solo veía si te encontrabas bien... y como estos días has estado comiendo mucho dulce, he enviado a un demonio personal para que te ayude en lo que sea.

Miré al hombre verdoso― ¡¿Qué?! Sabes que me puedo cuidar sola, ¿no? ―reproché enojada.

Nayla ―dijo seriamente― Estás engendrando a mis hijos, a mis futuros herederos... no quiero que nada malo te pase, ¿de acuerdo?

― ¡Qué no tengo nada! ¡Dios! ¡No tengo nada formándose en mi interior, pesado! ―mascullé entre dientes.

Aún así ―ignoró mi mención involuntaria a Dios― Solo quiero que estés bien... no podría perdonármelo si algo llegara a ocurrirte.

― Stu...

Tengo que dejarte, hermosa... tengo una partida de ajedrez con el albino.

Colgó. ¿Una partida de ajedrez? ¿Qué?
Miré a la mesa, el verdoso ya no se encontraba ahí; giré mi vista, todo había vuelto a la normalidad. Suspiré pesadamente, guardé el teléfono raro y proseguí con mi trabajo... no quería que me echaran por estar inactiva por más de dos segundos.

.

.

.

Estaba algo feliz. El que Stuart se preocupara por mí siempre hacía que una sonrisa se formara en mi rostro... lo quisiera o no.
Salí del trabajo y caminé con lentitud hacia el semáforo; por la noches empezaba a levantarse un frío horrible y el viento helado no ayudaba. En situaciones como estas extrañaba la calidez de Stuart... sus largos brazos rodeando mi cuerpo, sus ardientes labios contra los míos. Joder... solo habían pasado dos malditos días, Nayla, para de extrañarle.

― Señorita Nayla.

Me giré ante la procedencia de esa voz nasal; ahí estaba el verdoso.

― ¿Sí?... emmm...

― Murdoc ―contestó― Mi nombre es Murdoc.

Sonreí― Bueno, Murdoc, ¿qué ocurre?

― Vine a comunicarle que el señor Stuart dice que también la extraña, sobretodo cuando sus pequeñas manos acarician su nuca mientras profundizan el beso.

Me sonrojé notablemente― Uh... ¿e-es... en serio?

― ¡Nunca mentiría sobre algo que dice mi único dios! ―exclamó ofendido.

― ¡No! ¡No!... lo decía porque... no tenías por qué dar todos los detalles ―me sonrojé aún más― Es muy vergonzoso escucharlo de boca de otra persona.

Hizo una pequeña reverencia― No era mi intención incomodarla, señorita Nayla, sólo seguía órdenes y bueno ―sonrió de lado― Soy un demonio, ¡claro que quería incomodarla!

Empezó a reírse como nunca y me dio un manotazo en la espalda para después desaparecer en la oscuridad, sin detener sus desagradables carcajadas. Rodé los ojos molesta, el semáforo se puso verde para peatones y caminé hacia la estación. Quería que acabara este día de una vez.









































Heeeeeeey~ Espero que os haya gustado~ Capítulo algo corto porque me estoy durmiendo, tengo demasiado sueño y se me está agotando la batería xdddd mañana seguiré actualizando libros, tranquis todos, necesito descansar del pesado día que fue hoy y fresh como una rosa, me pondré manos a la obra. En fin~ Ashie se despide, nos vemos en la próxima y bye bye~ 💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙

HIM (2dle) [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora